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Poema Para Que Los Leas Con Tus Ojos Grises de Gustavo Adolfo Bécquer



para que los cantes con tu clara voz,
para que se llenen de emoción tu pecho
hice mis versos yo.

Para que encuentres en tu pecho asilo
y le des juventud, vida, calor,
tres cosas que yo no puedo darles,
hice mis versos yo.

Para hacerte gozar con mi alegría,
para que sufras tu con mi dolor,
para que sientas palpitar mi vida,
hice mis versos yo.



Poema Para Encontrar Tu Rostro de Gustavo Adolfo Bécquer



miraba al cielo
que no es bien que tu imagen
se halle en el suelo;
si de allí vino,
él buscaba su origen,
no es desvarío.



Poema ¿no Has Sentido En La Noche de Gustavo Adolfo Bécquer



cuando reina la sombra
una voz apagada que canta
y una inmensa tristeza que llora?

¿No sentiste en tu oído de virgen
las silentes y trágicas notas
que mis dedos de muerto arrancaban
a la lira rota?

¿No sentiste una lágrima mía
deslizarse en tu boca,
ni sentiste mi mano de nieve
estrechar a la tuya de rosa?

¿No viste entre sueños
por el aire vagar una sombra,
ni sintieron tus labios un beso
que estalló misterioso en la alcoba?

Pues yo juro por ti, vida mía,
que te vi entre mis brazos, miedosa;
que sentí tu aliento de jazmín y nardo
y tu boca pegada a mi boca.



Poema Negros Fantasmas de Gustavo Adolfo Bécquer



nubes sombrías,
huyen ante el destello
de la luz divina.
Esa luz santa,
niña de negros ojos,
es la esperanza.

Al calor de sus rayos
mi fe gigante
contra desdenes lucha
sin amenguarse.
En este empeño
es, si grande el martirio,
mayor el premio.

Y si aún muestras, esquiva
alma de nieve,
si aún no me quisieras,
yo no he de quererte:
mi amor es roca
donde se estrellan tímidas
del mal las olas.



Poema Nave Que Surca Los Mares de Gustavo Adolfo Bécquer



y que empuja el vendaval,
y que acaricia la espuma,
de los hombres es la vida;
su puerto, la eternidad.



Poema Lejos Y Entre Los Árboles de Gustavo Adolfo Bécquer



de la intricada selva
¿no ves algo que brilla
y llora? Es una estrella.

Ya se la ve más próxima,
como a través de un tul,
de una ermita en el pórtico
brillar. Es una luz.

De la carrera rápida
el término está aquí.
Desilusión. No es lámpara ni estrella
la luz que hemos seguido: es un candil.



Poema Flores Tronchadas, Marchitas Hojas de Gustavo Adolfo Bécquer



arrastra el viento;
en los espacios, tristes gemidos
repite el eco.

En las nieblas de los pasados,
en las regiones del pensamiento
gemidos tristes, marchitas galas
son mis recuerdos.



Poema Esas Quejas Del Piano de Gustavo Adolfo Bécquer



a intervalos desprendidas,
sirenas adormecidas
que evoca tu blanca mano,
no esparcen al aire en vano
el melancólico son;
pues de la oculta mansión
en que mi pasión se esconde,
a cada nota responde
un eco del corazón.



Poema Es Un Sueño La Vida de Gustavo Adolfo Bécquer



pero un sueño febril que dura un punto;
cuando de él se despierta,
se ve que todo es vanidad y humo…

¡Ojalá fuera un sueño
muy largo y muy profundo;
un sueño que durara hasta la muerte!
Yo soñaría con mi amor y el tuyo.



Poema Es El Alba Una Sombra de Gustavo Adolfo Bécquer



de tu sonrisa,
y un rayo de tus ojos
la luz del día;
pero tu alma
es la noche de invierno,
negra y helada.



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