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Poema Cuerpos Recién Amados de Héctor Urruspuru



Si hay algo que quisiera decir, antes de que la naturaleza me vuelva síntesis (trazos de carbonilla),

es que amo, profundamente, el olor de los cuerpos recién amados;

y la falta de orden en tu pelo y en tus gestos,

que quién sabe de qué alturas vienen bajando.

Si hay algo que quisiera escribir (dulce patrimonio de lo que es gemido confesar)

Es que soy un pintor y un músico fracasado. (Sí).

Sin embargo, la levedad azul de tu espalda en el cuarto,

es canción en cuerdas de acero y un aguafuerte desmesurado;

y generan, el camino… demoradamente largo

de tus piernas desnudas que van,

de la cama perfumada al espejo del baño.

Naturaleza y síntesis, entonces. Carbonilla y trazos.

Quebrado amanecer de miel. Ruta solitaria.

Que seguramente no seré de ti, ni memoria de a ratos.

Pero hay,

hay algo que quisiera decir

(deliberada criatura de azúcar y cabellos despeinados);

y es, que amo… profundamente…

el olor de los cuerpos recién amados.



Poema Cubilete de Héctor Urruspuru



La que escribía como hombre
y el que escribía como mujer
– se encontraron –
en la esquina del sexo y de la duda
y se prodigaron, sí, que se prodigaron
como si este mundo cruel
acabara mañana

ellos
dados echados
desde un cubilete caliente.



Poema Amigo de Héctor Urruspuru



soy el amigo de la escritora
figuro en 2 de sus poemas
figuro mansamante
convivo con un telar pampeano en uno
con una ventana de madera inglesa
(y estoy a contraluz) en el otro

– todo bien, todo bien… –

… ella no sabe
que me hubiera gustado
el poder leerme
en ese otro, el que habla del perro muerto
el que le lamía en sueños, la entrepierna.



Poema Almorzando En La Fonda De Marcelo de Héctor Urruspuru



?En el medio de la plaza
del pueblo de Pehuajó
hay un letrero que dice:
la puta que te parió…
?
J.L.Borges

… te cuento que he ordenado calamar relleno
con arroz amarillo.
Acompáñalo ahora: un vinito patero
y soda de sifón: ?A. Villares e Hijos?

y te preguntas:
? en estos versos,
donde a fijado residencia, la poesía?…?

te respondo:
en la parte en que leerás como en sueños,
que el cefalópodo
concluye de gemir orondo
su voz de muerte y de sal,
dentro de mi bocotota de gordo…



Poema A Domingo Martos (mi Maestro) de Héctor Urruspuru



La muerte del viejo surrealista se logra con un trazo firme
seguro
una línea gruesa que la divide en formas grises
de sólidas filosofías cubistas
y lo desperdiga luego en cientos de hojas ocres
sobre los Santos Lugares su tierra pequeña
al lado del cielo siena de Saenz Peña.
Se le dice al oído
que su amor está enterrado en ataúd de mimbre
con esencias perfumadas por siempre
y que por él que va hacia ahí
no habrá plañideras ni lunas rojas
ni miradas amarillas
ni juegos de naipes taimados mortales.
La muerte del viejo surrealista
se continuará en la voz de Acosta (de las paganas tierras de Caseros)
que desde la cárcel borracho humillado en azul eléctrico y frío
dirá como aquel: ?En cualquier momento, me pájaro y me vuelo…?.
En la fosa más pobre
el viejo surrealista de cuerpo liviano y ramas secas
permitirá que el viento que sustenta a pelícanos negros
pase irisado entre ellas las ramas de oro
se vuelva sonido y sea:
los algodonales y los obreros
las coplas de vinilo
los sonetos de tallada madera
los anocheceres de estatuas de piedra
los poemas en la Rusia esteparia
las ginebras de fuegos blancos
… las ginebras de fuegos blancos
por él servidas
?Lección número uno:?
?para comenzar a entender el camino de las letras…,
lección número uno…?

La muerte del viejo surrealista
(columna dórica en el aire)
torna a las manos del poeta un tanto más solas
lo obliga a brindar con el vacío
lo ubica en una avenida inmensa final y solitaria
en la madrugada naciente la del surgente dolor.

Y de los bares en invierno
nos va llegar su palabra alegre
que dirá: ?Señor
somos esencia de elevadas travesías
y nuestros sueños
nuestros sueños naufragan hacia arriba…?.



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