Poema Tres Variaciones Alrededor De La Muerte de Miguel Otero Silva



Tres Variaciones Alrededor De La Muerte de Miguel Otero Silva. Te invitamos a recorrer los poemas de Miguel Otero Silva. Disfruta también de nuestros poemas del alma, de amor, de amistad , de familia, etc. Otros poemas que pueden interesarte son: El Aire Ya No Es Aire, Enterrar Y Callar, Hallazgo De La Piedra, La Poesía, La Sexta Voz Del Coro De Este Lago, Poema De Tu Voz, Aquí puedes acceder a los mismos o ver toda la poesia de Miguel Otero Silva


Poema Tres Variaciones Alrededor De La Muerte de Miguel Otero Silva

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar a la mar,
que es el morir.
Jorge Manrique

1
¡No! No es posible vivir cual los ríos
cantando entre laderas y lirios
o entre agudos peñascos y ramajes tronchados,
sin presentir el mar que los espera,
el infinito verde y encrespado
en cuyo corazón de sal los ríos se transforman en peces.

No es posible flamear como el fuego,
iluminando rostros de danzantes risueños
o tiñendo vetas de angustias en las caras dolorosas,
sin presentir la brisa que matará su luz
o el agua que tomará sus rosas en ceniza.
En mitad de la vida cantamos a la muerte
que es el mar de los ríos y el agua de las llamas.

2
Símbolos de la muerte no sueñan ser el hueso,
ni las cuencas vacías, ni la mortaja fláccida.
Los huesos son apenas el portal de la muerte.

Cuando los huesos dejan de ser huesos
y entre su blancor rígido hay un temblor de gérmenes,
es que nace la poesía de la muerte,
es que despunta el símbolo creador de la muerte.

La muerte que yo canto no es cruz de cementerio,
ni ilusión metafísica de las mentes cobardes,
ni lóbrego infinito de profundos filósofos.

La muerte que yo canto es una sombra constructora
de blancas mariposas que crucen los caminos del viento,
de tallos que entremezclan la pulpa maternal de la tierra,
de claros manantiales que sacudan las entrañas del mundo.

3
Un niño es la crisálida de un amor y de un llanto,
es la estrofa primera de un poema,
es la cuesta inicial de una montaña.
Y la muerte de un niño es tan absurda
cual la de una mañana que se volviera sombras.

Si ayer se desgarraron las carnes de la madre,
si un rumor de blancura le despertó los senos,
esa sangre, esa leche, ese dolor, han sido
la raíz de los pasos de un hombre.

Sólo el leñador loco corta un árbol
cuando el tronco es apenas tierno cogollo inútil.
Sólo loca la muerte ha de matar un niño,
apagar un amor que no ha nacido
y secar unas lágrimas que no han corrido nunca.
Mientras los niños mueran
yo no logro entender la misión de la muerte.





Mas poemas de Miguel Otero Silva


Poemas de Otros Autores


Mas Poetas Para Disfrutar

No hay comentarios »

No hay comentarios.

Deja un Comentario



Políticas de Privacidad