Poema Guitarra de Gerardo Diego
Habrá un silencio verde
todo hecho de guitarras destrenzadas
La guitarra es un pozo
con viento en vez de agua.
Amor Amistad Familia Infantiles Fechas Especiales Cristianos
Habrá un silencio verde
todo hecho de guitarras destrenzadas
La guitarra es un pozo
con viento en vez de agua.
Sus rodillas de piedra, sus mejillas
frescas aún de la reciente alga;
sus manos enterradas en la arcilla
que el cuerpo oscuro hacia la luz cabalga;
y su testa nonata todavía, blanda silla
de recóndita luz, de espera larga,
fue ascendiendo detrás de la semilla
ida del verbo a la región amarga.
Ciego era Adán cuando la augusta mano
le impartió su humedad al rostro frío.
Por el verbo del agua se hizo humano,
por el agua, que es llanto en desvarío,
se fue mudando hacia el jardín cercano
e incendió con su luz el astro frío.
¿Qué importa cuanto no es azul o rosa,
pequeño violeta o rojo suave?
¡Ay, lo que pasará, tal vuelo de ave,
conmueve la mirada más ansiosa;
lo que no volverá!… Tan nimia cosa
como el rubor de un rostro, que se sabe
que se habrá de olvidar, con la más grave
emoción sella el alma. ¡Oh generosa
luz del olvido y de la muerte: sombra
que da el volumen lírico a la vida,
nimiedad por la que el vivir asombra!
Di, en lo que ya no volverá ¿no anida
el porvenir más grato? ¿No se nombra
con lo que muere toda nuestra vida?
Una gota de anís
resbala por tus m,uslos
con la indiferencia
de un barco que se aleja.
Suena el color dorado en las orillas del ojo,
del mar del ojo, del mal de ojo.
Sueña una imagen color naranja
con ser, eternamente,
una perseguidora quintaesencia.
Por eso, a las trampas del ojo
me encomiendo.
Y me inflamo, por si llegan a tiempo
las pesadillas del cristalino.
Será perderos pediros
esperanza qu′es incierta,
pues cuanto gano en serviros
mi dicha lo desconcierta.
Cresce cuando va más
un quereros que me hace
consentir, pues qu′a vos place
mis bienes queden atrás.
Mas verés con mis suspiros
la pena más descubierta,
pues cuanto gano en serviros
mi dicha lo desconcierta.
Siempre tendrás razones
Tú vas a sacar la espada
como un ángel
Y cuando la has desenvainado
ya eres un demonio
*
Escrito en piedra
Sin descanso
el río talla el canto
donde deposita su memoria
huella jeroglífica
del instante que mana
Y lees otro signo
anunciando que vendrá
el océano
I
Para beber con saña en tu mirada,
bastar?con mirarte sin abismo:
mirarte de una vez, sin espejismo,
con la lágrima firme y habitada.
V
La vida es un conjunto de atisbos.
El hombre
es un destello en el acaso…
XII
He dejado dormidas
las metáforas oscuras…
No es ningún pecado
que me entiendan.
XIII
De tan remendada que tengo el alma,
hoy,
en la ducha,
tres mosquitos mostraron más
personalidad que yo.
XIV
¿Que me vaya?
¿Que te deje?
¿Y si empiezo a respetar el
calendario?
XVII
¿Mentiroso?
¿Cuántas verdades te he dicho
para que me llames mentiroso?
XXVII
Me pesan los dedos
sobre el teclado.
Hoy
no bailarán mis fuerzas.
XXXIII
El silencio es el hijo pródigo
de algunos poetas.
XXXIV
Anoche soñé
que podía inmortalizar mis gritos.
Me levant?gritando,
pero, al intentar escribir,
me faltaron tres condenadas vocales.
XLI
Has tenido entre tus labios
lo que yo sólo puedo tener entre mis
manos…
¿Negarás que conoces
los despertares de mi cuerpo?
Del cuello de la amada pende un Cristo,
joyel en oro de un buril genial,
y parece este Cristo en su agonía
dichoso de la vida al expirar.
Tienen sus dulces ojos moribundos
Tal expresión de gozo mundanal,
Que a veces pienso si el genial artista
Diole a su Cristo alma de don Juan.
Hay en la frente inclinación equívoca,
Curiosidad astuta en el mirar,
Y la intención del labio, si es de angustia,
Al mismo tiempo es contracción sensual.
¡Oh, pequeño Jesús Crucificado,
déjame a mí morir en tu lugar,
sobre la tentación de ese Calvario
hecho en las dos colinas de un rosal!
Dame tu puesto, o teme que mi mano
Con impulso de arranque pasional,
La faz te vuelva contra el cielo y cambie
La oblicua dirección de tu mirar.
Espera un momento aquí,
volveré.
Ante todo tengo que desaparecer
en mí mismo un rato, busco mi Creador,
Dios, algo grandioso, algo eterno,
algo que me satisfaga o que por lo menos
cause la impresión de que para siempre
permanecerá y cumplirá
totalmente.
Un instante que comprenda
todo y que nunca
me abandone.
Ese momento de que hablé
espera aquí,
y mira, volveré,
no regresaré jamás
yo, que en este momento
estoy haciéndome..
Tomé en casa el otro día
tan soberano peludo,
que hasta hoy, caballeros,
dudo si ando mamao todavía.
Carculen cómo sería
la mamada que agarré,
Que, sin más, me afiguré
Que yo era el mesmo Gobierno,
Y más leyes que un infierno
Con la tranca decreté.
Gomitao y trompezando,
Del fogón pasé a la sala,
Con un garrote de tala
Que era mi bastón de mando;
Y medio tartamudiando,
Y con el pelo en la frente,
A causa del aguardiente,
Los ojos medio vidriosos,
Y con los labios babosos,
Hablé del tenor siguiente:
«Paisanos: -dende esta fecha
El contingente concluyo;
Cuide cada uno lo suyo
Que es la cosa más derecha.
No abandone su cosecha
El gaucho que haiga sembrao:
Deje que el que es hacendao
Cuide las vacas que tiene,
Que él es a quien le conviene
Asigurar su ganao».
«Vaya largando terreno,
Sin mosquiar, el ricachón,
Capaz, de puro mamón
De mamar hasta con freno;
Pues no me parece güeno
Sino que, por el contrario,
Es injusto y albitrario
Que tenga media campaña,
Sólo porque tuvo maña
Para hacerse arrendatario».
«Si el pasto nace en el suelo
Es porque Dios lo ordenó,
Que para eso agua les dió
A los ñublados del cielo.
Dejen pues que al caramelo
Le hinquemos todos el diente,
Y no andemos, tristemente,
Sin tener en donde armar
Un rancho, para sestiar
Cuando pica el sol ardiente».
«Mando que dende este instante
Lo casen a uno de balde;
Que envaine el corvo el Alcalde
Y su lista el Comendante;
Que no sea atropellante
El Juez de Paz del Partido;
Que a aquel que lo hallen bebido,
Porque así le dio la gana,
No le meneen catana
Que al fin está divertido».
«Mando, hoy que soy Sueselencia,
Que el que quiera ser pulpero,
Se ha de confesar primero
Para que tenga concencia.
Porque es cierto, a la evidencia,
Que hoy naides tiene confianza
Ni en medida ni en balanza,
Pues todo venden mermao,
Y cuando no es vino aguao
Es yerba con mescolanza».
«Naides tiene que pedir
Pase por otro Partido;
Pues libre el hombre ha nacido
Y ande quiera puede dir.
Y si es razón permitir
Que el pueblero vaya y venga,
Justo es que el gaucho no tenga
Que dar cuenta a donde va,
Sino que con libertá
Vaya a donde le convenga».
A ver si hay una persona
De las que me han escuchao
Que digan que he gobernao
Sin acierto con la mona;
Sáquemen una carona,
De mi mesmísimo cuero,
Sino haría un verdadero
Gobierno, Anastasio el Pollo,
Que hasta mamao es un criollo
Más servicial que un yesquero.
Si no me hubiese empinao
Como me suelo empinar
La limeta, hasta acabar,
Lindo lo habría acertao;
Pues lo que hubiera quedao
Lo mando como un favor
Al mesmo gobernador
Que nos manda en lo presente,
A ver si con mi aguardiente
Nos gobernaba mejor.