Poema A Colombia de Julio Florez Rea



Golpea el mar el casco del navío
que me aleja de ti, patria adorada.
Es medianoche; el cielo está sombrío;
negra la inmensidad alborotada.

Desde la yerta proa, la mirada
hundo en las grandes sombras del vacío;
mis húmedas pupilas no ven nada.
Qué ardiente el aire; el corazón qué frío.

Y pienso, oh patria, en tu aflicción, y pienso
en que ya no he de verte. Y un gemido
profundo exhalo entre el negror inmenso.

Un marino despierta… se incorpora…
aguza en las tinieblas el oído
y oigo que dice a media voz ¿Quién llora?



Poema Save It, Pretty Mama de Julio Cortázar



Sálvalo, mamita,
sálvame tantas noches de naufragio,
salva tu blusa azul (era en enero, en Roma)
sálvalo todo, o salva lo que puedas.

Esto se viene abajo, pretty mama,
sálvalo del olvido, no permitas
que se llueva la casa, que se borre
la trattoria de Giovanni,
corre por mí por ti, sálvalo ahora,
te estás yendo y los pájaros se mueren,
me voy de ti te vas de mí, no hay tiempo,
sálvalo pretty mama,
la voz de Satchmo y ese grito
que te sumía en lo más hondo del amor,
save it all for me,
save it all for you,
save it all for us.

Aunque no salves nada, sálvalo mamita.



Poema La Lenta Máquina Del Desamor de Julio Cortázar



La lenta máquina del desamor,
los engranajes del reflujo,
los cuerpos que abandonan las almohadas,
las sábanas, los besos,
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo,
ya no mirándose entre ellos,
ya no desnudos para el otro,
ya no te amo,
mi amor.



Poema Bolero de Julio Cortázar



Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.



Poema Poema A Dios, Ese Pajarito Mandón de Julio Cortázar



No es necesario que me mandes, perro,
el mar se asiste solo.
Lo más mísero del pelo contraría la rueda
pero ya sabemos tonsurar el destino.

Estoy,
por eso peligro.
¡Todo me empuja!
En la multitud un fósforo presume
del futuro penacho.

Pero sólo,
solo con el perro mirándome.

No me ordenes nada,
no te obedeceré, y entonces
será horrible.

Vómito de ojos.



Poema El Futuro de Julio Cortázar



Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.



Poema Sólo Un Rumor de Julio César Aguilar



Ven, aún es tiempo de habitar el paraíso,
me dije
cuando en el alma crecía tal deseo
como un rumor de aves:
eran pájaros que no cantaban,
batir de alas en desventura.

Me acerqué a la luz de la conciencia,
no vi nada.
Fui entonces a las cavernas interiores
y pude seguir las huellas del polvo
conduciéndome al olvido,
a la cruel indiferencia.

No dije más.
Comprendí que aquel deseo, mínimo,
era sólo un leve, lánguido rumor.



Poema La Vida Otra de Julio César Aguilar



Algún día seré pastura para la muerte,
no más que polvo triste en el desierto del mundo.
Mi sangre cesará su danza y en ese instante
todo se habrá consumado.
Mudos brillarán mis ojos en su larga noche
y en la profundidad enorme del silencio escucharé
los ecos de mi canto.
Muerto, tendré
otra vida.

¡Qué delirio,
qué deseo impetuoso de ser eterno!



Poema Elegía De La Pierna de Julio César Aguilar



A la sombra de su estatura
bendice tú la harina de su hueso, ceniza caminante
en triste enflaquecido músculo
y piel de nardo.
Para que vuele, para que
no se incendie, sacúdele
la rabia que la aniquila.
Que en un grito alarido enorme resucite
y si no, luego entonces
nuevamente crucifícala.

Ha callado tanto tan silenciosamente
que ya no escucha, que no obedece más
los desvaríos de aquél que habla,
del que empinó en su copa
toda la embriaguez del infortunio
escondiéndose pronto luego en su corazón
que sabe sólo dar
caídas de ciego.



Poema Canción de Julio César Aguilar



Hay en tu boca
la luz de un hálito
que resplandece

Desde tus ojos
más cercano es
el horizonte

Un canto alegre
mi sueño canta
para tu boca

Renace el mundo
vivos mis ojos
en tu mirada



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