Poema Pero Yaces Ahí de Efraín Bartolomé
Pero Yaces Ahí de Efraín Bartolomé. Te invitamos a recorrer los poemas de Efraín Bartolomé. Disfruta también de nuestros poemas del alma, de amor, de amistad , de familia, etc. Otros poemas que pueden interesarte son: Eres De Agua, Este Cuaderno Pesa, Fin De Fiesta, Inundación, Mujer, Nacimiento Del Potro, Aquí puedes acceder a los mismos o ver toda la poesia de Efraín Bartolomé
Poema Pero Yaces Ahí de Efraín Bartolomé
Pero yaces ahí      un poco más allá de mi piel           y no te veo:
me tocan
                      con ligero aletear
                                                     tus movimientos
Sé de tus labios blandos
Sé del pensar solemne de tu respiración
y de la tibia caricia solar bajo tus dedos
Estoy aquí
                         y no sé dónde comienza el frío
No sé si viene de los tejados negros
Si nace de la luz bajo la puerta
o de la claridad que la ventana no detiene
No sé si existe en realidad la música
o son ciertas las voces que recorren la calle
Pero todo está ahí:
la niebla gris vagando por San Diego       por la Isla y la
                                                                                 Almolonga
por el Arco del Carmen oscuramente antigua
Pero tú estás aquí       tan cerca de estos labios de      pronto
                                                                                enmudecidos
Y te amo
                      Amo el escándalo oscuro de tu cabello
La desolación pensativa de tu frente
Viajo despacio por tu rostro
                                                       Vago por tus labios
Voy por la plenitud fértil de tu cuello
Amo tu carne que alimenta mis brazos
tus muslos por donde mi deseo navega
la forma hundida de tu piel bajo el vagabundear abandonado
                                                                                   de mis dedos
                                 (Qué más deseo entonces         Por qué no
                                                                                    estoy tranquilo
                                  Qué torpe eternidad estoy buscando)
Regreso             Estoy de      nuevo errando por tu rostro
En cada retirada de las sombras
En los milímetros que el sol recorre borrando la penumbra
Afuera
             la niebla se      deshace en los brazos del día
Bajo el balcón crece la sombra indígena que vende
Surgen voces más claras
                                                Ruidos
                                                             Rumor del vecindario que
                                                                                             despierta
Te vas entonces con la niebla
Desapareces por la hilera de cerros que bajan a Palenque
Hacia los grandes ríos
Hacia la lejanía entrañable de las imágenes.
Ciudad Real de Chiapas, diciembre de 1973
«Música solar» 1984