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Poema Mujer Con Murmullo de José Antonio Cedrón



Ese buen amor de manos transparentes
y ese gusto tan especial que tenía
ese buen amor
por robar vino blanco en los supermercados
si una planta escapada de la reja
o un trofeo de losas cascadas atrás del vidrio
deshacía los nudos de corbatas
con labios apoyados alrededor del cuello
y la audición vibrosa de Nat Cole en castellano
perpetuaba los besos en la piel.
Buen amor tumultuoso
por épocas suicida
desordenado y tibio.
Buen amor como viene debajo de julio y el agua
con el vestido pegado al cuerpo
prolongando las venas del otoño en el rostro
los hábitos, las flores, el tiempo en los jarrones.
Buen amor cuando llega con su voz para el perro
(y la cartera a cuadros detenida un instante
para alzar los zapatos)
pone berro en el agua enciende fuego
y de costumbre entra en las cajas de las guitarras
como en los muelles
para los marineros que nunca más volvieron
por sus medias de nailon.



Poema Memorias De Inmigrantes de José Antonio Cedrón



Esa mujer tenía ojos azules
cuando entró lastimando con su carga el revoque.
Valijas de cartón, jaulas de alambre.
Si no fuera que un día le dejara pintarse
los labios a sus hijas, sería un pestañeo
la melodía fácil que le cambió el acento,
aquel olor a sal que se fue con las lluvias
y la costumbre húmeda del tiempo.
Los gallos no dijeron hasta cuándo.
Los años que pasaron descubrieron las
marcas ovaladas de retratos vacíos
la cruz de albahaca atrás de los postigos
y los ojos azules que esa mujer perdió
de mirar este cielo.
El mar quedaba lejos.
Su pañuelo ocultaba el oleaje vencido
de un pueblo en sus cabellos.



Poema Mcmlxxxiii/7 de José Antonio Cedrón



Y le pido de nuevo que no me deje solo
que todavía siento miedo a la oscuridad
a las voces que indagan el pasado
que no me deje solo
que otros duendes resuelven
lo que cuesta subir desarmado las alas
que anuncia el gallo nuevo
que no me deje solo con el eco
que me acompañe siempre
que respire y respire
nubes bajas se internan al agua donde bebo
que no me deje solo repitiendo esa luz
que despierta viviendo a contracielo
atrás de los retratos donde una vez
soñé con otro rostro
que no me deje solo en esta huella
que siga respirando por los remos
que siga respirando
que respire
que no diga hasta aquí.



Poema Mcmlxxxiii/5 de José Antonio Cedrón



En esta casa alguien vivió antes, y antes.
Dejó clavos de punta en las paredes
la forma de sus manos en un viejo jabón
olores a tabaco, en el lavadero sucio.
Huellas poco confiables.
Vivió esperando un ruido que lo llame
desde el amanecer?
Lo imaginó esperando?
Lloró también de frente, aquí,
contra estas puertas?
Qué lloró como qué hizo
cuando el sol se le secó en el horizonte?
Qué sintió de esta lluvia debajo del papel?
humedeció sus miedos el cielo de este techo?
Dudó del calendario con las manos cerradas?
Del amor?
Compró pan en el barrio y fue observado?
Vio sonrisas por él y no hacia él?
Nombró con el silencio?
De qué cielo llegaba?
Escribió cartas?
En qué idioma dijo, señor no puedo más?
Era extranjero acaso?



Poema Los Amantes Del Pueblo de José Antonio Cedrón



Se dice que llegaron hasta aquí en un tren nocturno, con las lluvias de agosto que cubren las sequías. Su amor dio que fumar que beber que decir. Fue la cosa más grande después de la mujer araña en los años cincuenta.
Eran irreverentes aquellos alaridos
incesantes se oían a la sombra del sol y las vecinas
como una cosa oscura que espiar, murmurar
y hubo anuncios de prensa y apagones en las horas jadeantes. Los jóvenes del pueblo imaginaban manos acariciando labios, senos, caderas,
brazos como la furia de los dioses esbeltos.
Interminables fueron esos días
que hasta la misma furia acabó maldiciendo
los brazos del ejemplo, las bocas, las caricias
pero ellos continuaron amándose en sus potros
atáronse uno al otro los cuerpos y los sueños
y las hierbas volvieron otra vez doradas las sequías.
Partieron como nubes llamadas por montañas.
Pájaros de cristal volteaban para verlos.



Poema La Adivina Del Barrio de José Antonio Cedrón



La que leyó la vida de vecinos y amigos
la que predijo novios con fortuna
cartas de amor y bodas en futuro
esa adivina nunca tuvo tiempo
para alejar los dedos de la mesa
y viajó por las líneas de las manos ajenas.
La que llenó la vida de los otros
entre cuatro deseos de baraja
hizo soñar muchachas en mi barrio
que tejieron ajuares sobre el cuarto menguante
de sus lunas.
Con secretos guardados en cojines rotos
la que escondió su piel del sol y de los ojos
entre tazas de té fotos y flores
confió su amor de siempre a aquellos astros
y eran sólo figuras con espadas y bastos.
La que nunca salió de su vestido
un día vio el deseo volarse del espejo.
La que le puso alas al murmullo
que se sacó las medias siempre sola
un día como ayer se perdió entre los colores
de un mazo de barajas.



Poema Esos Fantasmas de José Antonio Cedrón



Esos fantasmas llegan a casa
recogen en la puerta la soledad y pasan
pasan dentro de mí como esos trenes
contra barreras bajas
esos fantasmas pasan van sin rumbo.
Esos fantasmas llegan
se instalan en la silla y en la mesa
y sin que pida nada ellos hablan
esos fantasmas hablan con mi sombra
recorren la distancia amarrada a mis sueños
cantan mi compañía
esos fantasmas hacen mi morada.
Esos fantasmas andan tras mi rastro
esos fantasmas que llegan sin tregua
destruyen las hogueras del reposo
esos fantasmas son estos temblores
sobre puertos que fueron arrasados
esos fantasmas llegan
con sus labios de vidrio
con sus copas de vino
esos fantasmas son los que me invitan
esos fantasmas son y todavía viven.



Poema Entre Los Jeroglíficos… de José Antonio Cedrón



Entre los jeroglíficos hallados en tu almohada
enfrentarás la mueca de los días.
La distancia idealiza.
El sueño solamente demora esa costumbre.
Las miradas de entonces no quieren saber nada.
La mano que aún extrañas acostumbró su piel
al paso de tu ausencia.



Poema En Una Vieja Foto… de José Antonio Cedrón



En una vieja foto está escrita una fecha
y por detrás los nombres de nosotros
(sobrenombres y apodos en paréntesis).
Los que pudimos ser
de haber nacido antes o después
de esta historia
si los hijos que fuimos jugaran de este lado
no en aquella niñez
que siempre entorpecía la música de fondo.



Poema En Esta Casa… de José Antonio Cedrón



En esta casa alguien vivió antes.
Dejó clavos de punta en las paredes
la forma de sus manos en un viejo jabón
olores a tabaco, el lavadero sucio.
Huellas poco confiables.
Vivió esperando un ruido que lo llame
desde el amanecer?
Lo imaginó esperando?
Lloró también de frente, aquí,
contra estas puertas?
Qué lloró cómo qué hizo
cuando el sol se le secó en el horizonte?
Qué sintió de esta lluvia debajo del papel?
Humedeció sus miedos el cielo de este techo?
Dudó del calendario con las manos cerradas?
Del amor?
Compró pan en el barrio y fue observado?
Vio sonrisas por él y no hacia él?
Nombró con el silencio?
De qué cielo llegaba?
Escribió cartas?
En qué idioma dijo, señor no puedo más?
Era extranjero acaso?



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