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Poema Sus Pies de Salvador Espriu



Cada mañana contemplo
dos pies de vencido dentro
de zapatos que ríen.

Si lo tengo cerca, la ropa
sobre los débiles hombros
refleja mi rostro.

¡Qué dolor de heridas
de piel y de carne viva,
tanto tiempo! Sin venganza
ni sentido ya, escucho
el paso y la fatiga
de un plebeyo en derrota.

El año entero utilizamos plumas
de velocísimos escribientes.
Cuando llega el verano, penetran,
por el balcón, moscardones.
En invierno, más tristeza
y cielos de frío. Y siempre
gime, escupe, tose.

Rehuso amarlo,
pese a los vuelos de ángel.
Pero le dejo dinero,
a un interés muy módico,
para el calzado preciso
al poco camino que queda.

Versión de José Batlló



Poema Sueño De Amor Perfecto de Bernardo Ortiz De Montellano



Amor de sueño amante que otro cielo
revive en su interior desdoblamiento,
unión la de los ojos y el aliento
que las manos aparta de su celo.

Amor de cuerpo y sombra ceniciento
de paisajes recónditos al hielo
de color y de aroma y de desvelo
puro como la muerte y como el viento.

amor que de la carne vuela al sueño
y en él imagen que desnuda anude
la ribera sin ámbito de cuerpo.

Amante que en su sombra se desnude
y en su sangre redima lo que fluye
y descubra en su sueño lo que sueño.



Poema Sin Título de Belen Reyes



Sucede que mi boca es una herida
Los ojos de las monjas son medallas.
Mirando al mar de espaldas a la vida.
La espuma es una novia destrozada.

Sucede que es muy tarde para todo
Los niños saben cosas y se callan
Mirar el mar sin ti, me da tristeza.
Soy la costra de un sueño, si me levanto sangro.

Sucede que me duele aquí, en la tinta.
La radio tiene manos y te abraza.
Tengo que irme ya, me necesito.
Copular con la luz de sombras me embaraza.



Poema Si Amada Quieres Ser de Bartolome Leonardo De Argensol



Si amada quieres ser, Lícoris, ama;
que quien desobligando lo pretende,
o las leyes de amor no comprehende,
o a la naturaleza misma infama.

Afectuoso el olmo a la vid llama,
con ansias de que el néctar le encomiende,
y ella lo abraza y sus racimos tiende
en la favorecida ajena rama.

¿Querrás tú que a los senos naturales
se retiren avaros los favores,
que (imitando a su Autor) son liberales?

No en sí detengan su virtud las flores,
no su benignidad los manantiales,
ni su influjo las luces superiores.



Poema Si A Vuestra Voluntad Yo Soy De Cera de Baltasar Del Alcazar



Si a vuestra voluntad yo soy de cera,
¿cómo se compadece que a la mía
vengáis a ser de piedra dura y fría?
De tal desigualdad, ¿qué bien se espera?

Ley es de amor querer a quien os quiera,
y aborrecerle, ley de tiranía:
mísera fue, señora, la osadía
que os hizo establecer ley tan severa.

Vuestros tengo riquísimos despojos,
a fuerza de mis brazos granjeados:
que vos, nunca rendírmelos quisistis;

y pues Amor y esos divinos ojos
han sido en el delito los culpados,
romped la injusta ley que establecistis.



Poema Soneto de Baldomero Fernandez Moreno



Ya ves que no te suelto, que me ato
a tu recuerdo rubio y vaporoso,
fugitivo en la calle y silencioso,
yo, que era poderío y arrebato.

Me estiro lo que puedo; dudo y trato
de asir tu traje, por ser tuyo, hermoso;
ceñido siempre y a la vez pomposo,
tentación por aquí y allí recato.

Mírame en un café de esta plazuela
en que el tránsito al sol crepita y arde
y en la que todo, hasta un tranvía, vuela.

Pienso en ti, en tus ojos, en tu tarde…
Y me quisiera henchir como una vela
y me refugio en mi interior, cobarde.



Poema Setenta Balcones Y Ninguna Flor de Baldomero Fernandez Moreno



Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor.
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color?

La piedra desnuda de tristeza
¡dan una tristeza los negros balcones!
¿No hay en esta casa una niña novia?
¿No hay algún poeta lleno de ilusiones?

¿Ninguno desea ver tras los cristales
una diminuta copia de jardín?
¿En la piedra blanca trepar los rosales,
en los hierros negros abrirse un jazmín?

Si no aman las plantas no amarán el ave,
no sabrán de música, de rimas, de amor.
Nunca se oirá un beso, jamás se oirá una clave…

¡Setenta balcones y ninguna flor!



Poema Síndrome De Abstinencia de Aurora Luque



No es tan tóxico ya: también caduca
el amor en la fecha señalada en su dorso.
Ya no es ese veneno
tan eficaz, ni acaso necesaria
la urgente sobredosis. Qué cualidad letal
la del amor filtrado en la memoria.
Regreso a las palabras y compruebo que nunca
se contagian o enferman con las fases
de mi intoxicación o mi delirio.

Siempre más sanas, siempre
a punto de ser dadas de alta y de dejarme
un poco más enferma. Y nunca simultánea
he sentido la fiebre en mi otro cuerpo,
el que tiene por vísceras palabras.



Poema Sueño De La Razón Oscura de Aurelio González Ovies



Qué más quisiera yo
que ver desde los montes
el animal del tiempo.
Ser el reverso de la sombra.

El huésped más agraz de las luciérnagas.

El viaje más fundible de los túneles.

El ritmo artesanal del corazón.

El invertebrado rojo de la llama.

Qué más quisiera yo
que ser el viejo perro del coraje
y asustar a la muerte
cuando viene a buscaros.



Poema Sobre Las Ruinas de Arturo Capdevila



Ayer pasó la muerte por mi casa…
Se hizo una noche solitaria en torno,
y en medio de las sombras de la noche,
se hacinaron escombros sobre escombros.

El isócromo golpe de las picas
desmoronó el hogar. Así fue cómo
se desplomaron los antiguos muros,
y hoy ya no son más que ceniza y polvo.

Un agrio ruido de hachas rechinaba
en el huerto infeliz. Tronco por tronco,
los árboles cayeron en un vasto
montón sobrío de ramajes rotos.

Noctívagos murciélagos, rondando
por el húmedo ambiente borrascoso,
con sus alas de trapa y de tiniebla
marcaban el compás de mis sollozos.

Unos búhos graznaban en la sombra…
Transido de terror, clamé socorro…
Dos búhos de la sombra me escucharon…
Se asentaron los dos sobre mis hombros.

Desde entonces, de pie sobre las ruinas,
a los recuerdos del ayer me acorro;
y cuando nadie mis angustias sabe,
doblo la frente, y por mis padres lloro.



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