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Poema Poesía de Toni García Arias



Después de varias copas,
de humo de cigarrillos, risas,
alguien me preguntó
inesperadamente
¿qué es para ti la poesía?
Contesté que, si bien,
no creía en definiciones,
la poesía se semejaba más a una enfermedad
que a una ciencia.
Hablé de rimas, de locuras y de autores.
Mentí.
Mentí, dolorosamente.
La poesía no es más
que esta lucha desigual
contra lo que nos hace el tiempo,
esta manera de recordarte
a todas horas,
el único modo de retenerte
en el instante preciso,
sin futuro ni pasado,
junto a mi, eternamente.
Es este modo de perderlo todo
a manos llenas.



Poema Pasado de Toni García Arias



Si Dios me diese la oportunidad
de regresar a mi pasado,
no guardaría tantas lágrimas
ni tantos besos.
Salpicaría todas las mañanas con un verso nuevo
que llevarme a los labios,
me dejaría navegar salvaje
donde antes me atenazaba el miedo,
no amagaría aquel abrazo
que se perdió por siempre
en lo más profundo del reproche.
Invadiría más a menudo tus noches
y tus sábanas,
asaltaría tu sonrisa
para instalar mi bandera.
No te dejaría marchar jamás
de mis sueños, de mis miedos, de mis derrotas.

Si Dios me diese la oportunidad
de regresar a mi pasado,
correría hacia él con más fuerza
para que el tiempo,
el siempre tiempo,
no pudiese reconocerme,
para que yo, al fin,
no pudiese recordarme.



Poema Pantín de Toni García Arias



Te gustaba sentarte sobre una roca. Apoyabas el pecho
sobre las rodillas y te cubrías
del azul ilimitado del océano. Luego,
te dejabas navegar como bote a la deriva.
En silencio observábamos
el tránsito inseguro de los barcos de pesca
que se alejaban con lentitud
de la costa de Cedeira.
Tardábamos horas en regresar a nosotros.
Bandadas de gaviotas surcaban nuestras cabezas
y en el vuelo de sus alas
nos dejábamos soñar por su lenguaje.
Han pasado los años y la espuma de nuestros mares
ya duerme en la latitud de lo perdido,
pero a veces sucede que al mirarnos
sentimos un rumor de caracolas
y el espumoso cosquilleo
de sabernos agua.



Poema Palabras Ii de Toni García Arias



Hay palabras que ya no decimos,
que se quedan varadas entre el deseo
y los labios,
que se arrastran por nuestro cansancio
y son espuma.
Van cayendo los días sobre nosotros
como una tormenta de costumbres
que ha empapado de inviernos
el libro que guarda
nuestra ruta de regreso.



Poema Palabras I de Toni García Arias



Estoy solo. Palabras, apenas, me acompañan,
Su sonido crepita en mi interior
como ascuas de memoria que cuentan la falsedad
de los verbos que alguien grabó sobre mi frente.
Han ido muriendo los instantes
como una inútil sucesión de olas
que alcanzan sin porqué la orilla.
Y se desvanecen.
Arena, polvo.
Voz, viento.
Hay días que se pierden en alta mar
y no regresan,
noches que caminan sobre cristales con los pies descalzos
y dejan huellas de sangre
sobre los nombres.
Las palabras, al fin, de nada me protegen.
Estoy solo.
Mudos han quedado los rostros,
como muñecos de trapo que fingen sonrisas.



Poema Oscuridad de Toni García Arias



A veces la gripe o la garganta venían a salvarme de un día de escuela y de un maestro con joroba que tuve. Mi madre me preparaba entonces una taza de leche caliente con miel y unas gotitas, bajaba las persianas de mi habitación con sigilo, como cuando moría alguien, y colocaba en mi mesilla un viejo transistor a pilas de color anaranjado.

Una de aquellas mañanas dieron por la radio la muerte de Jonh Lennon. Yo escuché por vez primera una canción de Los Beattles, mientras la fiebre luchaba por borrarme el mundo de los ojos.

Mi madre murió una mañana de Agosto. El sol entraba con violencia a través de las ventanas. Mi padre bajó las persianas, y el silencio, la oscuridad, iluminaron de pronto objetos que antes parecían no existir y que, aún hoy, siguen en esta casa conservando sus huellas.

Desde entonces, siempre que alguien me la nombra o que Agosto se enturbia en fecha señalada recuerdo aquellos días de fiebre de mi infancia, recuerdo a mi maestro con joroba, a Los Beattles, a Jonh Lennon, y abro con premeditación y alevosía ?disculpen las molestias- las persianas.



Poema Nombre de Toni García Arias



Yo aquí, tan lejos,
ocupado en llenar de piel
esta cama sin calor
desde hace días,
odiando sin cesar a esta bombilla
que, a veces,
amenaza con privarme de luz,
como si pudiese con ello
cegarme tu recuerdo.

Yo aquí, tan solo,
deseando ?como el sol- amanecer
para que la noche pase pronto,
y ahogarme en el bullicio de las calles,
de los cafés, de las aceras,
para ver si de ese modo
el orden de la rutina
me arranca, al fin,
tu nombre
de mis labios.



Poema Mirada de Toni García Arias



Te miré a los ojos
y tú
respondiste a mi mirada
como si ya me supieses
de otro tiempo.
Durante aquel instante
nos amamos,
nos cubrimos el uno al otro
de besos,
escribimos nuestros nombres
sobre la arena de la playa,
tuvimos miedo a perdernos
y nos abrazamos,
y nos hicimos promesas
que perdurarían
eternamente,
y como el tiempo
-a pesar de su ceniza-
no puede borrar
aquello que se ama
tan apasionadamente
yo aún permanezco allí,
en mitad de la plazuela,
mirándote a escondidas
mientras me observas,
perdido ya por siempre
en lo más profundo y lejano
de tus ojos.



Poema Matriz De Las Olas de Toni García Arias



Esas marcas de salitre que dejan las olas
sobre la arena
son como nosotros;
restos de espuma que el mar,
impreciso,
no supo pronunciar en futuro. Y el sol las desvanece.



Poema Mar de Toni García Arias



Porque el mar,
con su constante precisión de olas imparables,
viene y va,
se aleja o regresa,
resuelve su singular lejanía
con unas palabras de espuma
que bajo el sol
se desvanecen.
Ese mar que alimenta fantasmas y retornos,
ese mar que alimenta buques con pesadas cargas
y caracolas en las manos de un niño,
ese mar que desencadena tu rostro y mis labios,
tu noche y mis miedos.
Yo, inútil marinero
de rocas en la orilla,
siempre quise comprender el mar,
su memoria azul,
su mirada de vigía, la latitud
de esos puertos donde descansar
la atormentada vida,
fatigada por salvar
unos pocos restos del naufragio.
Porque el mar, el siempre mar,
es el lugar de todos los puertos
y solo uno,
es el oculto oleaje
donde a un hombre le es devuelta, al fin,
la voz de ese niño
sumergido
en lo más profundo de la memoria.



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