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Poema Mi Sexo Títere de Juan Daniel Perrotta



(Escrito bajo el seudónimo María Reyna)

Cuando tus pulgares recorren mis pezones

(tus manos cuencas conteniendo)

Cuando tu lengua recorre mis aréolas

buscando leche para su sosiego

Cuando juegas a acosquillarme la piel

con tu índice

hay un chisporroteo de fuegos de artificio

el sonido del mar en una caracola con vello

una tormenta eléctrica destellando en superficie

Es mi sexo títere

al que le jalas de los hilos

reaccionando al impulso de tu magia

Pero ¡ay! ese es sólo el comienzo

la alarma antiaérea en mis ciudades

anunciando que vendrán las explosiones

Luego

femenina suavidad

macho violento

me tomas

como sólo tú lo has hecho

llevando mi corazón como trofeo

mi lencería a tu casa hasta mañana

al tiempo de volver a reencontrarnos

Me tomas

proyectándome hacia el centro

dispersándome a galaxias

tan extremas

que me pierdo y tengo miedo de perderte

La calma llega

es cierto

Acunados

transpiración en nudo

nuestros cuerpos se entregan al descanso

Y debemos parecer tan inocentes

como niños que su madre ha acostado

sudados de vivir sus correrías

No podrían imaginar que entre nosotros

una nueva batalla ha terminado.



Poema Mirada Final de Vicente Aleixandre



(MUERTE Y RECONOCIMIENTO)

La soledad, en que hemos abierto los ojos.
La soledad en que una mañana nos hemos despertado, caídos,
derribados de alguna parte, casi no pudiendo reconocernos.
Como un cuerpo que ha rodado por un terraplén
y, revuelto con la tierra súbita, se levanta y casi no puede reconocerse.
Y se mira y se sacude y ve alzarse la nube de polvo que él no es, y ve aparecer sus miembros,
y se palpa: «Aquí yo, aquí mi brazo, y este mi cuerpo, y esta mi pierna, e intacta está mi cabeza»;
y todavía mareado mira arriba y ve por dónde ha rodado,
y ahora el montón de tierra que le cubriera está a sus pies y él emerge,
no sé si dolorido, no sé si brillando, y alza los ojos y el cielo destella
con un pesaroso resplandor, y en el borde se sienta
y casi siente deseos de llorar. Y nada le duele,
pero le duele todo. Y arriba mira el camino,
y aquí la hondonada, aquí donde sentado se absorbe
y pone la cabeza en las manos; donde nadie le ve, pero un cielo azul apagado parece lejanamente contemplarle.
Aquí, en el borde del vivir, después de haber rodado toda la vida como un instante, me miro.
Esta tierra fuiste tú, amor de mi vida? ¿Me preguntaré así cuando en el fin me conozca, cuando me reconozca y despierte,
recién levantado de la tierra, y me tiente, y sentado en la hondonada, en el fin, mire un cielo piadosamente brillar?

No puedo concebirte a ti, amada de mi existir, como solo una tierra que se sacude al levantarse, para acabar cuando el largo rodar de la vida ha cesado.
No, polvo mío, tierra súbita que me ha acompañado todo el vivir.
No, materia adherida y tristísima que una postrer mano, la mía misma, hubiera al fin de expulsar.
No: alma más bien en que todo yo he vivido, alma por la que me fue la vida posible
y desde la que también alzaré mis ojos finales
cuando con estos mismos ojos que son los tuyos, con los que mi alma contigo todo lo mira,
contemple con tus pupilas, con las solas pupilas que siento bajo los párpados,
en el fin el cielo piadosamente brillar.



Poema Mañana de Toni García Arias



Vendrán una mañana los abrazos que amagué,
los labios,
las manos que entre mis manos
fueron espuma,
las palabras de vino
matriz del polvo.
Vendrán una mañana con su vacío,
dejarán sobre mis sábanas
el hueco inútil,
la muda caligrafía de todo lo incompleto.
Se quebrarán con la fragilidad de mi voz
todos mis miedos.
Mudo quedaré, inerte.
En vano intentaré
decir una palabra que desbarate vuestra ausencia,
pero será en vano,
ya no seré yo tampoco
abrazos ni manos para otros.



Poema Memento En La Feria De San Isidro de Félix De Azúa



De poco corazón poco elegíaco cansado de la ciencia
no leídos los tristes libros las oraciones ambiguas
embarcado sin reloj de pulsera desconociendo las estrellas
cansado de la sabiduría el astrolabio es un nominativo.

También el movimiento cansado y arrastrado
metronómico por ser numeración no nombre
el tren recorre el puente y luego cae.

Poco noctámbulo pero desorientado y afligido
de desconcierto enmarañado en las acciones irregulares
los verbos los pronombre castigados de cara a la pared.
Completamente amable.

La ceniza de toda la ceniza ceniza enamorada:
lo priápico amordazado y seco tembloroso
para hacerse un amuleto contarlo a los amigos
para lanzarse desde el último piso.



Poema Misterios de Oscar Portela



Misteriosos son los caminos de la vida.
Tortuosas derivas, violentas cascadas,
vientos huracanados, crepúsculos que reflejan
el vértigo del mundo y la otredad del prójimo.
Y todo está en las manos, ojos labios y música
que pone melodía al corazón y a los misterios.
en las manos los daimones y ángeles
que presiden los sueños de los que estamos
hechos,
de las sombras de las que estamos hechos,
auras que no disipara el azar,
ni demonios ni ángeles, aunque el Dios
que preside nuestra mesa
quiera bajar de los espejos,
los espectros que viven en las aguas.

Poema inédito proporcionado por el autor



Poema Mi Única Flor de Pedro Valle



A Jorge ?El Cusho?

Ante nuestro golpeante ciclón

era urgente

abrir las ventanas de lo intrépido

y tatuar con todas los caminos ese sol

en la piel de la patria

Ellos bajo tierra

seguirán creciendo

en el idioma del mar depositando sus besos en la arena

en el aleteo de los días viviendo desde alguna mochila

en los árboles que desde las raíces van a la vida



Poema Mudanza De Casa de Poetas Chinos



Hubo un tiempo en el que quería vivir en una villa del Sur,
pero no porque me guiaran los augurios.
Había escuchado que muchos hombres simples vivían allí,
con ellos estaría contento de pasar mis mañanas y noches.
Durante muchos años este fue mi deseo,
y hoy voy a realizar mi tarea.
Una cabaña tan pobre no necesita ser espaciosa,
todo lo que quiero es una cama y un colchón.
Con frecuencia mis vecinos vendrán a verme,
discutiremos vociferando acerca de los
tiempos de la antigüedad,
disfrutaremos leyendo juntos escritos raros,
y aclararemos todas las interpretaciones dudosas.

* *



Poema Muertes de Saúl Ibargoyen



Morirán tres pollos mañana
tres hijos de una gallina
tal vez inmortal.
Sus alas de dedos disueltos
estarán en tu plato
y las salsas que ensabrosen
sus muslos no serán
los sémenes del emplumado amor.
Sus pechugas partidas
no darán raíz
a un brevísimo corazón
y sus tripas despreciadas
entrarán en los ciclos
de quién sabe qué vísceras
de quién sabe qué especies.
Tres pollos morirán:
pocos desperdicios
habrán de quedar
de los huesos de su sombra
en tu plato de mañana.



Poema Madrigal A Cibda De Santiago de Federico García Lorca



Chove en Santiago
meu doce amor.
Camelia branca do ar
brila entebrecida ô sol.
Chove en Santiago
na noite escura.
Herbas de prata e de sono
cobren a valeira lúa.
Olla a choiva pol-a rúa,
laio de pedra e cristal.
Olla no vento esvaído
soma e cinza do teu mar.
Soma e cinza do teu mar
Santiago, lonxe do sol.
Ãgoa da mañán anterga
trema no meu corazón.



Poema Mar Sin Orillas de Hilarión Cabrisas



Un dolor se me va y otro me arredra;
ola que se marchó y ola que viene
a batirme, y apenas se detiene
sobre mi viejo corazón de piedra.

Ola que llega, y rompe, y salta y medra
del dolor de la roca, y se mantiene
sólo el instante aquel que le conviene
para arrancarle hasta su airón de yedra.

Lucha sorda y tenaz; mudo combate
de la ola que se va, vuelve y se abate
en el peñón que su ira desafía…

Dolor perenne, inextinguible, intenso,
rudo y fiero combate en este inmenso
mar sin orillas de la vida mía…



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