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Poema Viaje Sin Regreso de Eugenio Martínez Orantes



A veces me parece que no debo
continuar navegando en tu marea,
que con furia la proa me golpea…
Y mi gran osadía desapruebo.
Ante tu oleaje inmenso me conmuevo.
Al sentir de tus aguas la pedrea,
comprendo la locura de mi idea
y a seguir adelante no me atrevo.
Retornar, sin embargo, es peligroso
y continuar la lucha más honroso…
Ya me jugué la vida al empezar
este viaje que no tendrá regreso…
Ahora, felizmente lo confieso,
¡en tus aguas deseo naufragar!



Poema Versos de Eugenio Florit



Como no sabes lo que pasa
te parece la noche más oscura
dentro del vaso de cristal
y ya no tienes miedo
a que salgan los sueños a morderte,
que están seguros en su puesto.

Como no sabes lo que pasa
no quieres ver lo que te ronda
sobre el giro del día
y ya no temes ni la flecha,
ni el color, ni la llaga
de la luz que nos pesa.

Y como pues no sabes
ni lo que pasa ni lo que se queda
no te angustia la flor
que allí en su rama temblorosa
lejos de ti, puesto que no la miras,
se está quedando de ti sola.

No sabes lo que pasa
porque de ti no sabe nada nada.

Como no se sabe qué color tiene Dios
-¿será blanco y azul como este libro,
o rojo y púrpura como el ocaso,
o amarillo y rosado de la aurora,
verde tal vez como este mar,
como la cinta, como son las hojas?-
Ay, que Dios sin color se me desliza
y se me queda gris como ceniza.

Ceniza gris, Dios gris me gusta:
gris de pensar lo permanente,
gris de llover, de transitar palabras,
gris de pasar la rueda,
gris de torcer el hilo de las tardes
y de mirar lo que nos queda.

Y como no se saben los colores
que aquí y allí nos dejan en la mano
temblorosos de fines los adioses.

Pero es que ni tú, ni yo, ni aquél,
ni nadie, ni cualquiera
sabemos lo que pasa o lo que queda.



Poema Vita Arsque Poetica de Ernesto Mejía Sánchez



Bautizo las palabras,
pongo nombres a los nombres. Digo
la noche y significa una
paloma. Imagino el leopardo
y tus ojos lloran. Sufro la luz,
el día y gano la impureza.
Dibujo un rostro más ¡Dios
mío! sobre el tuyo. Escribir
un poema es como recordar
el futuro. Es engendrar un hijo
en la tumba. Grabo tu nombre
y se confunde con el mío.
Qué repentino padre soy
en el mismo instante. Qué
dios sobre este muro que
emborrono desde que nazco.
Éste es mi testamento, mi
bautismo, tu imagen y semejanza.



Poema Vi Hace Muchos Años de Ernesto Cardenal



Vi hace muchos años desde un bus en Virginia
o Alabama
una muchacha rosada, con pantalones azules
subida a una escalera, cortando manzanas
(la madre llamando desde adentro)
y otra muchacha, la hermana, pantalones azules
pintando de blanco el porche de la casa
-Y miraron hacia el bus que pasaba y aceleraba.
El tiempo ha pasado como el bus de la Greyhound
pero quedaron, a pesar de los años, la pintura
fresca en el porche
la brocha chorreando
la mano en la manzana, las miradas
hace años, una mañana, Virginia o Alabama
el estado está olvidado.



Poema Voy A Arraigar En Tí… de Ernestina De Champourcin



Voy a a arraigar en ti. Mis fuerzas más oscuras
remueven lentamente la tierra de tu alma.
Quisiera penetrarte y enraizar mi esencia
sobre la carne viva que nutre tu fervor.

Ahondaré en ti mismo y abrasará tu sangre
el fuego de la mía rebelde y soñadora.
Invadido por mí, derribarás la cumbre
que te aleja del cielo.

¿No sientes mis raíces? Tu tallo florecido,
ebrio de sí, eterniza mi cálida fragancia.
¡Irguiéndolo alzarás la copa de mi frente,
hasta volcar su zumo en los labios del sol!



Poema Vienes A Mi de Enrique Gonzalez Martinez



Vienes a mí, te acercas y te anuncias
con tan leve rumor, que mi reposo
no turbas, y es un canto milagroso
cada una de las frases que pronuncias.

Vienes a mí, no tiemblas, no vacilas,
y hay al mirarnos atracción tan fuerte,
que lo olvidamos todo, vida y muerte,
suspensos en la luz de tus pupilas.

Y mi vida penetras y te siento
tan cerca de mi propio pensamiento
y hay en la posesión tan honda calma,

que interrogo al misterio en que me abismo
si somos dos reflejos de un ser mismo,
la doble encarnación de una sola alma.



Poema ¿vivo Del Mar? de Emilio Prados



¿Vivo del mar?…
(El mar por mí ha nacido
y al sol del mar mi soledad se acoge.)

Canto a la soledad:
Mar de la soledad ¿por qué no brillas?
Mar de tu soledad vive mi cuerpo.
Mi soledad sin piel también te busca.
¡Soledad soy del mar para cantarte!

Tendido en ti, mi soledad, espero
que al sol de ti mi soledad responda.
-Sobre la soledad del mar que vivo
desnudo en soledad, ¿qué mar se esconde?…

Un mar de angustia en soledad se niega
a darle nombre al mar que estoy cantando;
innominado mar que por mí siento
gemir en soledad de mar que ha sido.

Todo mi cuerpo en soledad abierto,
rindo por verle en soledad su nombre…
Barbecho al sol, mojado por la lluvia
de mi llanto, es el tiempo que le doy.

Antes de ver, mi soledad, la espiga
verde y granada sobre el mar que enciendes:
del mar que vivo al sol del mar que acoges
sé que debo arrancar el mar que espero.

Soledad: ¿de qué mar de ti ha venido
el mar sin nombre en mi que estoy cantando?:
«¡Soledad soy de ti: mar de tu vida!»,
sola en el mar mi soledad responde.

¿Mar de mi vida, el mar sin mí se llama?
¿Vive la soledad, mar de mi cuerpo,
y espera en mí su nombre inesperado?
¡Tan sólo aguardar fue lo que he vivido!

No soy mar, soledad, no soy tu nombre
y canto en ti mi nombre de esperanza.



Poema Viniste A Posarte Sobre Una Hoja De Mi Cuerpo de Emilio Adolfo Westphalen



Viniste a posarte sobre una hoja de mi cuerpo
Gota dulce y pesada como el sol sobre nuestras vidas
Trajiste olor de madera y ternura de tallo inclinándose
Y alto velamen de mar recogiéndose en tu mirada
Trajiste paso leve de alba al irse
Y escandido incienso de arboledas tremoladas en tus manos
Bajaste de brisa en brisa como una ola asciende los días
Y al fin eras el quedado manantial rodando las flores
O las playas encaminándose a una querella sin motivo
Por decir si tu mano estuvo armoniosa en el tiempo
O si tu corazón era fruta de árbol o de ternura
O el estruendo callado del surtidor
O la voz baja de la dicha negándose y afirmándose
En cada diástole y sístole de permanencia y negación
Viniste a posarte como la noche llama a las creaturas
O como el brazo termina su círculo y abarca el horario completo
O como la tempestad retira los velos de su frente
Para mirar el mundo y no equivocar sus remos
Al levantar los muros y cerrar las cuevas
Has venido y no se me alcanza qué justeza equivocas
Para estarte sin levedad de huida y gravitación de planeta
Orlado de madreselvas en la astrología infantil
Para estarte como la rosa hundida en los mares
O el barco anclado en nuestra conciencia
Para estarte sin dar el alto a los minutos subiendo las jarcias
Y cayéndose siempre antes de tocar el timbre que llama a la muerte
Para estarte sitiada entre son de harpas y río de escaramuza
Entre serpiente de aura y romero de edades
Entre lengua de solsticio y labios de tardada morosidad acariciando
Has venido como la muerte ha de llegar a nuestros labios
Con la gozosa transparencia de los días sin fanal
De los conciertos de decir he llegado
Que se ve en la primavera al poner sus primeras manos sobre las cosas
Y anudar la cabellera de las ciudades
Y dar vía libre a las aguas y canto libre a las bocas
De la muchacha al levantarse y del campo al recogerse
Has venido pesada como el rocío sobre las flores del jarrón
Has venido para borrar tu venida
Estandarte de siglos clavado en nuestro pecho
Has venido nariz de mármol
Has venido ojos de diamante
Has venido labios de oro



Poema Voz de Elsa Cross



Tu voz contra el atardecer.
El viento empuja
sobre el cristal
las ramas de los altos encinos.

Tu voz llena el espacio.
Y no hay instrumentos
para tu canto.
Tu voz dibuja signos en el viento

La noche
va bordeando en silencio
ese núcleo
donde la luz se detiene todavía
mientras tu voz,
tu voz sola
borra el instante.



Poema Voy A Engañarte Repetidamente De Ahora En Adelante… de Eloísa Otero



Cuéntame la verdad, sí.
Pero a ver cómo me la cuentas
.

Voy a engañarte repetidamente de ahora en adelante:
en todos los momentos de escribir.
Sin una sola seña
de cómo van las cosas. Para que sólo sepas lo que pueda leerse
de los hechos:
señas y contraseñas, pendular.



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