Poema El Uro de Luis Benítez



El Uro de Luis Benítez. Te invitamos a recorrer los poemas de Luis Benítez. Disfruta también de nuestros poemas del alma, de amor, de amistad , de familia, etc. Otros poemas que pueden interesarte son: Deja Que Hable Ezra Pound, Del Amor Por Los Bárbaros, Del Útero A La Tumba Un Sueño Te Llevará, El Hudson, El Mar De Los Antiguos, El Pescador De Perlas, Aquí puedes acceder a los mismos o ver toda la poesia de Luis Benítez


Poema El Uro de Luis Benítez

Detrás del tiempo un animal me mira:
él sabe lo que escribo porque antes de mí
ya ha sido un nombre. Es el uro.
Fantasea quien lo toma por el toro.
A veces es un pájaro, un río, el viento
y a veces es un algo que deja en las ramas
grandes manchas de sangre y un paso
que se aleja, macizo e invisible.
No lo vulnera el hacha ni la piedra
de una arcaica Europa que aún no sueña
con forjar metales y la Historia.
Es el uro. A veces es un hombre
que huye de sí mismo.
Un animal pensante que añora volver al bosque
del eterno presente, a las pasiones soberbias,
a la ira, la furia y la muerte violenta
del dominio y el celo.
Es el uro. En sus ojos rojizos
hay un algo execrable.
Nos aterra que vuelva y que vuelva
Dionisios con su corte de faunos
y el terror y la noche derrumbando ciudades,
sumiéndonos en el fuego de los dioses hambrientos
que reclaman la tierra, la luz, el aire. Las imaginaciones.
Es el uro, En el linde de las ciudades
todo esto cabe entre sus cuernos.
Allí donde recuerda, una por una,
las traiciones del hombre.
No rumia venganzas, no planea
surgir en la cómplice noche a cobrarse
el desquite con sus dos puñales, si el terror
del retorno no bastara para matar a un hombre.
No se mata a los muertos. ?Soy el uro.
Zeus usó mi forma para raptar a Europa.
He visto, inmutable, en el rodar de las estaciones
pasar a los fenicios, los partos y los griegos.
El tiempo es un solo día. Maté a un inmortal
en la aurora y en Sumeria y a mediodía
me describió Plinio el Viejo, entusiasmado.
Cartago duró una hora; Roma, quizá dos.
El niño Lutero me temía: ya era una leyenda.
Creyó extinguirme un cortesano del siglo diecisiete:
la tierra que lo cubre tienen a su estirpe,
su esposa y su palacio. Ése es el hombre:
polvo que tragan las colinas.
Soy el uro, lo real. Él es imaginario?.





Mas poemas de Luis Benítez


Poemas de Otros Autores


Mas Poetas Para Disfrutar

No hay comentarios »

No hay comentarios.

Deja un Comentario



Políticas de Privacidad