poemas vida obra hector urruspuru

Poema Un Anciano Encerrado Entre 4 Paredes… de Héctor Urruspuru



Un anciano encerrado entre 4 paredes ha corporizado a un joven apuesto, le ha colocado de pié, en la acera contigua.
Ha dado cuerda al reloj de su alma y ya está el joven en consecuencia, echado a andar por el barrio nuevo.
25 pasos y ya ha preñado a una joven de mirada celeste en la esquina subsiguiente. Esa mujer que ha dado a luz un chirlo en las nalgas del mundo. Mundo de grito mudo. Ahí nomás, al toque.
Ahora el anciano ha puesto fuera de control al joven, le ha impuesto velocidad.
Loco-se-barra-espaciadora-lo-estrella contra la vidriera de un bar y habla así herido, sobre Dios y su libro de leyes a los parroquianos, entre trizas de vidrio, su voz: el goteo cruel de un suero, brazo extendido, mirá como quedé…
Y roba, el dinero de la caja este joven.
Y huye.Y toma como rehén al pasaje de un colectivo, carrocería y corazón obrero, cuantas ruedas caminos, miradas, miradas por la ventanilla ensimismada.
Y finalmente el joven es muerto frente a la Casa Rosada, en una manifestación espontánea, llena de palomas negras, reclamos válidos, ese su hijo el sin voz, que sobre el final de esta historia ya no tenía ni para comer…

Colofón:
El anciano encerrado entre las 4 paredes es llevado a su cama, lo
acuestan. Cambian su pañal para adulto con gel, lo visten de celeste
para el sueño.
Y alguien, la de siempre, la lejana, la más mía como diría un tango,
apaga la luz del cuarto, por él.



Poema Toda Una Temporada… de Héctor Urruspuru



Toda una temporada bajo la ducha borrando el rastro de tus besos los días interminables el invierno, nosotros cazadores de penumbras. La sangre de lo asesinado la boca de humo los ojos cerrados soñando, el vapor del agua caliente el calor/color de tu desnudo en el vidrio empañado que todo lo lava el agua gran cobra de cristal que me envuelve, el agua. Por exceso de haberte amado vos mi esencia de hojas de menta dejo correr gotas precipitadas hacia los mallines de la razón para hacer posible una tarde nueva en la memoria, nuevo parque nuevo portal al cielo de tus manos ciñendo (y empezar de nuevo).

Agua santa es la que necesito en este fin de la historia donde ya no hay infierno y desnudarte que comenzaba la tarde naranja la mirra encendida, el vino alemán, un crimen en las palabras. Preguntar por toda vos en mi libro inédito cuando estabas tan abrazada toda dispuesta al sacrificio del verbo en rojo, amor en giros concéntricos, cubierta de nubes aún está la habitación (y empezar de nuevo)

(y empezar de nuevo).

No ha habido luna mejor en la tierra. Desierto sin color que genera su propia existencia de flor aromática.

Un hombre y una mujer.

Gran cobra de cristal deslizándose.

Las páginas en blanco por desandar.

No ha habido luna mejor en la tierra que vos…



Poema Que El Hombre Del Sueño No Llegue… de Héctor Urruspuru



Que el hombre del sueño no llegue tsé-tsé,
no me vea abandonado a merced del león y sea tarde
para mutar en masai y lanza, es decir: ?La vida! El Africa..!?
y no también: la mamba

que todos mis atardeceres han deseado un Holland & Holland
partir el cráneo del búfalo, un único balazo, un búfalo como la noche
sin tam tams innecesarios

contar esta hazaña en las hogueras, la carne de bronce, dialectos de la lluvia
diamantes y estrellas, ni musulmán ni hebreo ni cristiano siquiera,
y ríe, ríe si pudieras, y dame, un dios cualquiera: un búfalo muerto,
o mamba entre los pies desnudos, cuernos de animal
dibujados, semiborroneados, en la tierra

ciento veintitres mil moscas (y no llegues)
espinas que desgarran si se corre entre las fiebres
dame, embiste contra mí, con un dios, una máscara cualquiera
carga, desde dorado pastizal desde drogado sueño,
y tsé-tsé en el aire, que es voluta verde… que se quema

pero mi búfalo huele, el aceite de la escopeta, y en realidad huye de este poema
como un diamante negro o mejor dicho, escapa como ópalo, desaparece: como estrella
y he quedado en la actitud del caminante, viento rojo desde mis espaldas,
mi plexo blanco / sobre la luna llena

y ventea así la bestia ausente, la fragilidad de mis palabras,
y el cazador pisa entonces al fin, descalzo, a la mamba
y ya no vuela sobre mí la mosca del sueño, sino la mariposa nocturna
y desdoblado: el cazador que es desde el hombre que soy

ya no despierta.



Poema Personajes de Héctor Urruspuru



… que pasa?
los trenes llegan a la estación Saenz Peña
baja el viajero del maletín de cuero.
No dice nada.

Herminia, baja del cerro
con su majada blanca
llega a las casas,
no dice nada.

Ramón,
siempre en el mismo bar esquinero
mirando por la misma ventana.
Y hoy, ?no ha querido hablar? (sic).

Que pasa?
(… sin embargo no vengas a decirme con tu papel maché de colores que estoy parado en la vía equivocada que viene el tren que tren que la bebida loca no es un ave ?loca? es la coz de un burro en la sien)

que pasa?
leo que Herminia
no tiene más carnaval
no le llega el eco del alma
y los erkes de Purmamarca
apenas si el rumor de la sopa
en su plato de aluminio
el padre nuestro
en la voz de las pancartas
pancartas
que le pasan a 800 mts por la ruta
cerca
muy cerca de las casas.

Herminia está vieja de golpe
como un cuadro de Fader. Stop.

Que pasa?
Ramón que no es Sijé
que nunca ha leído nada
excepto el diario Clarín de la mañana
mira el empedrado… la lluvia…
con temor de que ya estén tercerizados
y ni la tristeza entonces sea de él
que tenga evaluar costos por toda ausencia…

(ésta acuarela cada vez más recurrente, Presidente…)

y Ramón es un tango, ahora
de los que seguro desechó Piazzola
en un verano porteño de fainás,
de Cinzanos con Fernet.

Y el viajero, homosexual y griego
pregunta por Ithaka
y está con su maletín de cuero
y su underwood apoyada
en el andén de cemento
llegó (pobre)
para ver un país en quiebra
un país de papel maché

y el viajero, que de tan extranjero,
ahora es Argentino,
y nos termina de aniquilar con su desidia,
con la puesta de sol dolar que imagina
y ha comenzado a recitar
un poema que escribió, dice,
en Wall Street, que concluyó, dice,
en el corazón negro del rubio Manhattan.

Y la majada…
se perdió atrás del valle,
nadie la salió a buscar,
con silbidos
con piernas cansadas
con sueños de pancartas
con ollas populares
desde las casas…

Y Sí,
sin cabras / sin Fader
no es posible el cuadro;

sólo el hambre. Stop.
Sólo el hambre.

Sólo el hambre Señor.



Poema No Se Doblega El Halcón Frente A Las Llamas… (cetrería) de Héctor Urruspuru



no se doblega el halcón frente a las llamas color petróleo de la noche,
dónde está… díganme: ?la rodilla del halcón??
dónde entonces, un halcón genuflexo? o cuándo?

y qué hacer con él si no vuela?
si acepta de buen grado arder en el cielo nocturno, por siempre?
asteroide incandescente suspendido quieto,
meteoro que aguarda la voz de dios para seguir su derrotero…

– eso es el halcón –

los halcones no mueren sobre la tierra deciden caer inertes hacia lo alto, ya ves, que no existe el arriba o el abajo en el alto, abismal, cielo estrellado

los fantasmas vuelan en las sombras y no hay ciudad bien avenida que no tenga muertos que vuelen,
y no hay cielo por más mal nacido que no tuviere un halcón que en él, alguna vez, no haya girado… y girado

cuando el halcón hace el amor en su nido se vuelven de oro las ramas con las que el mismo está hecho, y de allí sale un arco iris de colores neutros… opacos,
que cruza hasta el amanecer la noche dejando en el aire puentes veloces de pasión y graznidos de sexo, de vértigo…

– eso, es el halcón –

Epílogo:
yo, Urruspuru, hice cetrería cientos de años atrás en tierras moras, y cabalgaba un desierto ocre que devenía en un mar celeste debajo de un cielo celeste sin horizonte visible posible, en donde mi halcón cazaba a la paloma de Pablo Picasso, que ya había nacido para ese entonces, cobarde, blanca, y de huidizos ojos rojos.



Poema Las Cartas De Las Que Hablo… de Héctor Urruspuru



las cartas de las que hablo son azules y son lacradas
se guardan en casilleros con llaves de hielo
y no les llega la humana inmisericordia
estas cartas íntimas, son prohibidas
están censuradas vedadas
a la vista poderosa del cuervo crítico
que devora todo aquello que no es blanco
– y solo porque él es tan… tan negro –
y la lluvia ácida de su orín
no borra las letras de oro de éstas cartas
nunca más
– dijo el cuervo, nunca más –

y tu nombre en ellas esta a resguardo
de la belleza tonta, recurrente
del que escribe sobre las olas del mar
de la gaviota idiota
de la belleza histérica de la mariposa kitsch
de la palmera centroamericana
del ?oh! pez dorado! pez dorado…!?
las fotos de la niñez…

tu nombre
mi gran amor último amor
solo lo digo con honor aquí, en los márgenes

tu nombre
no esta imbuido por la inmoral luz del sol
la patria de este tipo de bellezas obscenas
tiene una bandera que uso
para limpiar heces calientes
los vómitos ambarinos de la embriaguez

las horas insoportables
en las que simplemente no estás
y escribo las cartas…

Y escribo las cartas.



Poema La Mujer De 20 La Mujer De 26 de Héctor Urruspuru



La mujer de 20 la mujer de 26,
subida sobre las zarzas rojas.
La mujer de 40 (no la de 50)
empecinada, sobre el ajedrez líquido
que implica: el juego del balero.

La mujer de 35 (no la de 18)
fotografiada
sobre la vereda sin vereda de enfrente
soledad de la calle mínima:
canción.

La mujer de 48 la pasta base,
el tiro colombiano en la nuca
desde una motocicleta veloz
razón de vivirmorir:
la separada

Y la mujer periodista
la notera
perdiendo la peluca juvenil
dejando en el entrevero
olvidada a su moral.

Huija che!



Poema Fue A Levantar El Martillo de Héctor Urruspuru



fue a levantar el martillo
y no pudo levantar el martillo
fue a clavar el clavo en la pared
y no pudo
no pudo con la ventana
por la que veía al mundo
abrirla

llévenle un té
a este dios de la ubicuidad
ahora
es un ángel oscuro que cae
– un reducido lugar –

alcáncenle los lentes
que lea las noticias
denle la sopa
el pan
el control remoto el sillón marrón

los años
tienen piedad para con los excesos
nos devuelven a la plaza pública
– el pensamiento simple –
– el maíz / la paloma –
……………………………………………….
el ex-dictador
hamaca a un niño
es un abuelo de mirada dulce
camina lento

Dios
y la vida tonta
como que perdonan

nosotros no.



Poema Entre El Humo De Los Neumáticos… de Héctor Urruspuru



entre el humo de los neumáticos se veía arder
helicoidal y pequeñito, al espíritu de nuestro beso
nro. 2, dado, sobre el puente duro; duro de los días

tentadísimo de hablar sobre tu palestina, tus ojos claros
pero no, el amor es una víbora sagrada y de oro
que en todo hueco caliente desaparece
en silencio / luego de haber dejado casi sin aliento,
al cuerpo exhausto
– el cuerpo social –

————————————————————————————
qué cosas nos unían? el desasosiego, tu jean gastado?
el sabernos serios en la foto del diario?
y en esta suerte de huelga permanente de los sentidos crípticos?
desnudos?
desnudos y del color del sol cuando declina declina siempre,
sobre el puente?
– el cruce a la estadística más feroz –

el óxido de las tardes en el cielo la fe de hierro en la asamblea
contar en la madrugada 10 colectivos en fila 10 en niebla, y siluetas
que se encolumnaban / desdibujadas / a lo largo de toda, toda Avda. nueva

tu nombre a beberse sobre el borde del vaso de vino mientras te espero
y ojalá que para este poema hoy haya lluvia… (tanta lluvia)
que así no hay patrullero que pueda entrar en los barrios de la memoria
… y justo ayer lunes 12, que comencé a escribir sobre lo nuestro
como aquella vez en una pared a la cal con un carbón hallado muerto,
en el descampado / carboncito para el horno de barro
mineral pequeño quería ser pan sin manos atadas. Hallado sin vida.
– Te vengaremos –

Pero que hacía allí besándote? y que sublevación nos es ahora tan necesaria?
oh Dios! cuanto olor azul en el recuerdo de aquel comedor comunitario
y ven entonces! vuelve a abrazarme en crisis! en sed! en hambres sucesivas
en soledades diarias! /
– los hombres no lloran –

Y no fue justa esa pertenencia y yo no estaba allí, así, digamos:
con sobrecarga de lirismos sobre el esqueleto del caos
(entraba y salía – stop – entraba y salía)
sobre el mármol de alguna facultad transgénica y estudiantes en rojo
sobre sueños de libertad y el amor para el que al fin no hubo tiempo
y fue,
apenas un segundo un insert / en el film testimonial
– film / que ahora se difunde en el extranjero –

nunca, fui, de tu mundo corazón, lo siento,
ni tú lo eras en verdad con esa tu suave voz / sonido de rosas amarillas,
reitero:
ni lo es aún este amor militante para la estadística del gobierno
ni en realidad tendría… porqué serlo

la guerra fue desatada y llega, con su hálito de mirra encendida
con su muerto mediático, en el día a día
con su acento monótono-átona bala de plomo en el cráneo. Llega.
Lejos de toda sirena triste todo hospital del cono-urbano
lejos del humo de los neumáticos descendiendo al sur
– descendiendo al sur –

el mejor de los lobos muta en serpiente y no sabe de distancias
ni de palestinas enamoradas rodeando a tu cuello
descansa apenas, muda su piel en aguas sagradas
no le da lugar al cariño mientras recorre el continente
repta, se sumerge, sisea entre la gente
las redes hídricas llevan su mensaje de fuego

– pero… y nos van a matar a todos –
(- nos van a matar a todos! -)
al fin / siempre / es un pretexto la pasión
para terminar como en un vitreaux de miedo /
en virgen de terracota concluir
en columna de mármol partida al medio
en 6 palabras grises:
– nos-van-a-matar-a-todos –

somos una cantidad con palos con piedras, mensurados, cuidadosamente,
por un demonio rojiblanco y azul y la poesía:
solo una excusa burda, pueril,
asfáltica… falta de fé

por eso mi amor de ojos tan claros sobre el puente,
por el bien de todos los barrios en lluvias desaparezcamos / seamos /
fantasmas entre casas bajas…
entre el verbo llamado a silencio reagrupémonos / hagámoslo /
entre las sombras, ayudemos
a todas
todas las revoluciones del alma

————————————————————————————

Colofón:
… y así era
como me hablabas del estío y caminabas
con tus zapatillas por el barrio
y tu sonrisa jugabas / a entornarla en tu pañuelo
y la memoria de lo bueno, sobre el puente
besos nro 2, dados…
esos besos…
de un espíritu helicoidal, y pequeñito
elevándose con el humo de los neumáticos hacia Dios
esos besos… van a ser siempre en blanco
y van a ser clandestinamente,
siempre en negro.



Poema El Hombre Mediático de Héctor Urruspuru



Quisiera que tu poema me llegara desde lejos, desde los campos.

Voceado por la gente.

En charlas de camioneros al costado de la ruta.

No quisiera jamás verte editado.

Ni que se molestaran por tus escritos en las radios.

Que tu poema tuviera el olor del lugar donde fuera comentado.

Y que se leyera entre líneas que creciste a base de aguas sanas,

y de hogazas de pan, (como hogazas de Dalí),

levadas entre trinos de pájaros.

Pero que ni se piense que tu poesía fuera por ello

banal, simple, cotidiana.

Que quedara en claro

cuan convocante de los humildes del nuevo orden

restableciente de los enfermos terminales

inspiradora de los suicidas

fuera.

Y la manera de arengar, disponer, reagrupar.

De fuegos de revolución y con esencias necesarias,

y repentina, como el beso liberador de la tormenta en espacios abiertos.

Con el poder para derrocar a los corruptos

y al hombre mediático y sin juicios previos

sus fusilamientos.

No.

Que no se masturbara tu poesía.

No hiciera zapping.

No comprara histérica los nuevos mouse.

Nuevas release del software, como nuevos liftings en Brasil.

Información. Más información.

Información como drogas duras.

Duro hardware duras retinas enfermas.

Piel blanca pegada a la pantalla.

Sonrisas de brillo irreal,

como muerte auto-asistida en la madrugada.

Titulares gritados.

Información. Más información.

Como sexo pagado. Como coima.

Como fraude, estafa, mentiras. Imágenes. Imágenes.

Veloz hombre mediático.

Corazón de Movicóm.

Un poema tangible.

En el viento.

Que toda mi alma cansada

y lo que resta de mis dedos con sabor a dólar

esperan.

Un poema no editado.

Que llega entre murmullos. Como lluvia que se vuelve río.

Desde lejos.

Desde los campos.



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