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Poema Escenas Renacentistas (i) de Carlota Caulfield



Foyer et Enfant

El vino de l?impalliata
se fermenta con membrillo
y despide penetrante aroma
de almizcle.

La pelusa cenicienta de mi vientre
se espiga y late
a los sones de tu risa estrepitosa.
Tengo vida en mi ser:
mi criatura es dueña,
y yo soy casa, alimento y vestido:
cassoni mitológico
de Giorgione.



Poema Encerrada En Pastrana En 1585, Pienso En Ti de Carlota Caulfield



Antonio de mis amores
alcanzo el punto central de la Rueda.
Recorro la síntesis de una noche
contigo desnudo en mis brazos:
¡Que muera el Rey!
Hablemos de política,
destruyamos las convenciones
y amémonos, que el tiempo es poco.

Vuela la paloma
sobre mi recinto de sombras.
Mi ojo izquierdo sigue siendo
el décimo arcano del Tarot.
El último arazo
de mi vida mortal
tiene una túnica naranja.
¿Quién dijo aquello de
Post coitum, animal triste?

A mí me llaman Eboli, la profeta.



Poema En Esta Hora Apaciguada Y Dulce de Carlota Caulfield



¿Sabes que soy muy pesada de manos? Me gusta
pegar; creo que acaricio y dejo una mancha. Las mu-
chachas que viven conmigo dicen que mis palomas
(las manos) son en verdad gavilanes…

(Carta de Gabriela Mistral a Manuel Magallanes)

Manuel, esta es mi carta XXVI
y sigo disfrutando este hablarte.
Me hubiera gustado ver la tarde contigo
y ser dichosa y tener paz y quererte.



Poema Durante El Renacimiento, Siempre Hablamos De Amor de Carlota Caulfield



En el llamado Libro de Cocina, códice V, de la Universidad de Pisa, leí una receta verdaderamente curiosa titulada «Anónimo deseado». No me es permitido reproducir la receta, sólo puedo decir que metí ls manos en una pasta fría y que trabajé con la imaginación hasta ver las cosas más curiosas y encantadoras de varios mundos. Sólo de pensar en la receta me pongo a punto de miel y me desmenuzo como tórtola con tres garras de halcón más cien gramos de canela, y un gramo de pimienta negra. Me pongo en una ollita, hasta estar bien cocida y…



Poema Carta De Una Virgen Del Sol A Su Amante de Carlota Caulfield



En una tinaja
escondo el quipú
con la historia
y los sonidos
de nuestros besos.
Querido mio,
Guarda bien la cinta de mi talle.
Piensa en mi pelo y en sus adornos.
Yo pienso en ti y te aseguro
que muy prontico sobornaré a mamaogro
para seguir tejiendo de colores tu cuerpo a mi cuerpo.

(Para Abraham)



Poema Carta De Lucrezia Borgia A Su Confesor de Carlota Caulfield



Padre, si usted fuera mujer
entendería las razones
y no me haría decir tantas avemarías
Padre, ¿no se da cuenta?
mi castigo de ahora
es libertad en el siglo XX.



Poema Carta De Camilla De Pisa A Francesco Del Nero de Carlota Caulfield



¡Que Dios castigue con toda clase de castigos a esa
mujer que en este mismo instante posee aquello que me
es más querido en este siglo XVI! Maldigo las noches
y todos los instantes que pasas en otros brazos que no
son los míos. Malditos sean los besos y todos los actos
que me causan tanto dolor. Dios mío, dame paciencia.
No hay nada que yo pueda hacer.



Poema Bifurcaciones En Busca De Espacio de Carlota Caulfield



Del castillo feudal y sus zozobras,
hago arpa, laúd y guitarra,
y subo a la torre
en el puente levadizo
de tu bellísimo vientre.

Describo tus ojos,
el arco de tus cejas.
Toco tu mirada,
presiento tu boca,
y tu sonrisa estalla
en mis brazos,
sobre tu talle estrecho.

¿Hay mayor placer
que una caricia
de tus dedos largos
en la embriaguez
de mi jardín alborozado?



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