Poema Hora De La Ceniza de Roque Dalton
Finaliza 		septiembre. Es hora de decirte
lo difícil que ha sido no morir.
Por ejemplo, esta tarde
tengo en las manos grises
libros 		hermosos que no entiendo,
no podría cantar aunque ha cesado ya la 		lluvia
y me cae sin motivo el recuerdo
del primer perro a quien 		amé cuando niño.
Desde ayer que te fuiste
hay humedad y frío 		hasta en la música.
Cuando yo muera,
sólo recordarán mi júbilo 		matutino y palpable,
mi bandera sin derecho a cansarse,
la 		concreta verdad que repartí desde el fuego,
el puño que hice unánime
		con el clamor de piedra que exigió la esperanza.
Hace frío sin 		ti. Cuando yo muera,
cuando yo muera
dirán con buenas intenciones
		que no supe llorar.
Ahora llueve de nuevo.
Nunca ha sido tan tarde 		a las siete menos cuarto
como hoy.
Siento deseos de reír
o 		de matarme.