Poema Todos Los Puertos Ii de Toni García Arias



En todos los puertos habita
una prolongación de mí ?ojos,
piel,
sístole,
diástole,
labios para un beso-
que nace o muere cada día.
Son ojos,
piel,
puerto,
travesía,
de los pequeños dioses indígenas,
blancos y negros,
que habitan la isla que soy
ayer,
hoy,
mañana.
Lógica insensata que encierra el universo mar;
zarpa un barco
su futuro es regreso.



Poema Un Cierto Despertar de Hjalmar Flax



Esta mañana de metales mórbidos
la brisa duerme. El humo de las fábricas
inserta el horizonte
de inmensas rosas malvas deshojadas.

Pero mi corazón está tranquilo.
La noche le rindió sus apagadas
distancias, sus luceros
iluminaron besos y miradas.

Se levantan los ruidos. Resplandece
el sol de la ciudad.
La brisa duerme aún y malvas rosas
adornan las montañas.

No alzaré las cortinas. Ella duerme
y el recuerdo del sueño dura en mí.



Poema Con Baja Y Lenta Voz de Romeo Murga



Nadie lo sepa, amada, y a pesar del espacio
que nos separa, hablemos con baja y lenta voz
de aquel amor que yace, como un niño dormido,
sobre mi corazón, sobre tu corazón.

Tú eras una divina mujercita pequeña;
cabellera de sol, grandes ojos de sombra.
Yo tenía tan sólo mi corazón que tiembla;
yo no era más que un niño aspirando una rosa.

Rosa que todavía me perfuma las manos,
y nunca será flor entre las manos de nadie,
porque le dió su sabia mi corazón extraño
que es una rosa viva, de pétalos de sangre.

Puro y claro, mi amor me dio el gozo y la pena,
la pena de perderlo para no hallarlo más.
¡Por qué no te amé siempre de lejos, de muy lejos,
como el mar a la luna, como la luna al mar!

Así no sufriríamos de este recuerdo, ahora,
Pero no… consolémonos y bajemos la voz.
Nos endulzó y pasó, como todas las cosas.
Calla. No maldigamos, ¡Si nos oyera Dios!



Poema Mudanza De Casa de Poetas Chinos



Hubo un tiempo en el que quería vivir en una villa del Sur,
pero no porque me guiaran los augurios.
Había escuchado que muchos hombres simples vivían allí,
con ellos estaría contento de pasar mis mañanas y noches.
Durante muchos años este fue mi deseo,
y hoy voy a realizar mi tarea.
Una cabaña tan pobre no necesita ser espaciosa,
todo lo que quiero es una cama y un colchón.
Con frecuencia mis vecinos vendrán a verme,
discutiremos vociferando acerca de los
tiempos de la antigüedad,
disfrutaremos leyendo juntos escritos raros,
y aclararemos todas las interpretaciones dudosas.

* *



Poema Cuentos De Harmonía de Julio Herrera Y Reissig



Entra el viejo Orfeo. Mil notas auroran
El aire de ruidos, mil notas confusas;
Suspiran las Musas, las Sirenas lloran;
Las Sirenas lloran, suspiran las Musas.

Misteriosas flautas, que modulan gritos
De bacantes ebrias, de hetairas locas,
Cantan las canciones de los tristes mitos;
de los besos muertos en las regias bocas.

Finas violas trinan los rondeles breves
Que en la danza regia dicen los encajes,
Las suaves y amables carcajadas leves
De las suaves sedas de los leves trajes.

Sistros marfilados hablan de las lidias
De los viejos reyes; de su real decoro;
De Judith y Esther cuentan las perfidias,
Los asesinatos de sus besos de oro.

Címbalos de plata cuentan las historias
De reinas de Saba; de sangrientas misas,
Y cascabelean las divinas glorias
De los viejos bardos y las pitonisas.

Suaves mandolinas desabrochan llantos
De Mignones ebrias y Lilís divinas,
Y hacen las historias, de crueles encantos
Y dulces venenos, de las Florentinas.

Cuernos y zampoñas, cobres y trompetas,
(Que tienen el triunfo dorado del Sol)
Aúllan y ladran y rujen y gritan,
(Los himnos más rojos en tono i bemol).
¡Hablando de guerras, de sangre, de atletas,
De incendios, de muertes y cosas que excitan!

Órganos tronantes murmuran canciones,
De mística, vaga, celeste harmonía,
Que hacen de las barbas de Jehová vellones
Para ornar la mesa de la eucaristía.

Discretos violines hacen historietas
De pies diminutos, escotes y talles;
De anillos traidores; de las Antonietas,
De los galanteos del regio Versalles.

Narran mil alegros, de collares ricos,
De aleves conquistas, de alcobas doradas:
Las conspiraciones de los abanicos
Y las aventuras de las estocadas.

Timbales y oboes, panderos y gaitas
Son gitanas tristes, ebrias bayaderas
Que dan el almíbar de las chirigaitas,
Sangre de cicutas, celos de panteras,

Que sugieren dramas de placer y llanto,
Risas y suspiros de Selikas locas,
Sollozos de Aída, ramos de amaranto,
Orgías de vasos, puñales y bocas.

Graves clavicordios, tristes violoncelos
Susurran amores de duques suicidas,
Y hablan en la lengua de los terciopelos,
Del vino que usaban las reinas queridas.

Guitarras sensibles, en raudos alegros,
Hablan de toreros, chulos y manolas;
Fingen las tormentas de los ojos negros,
Y hablan de los celos de las reinas Lolas.

Ríen con la risa del castañeteo,
Vuelan con el vuelo de la seguidilla,
Y hablan del hechizo que en el culebreo
Ponen las sultanas de la manzanilla.

Sugieren de pronto caderas ariscas,
Gestos que provocan, y ligas que atan;
¡Toros de lujurias, besos de odaliscas,
Canelas, mantillas y piernas que matan!…



Poema A Miss X, Enterrada En El Viento Del Oeste de Rafael Alberti



¡Ah, Miss X, Miss X: 20 años!
Blusas en las ventanas,
los peluqueros
lloran sin tu melena
?fuego rubio cortado?.
¡Ah, Miss X, Miss X sin sombrero,
alba sin colorete,
sola,
tan libre,
tú,
en el viento!
No llevabas pendientes.
Las modistas, de blanco, en los balcones,
perdidas por el cielo.
?¡A ver!
¡Al fin!
¿Qué?
¡No!
Sólo era un pájaro,
no tú,
Miss X niña.
El barman, ¡oh, qué triste!
(Cerveza.
Limonada.
Whisky.
Cocktail de ginebra.)
Ha pintado de negro las botellas.
Y las banderas,
alegrías del bar,
de negro, a media asta.
¡Y el cielo sin girar tu radiograma!
Treinta barcos,
cuarenta hidroaviones
y un velero cargado de naranjas,
gritando por el mar y por las nubes.
Nada.

¡Ah, Miss X! ¿Adónde?
S. M. el Rey de tu país no come.
No duerme el Rey.
Fuma.
Se muere por la costa en automóvil.
Ministerios,
Bancos del oro,
Consulados,
Casinos,
Tiendas,
Parques,
cerrados.
Y, mientras, tú, en el viento
?¿te aprietan los zapatos??,
Miss X, de los mares
?di, ¿te lastima el aire??.
¡Ah, Miss X, Miss X, qué fastidio!
Bostezo.
Adiós…
Good bye…
(Ya nadie piensa en ti. Las mariposas
de acero,
con las alas tronchadas,
incendiando los aires,
fijas sobre las dalias
movibles de los vientos.
Sol electrocutado.
Luna carbonizada.
Temor al oso blanco del invierno.
Veda.
Prohibida la caza
marítima, celeste,
por orden del Gobierno.
Ya nadie piensa en ti, Miss X niña.)



Poema Tierra Fresca Y Mojada de Jorge Debravo



Tierra fresca y mojada,
tierra seca y ardiendo,
te he de llevar amada,
te he de llevar sufriendo.

Te he de llevar prendida
con mecates y abrazos
como un saco de vida
apretado en los brazos.

Y nunca he de dejarte
porque lloras o sudas,
porque sabes negarte
o porque te desnudas.

Iremos paso a paso,
te llevaré conmigo
colgada de mi brazo
como un dulce castigo.

Y aunque dudes o creas,
aunque sangres o rías,
irás entre poleas

junto a mis alegrías,
soñando que chispeas,
soñando que te enfrías…



Poema Si El Fuego Con El Fuego No Perece de Francesco Petrarca



Si el fuego con el fuego no perece
ni hay río al que la lluvia haya secado,
pues lo igual por lo igual es ayudado,
y a menudo un contrario al otro acrece,

Amor -que un alma en dos cuerpos guarece-,
si has siempre nuestras mentes gobernado,
¿qué haces tú que, de moda desusado,
con más querer, así el de ella decrece?

Tal vez igual que el Nilo que, cayendo
desde muy alto, su contorno atruena,
o cual sol que, al mirarlo, está ofuscando,

el deseo que consigo no consuena,
en su objeto extremado va cediendo
y, al espolear demás, se va frenando.



Poema El Lugar De Los Hechos (ii) de José Antonio Cedrón



Llovieron muchos años de este lado
y la humedad signando la suerte de los vientos
que se dejan mecer en la trampa del agua.
Las gotas amanecen sobre el filo del vidrio rajado en
la ventana. Atrás del muro, larguísimo,
humean los carbones quemados por el tiempo
como antiguos ladrillos de la vida incompleta.
Seguí a los animales que informaban la ruta
con sus huellas. Y me tocó mi parte.
Vi pasar los cuchillos de noche por la piedra
y no he olvidado nada con los brindis que siempre
inauguran el año y los presagios:
velas que agonizaban a la espera de un barco
milagroso, la mirada perdida de la culpa.
Pero hasta aquí llegamos.
Con estas mismas manos en el mismo esqueleto
vigilamos la cal con que se escribe el muro
porque no desvanezca
con el agua abundante de las lluvias.
Vigilamos la mano que intenta entre las sombras
sobrevivir con lo hábil de su tacto.



Poema Informe Desde La Ciudad Sitiada de Zbigniew Herbert



Demasiado viejo para llevar las armas y luchar como los otros-

fui designado como un favor para el mediocre papel de cronista
registro -sin saber para quién- los acontecimientos del asedio

debo ser exacto mas no sé cuándo comenzó la invasión
hace doscientos años en diciembre septiembre¹ quizá ayer al amanecer
todos padecen aquí del deterioro de la noción del tiempo

nos quedó sólo el lugar el apego al lugar
aún poseemos las ruinas de los templos los espectros de jardines y casas
si perdemos nuestras ruinas nada nos quedará

escribo tal como sé en el ritmo de semanas inconclusas
lunes: almacenes vacíos la rata ha devenido moneda corriente
martes: alcalde asesinado por agentes desconocidos
miércoles: conversaciones sobre el armisticio el enemigo confinó a los legados
ignoramos dónde se encuentran esto es el lugar de su suplicio
jueves: tras una turbulenta asamblea se rechaza por mayoría de votos
la propuesta de los comerciantes de especias de rendición incondicional
viernes: comienza la peste
sábado: se ha suicidado un desconocido inflexible defensor domingo: no hay agua
rechazamos
un ataque en la puerta este llamada Puerta de la Alianza

lo sé todo esto es monótono a nadie puede conmover

evito comentarios las emociones mantengo a raya escribo sobre hechos
aparentemente sólo ellos son valorados en los mercados foráneos
pero con cierto orgullo deseo informar al mundo
que gracias a la guerra hemos criado una nueva variedad de niños
a nuestros niños no les gustan los cuentos juegan a matar
despiertos y dormidos sueñan con la sopa el pan los huesos
exactamente como los perros y los gatos

al atardecer me gusta deambular por los confines de la Ciudad
a lo largo de las fronteras de nuestra libertad incierta
miro desde lo alto el hormigueo de los ejércitos sus luces
escucho el tronar de los tambores los alaridos bárbaros
en verdad es inconcebible que la Ciudad todavía se defienda

el asedio continúa los enemigos deben ser reemplazados
nada les une excepto el anhelo de nuestra destrucción
godos tártaros suecos huestes del César regimientos de la Transfiguración del Señor
quién los enumerará
los colores de los estandartes cambian como el bosque en el horizonte
desde el delicado amarillo de aves en primavera a través del
verde del rojo hasta el negro invernal

así al atardecer liberado de los hechos puedo pensar
en asuntos antiguos lejanos por ejemplo en nuestros
aliados de ultramar lo sé su compasión es sincera
envían harinas sacos de ánimo grasa y buenos consejos
ignoran incluso que nos traicionaron sus padres
nuestros ex-aliados desde los tiempos de la segunda Apocalipsis

sus hijos no tienen culpa merecen gratitud así que les estamos agradecidos
no sufrieron un asedio largo como una eternidad
a quienes alcanzó la desdicha están siempre solos
los defensores del Dalai-Lama kurdos montañeses afganos

ahora cuando escribo estas palabras los partidarios del pacto
conquistaron cierta ventaja sobre la fracción de los intransigentes
habituales las oscilaciones de ánimo los destinos aún se sopesan

los cementerios crecen disminuye el número de los defensores
pero la defensa perdura y perdurará hasta el final
y si cae la Ciudad y uno solo sobrevive
él portará consigo la Ciudad por los caminos del exilio
él será la Ciudad

miramos en el rostro del hambre el rostro del fuego el rostro de la muerte
y el peor de todos -el rostro de la traición
y sólo nuestro sueños no fueron humillados

(1984)

¹La noche del 13 de Diciembre de 1981 fue decretado en todo el país el estado de guerra,
el movimiento democrático «Solidaridad», el primer sindicato independiente en un país socialista, fue disuelto y declarados ilegales todos los acuerdos firmados entre el sindicato
y el gobierno. A la declaración del estado de guerra siguió una represión generalizada. En Septiembre de 1939, por otra parte, dio comienzo, como es sabido, la segunda guerra mundial.

Versión de Xaverio Ballester



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