Poema La Odalisca de Juan Arolas



(…)¿De qué sirve mi belleza
la riqueza,
pompa, honor y majestad,
si en poder de adusto moro
gimo y lloro
por la dulce libertad?

Luenga barba y torvo ceño
tiene el dueño
que con oro me compró;
y al ver la fatal gumía
que ceñía,
de sus besos temblé yo.

¡Oh, bien hayan los cristianos,
más humanos,
que veneran una cruz,
y dan a sus nazarenas
por cadenas,
aura libres, clara luz!

Dime, mar, que me aseguras
brisas puras,
perlas y coral también,
si hay linfa en tu extensión larga
más amarga
que mi lloro en el harén.

¿De qué sirve a mi belleza
la riqueza,
pompa, honor y majestad,
si en poder de adusto moro
gimo y lloro
mi perdida libertad?



Poema Gacela Del Recuerdo Del Amor de Federico García Lorca



No te lleves tu recuerdo.
Déjalo solo en mi pecho,

temblor de blanco cerezo
en el martirio de enero.

Me separa de los muertos
un muro de malos sueños.

Doy pena de lirio fresco
para un corazón de yeso.

Toda la noche en el huerto
mis ojos, como dos perros.

Toda la noche, corriendo
los membrillos de veneno.

Algunas veces el viento
es un tulipán de miedo,

es un tulipán enfermo,
la madrugada de invierno.

Un muro de malos sueños
me separa de los muertos.

La niebla cubre en silencio
el valle gris de tu cuerpo.

Por el arco del encuentro
la cicuta está creciendo.

Pero deja tu recuerdo
déjalo solo en mi pecho.



Poema Dos de Blanca Andreu



Y casi espíritu de fuego, casi la empuñadura de una idea del fuego
aire de pájaro o espada, pero espía,
en tu interior hay ciervos y prodigios,
acaso un charco de oro.

«Libro de las bestias. Primer fisiólogo» 1984



Poema El Sol Es Un Globo De Fuego de Antonio Machado



El sol es un globo de fuego,
la luna es disco morado.

Una blanca paloma se posa
en el alto ciprés centenario.

Los cuadros de mirtos parecen
de marchito velludo empolvado.

¡El jardín y la tarde tranquila!…
Suena el agua en la fuente de mármol.



Poema Liras de Sara De Ibáñez



V
Voy a llorar sin prisa.
voy a llorar hasta olvidar el llanto
y lograr la sonrisa
sin cerrazón de espanto
que traspase mis huesos y mi canto.

Por el árbol inerme
que un corazón de pájaro calienta
y sin gemido duerme,
yal gran silencio enfrenta
sin esta altiva lengua cenicienta.
Por el cordero leve
de la pezuña tierna y belfo rosa;
por su vibrante nieve
que la tiniebla acosa
y al final de un relámpago reposa.
Por la hormiga azorada
que un bosque de cien hojas aprisiona;
por su pequeña nada
que al misterio no encona
y que la enorme muerte no perdona.
Por la nube que alcanza
los umbrales de un lirio sin semilla.
Lengua de la mudanza
sin éxtasis ni orilla,
que no sabe morirse de rodillas.
Por la hierba y el astro.
¿C6mo miden tus ojos, Dios oscuro?
Por el más leve rastro
de sombra contra el muro,
mi llanto ha abierto su cristal maduro.



Poema Otoño de Juan Guzmán Cruchaga



Restablecido apenas de mis males
principescos, percibo la elegancia
de los jardines de oro y la fragancia
de los fríos senderos otoñales.

Pienso que de cármenes lejanos
ha de venir, lo mismo que en un cuento,
una reina a curar mi desaliento
con las última rosas de sus manos.

Viene y va mi dolor como una esencia
de jazmines enfermos en el leve
y angustiado sigilo de la brisa.

Es tan sensible mi convalecencia
que el vuelo de las hojas me conmueve
y me hace sollozar una sonrisa.



Poema Nadie Alcanzó Jamás Esta Mañana… de Agustin Labrada Aguilera



Nadie alcanzó jamás esta mañana
sin desgarrarse en ocres despedidas,
cada fortuna esconde sus heridas
y el silente pavor de una campana.

Uno concibe a Dios como velero
en cuyas tablas se erigen las ciudades.
¿Navego en paz y son mis soledades
esos pájaros que fijan el sendero?

Qué poco dura en casa mi alegría,
flotando entre el azar y la sequía,
agotada ficción donde perduro.

La mañana se rinde al mediodía,
que desdibuja toda fantasía
cuando el reloj traiciona su conjuro.



Poema Epílogo de Claribel Alegria



…existen los barrotes
nos rodean
también existe el catre
y sus ángulos duros
y el poema río
que nos sostiene a todos
y es tan substantivo
como el catre
el poema que todos escribimos
con lágrimas
y uñas
y carbón.



Poema Versos Compuestos En Una Sala De Conciertos de Samuel Taylor Coleridge



¡Oh! Dadme, libre ya de esta escena sin alma,
escuchar a aquel músico viejo, ciego y canoso,
a quien, desde los brazos del alma, besé un día:
sus aires escoceses y sus bélicas marchas,
a la luz de la luna, en perfumada noche
de estío, mientras danzo junto al heno esparcido,
con chicas que sonríen entre un brillo de bucles.
O, si el ocaso pone su púrpura en remansos
del lago en calma, terso, dejadme que me esconda,
sin ser visto ni oído, tras los alisos. Flota,
atada a sus raíces una lancha de pesca,
y en su asiento atildado descansa Edmundo y deja
que le mezca la lancha perezosa, y arranca
a su flauta una música tan ardiente y tan triste,
que unas lágrimas dulces en el rostro le tiemblan.

Y si corre, Ana mía, el viento de la noche
y la ráfaga hiciese crujir el cobertizo
y chillar agriamente al gallo, entre la lluvia,
¡qué bueno oírte alguna balada triste, triste,
de un náufrago perdido, que flota en la tormenta
y a quien, bajo la arena, su viejo amor sepulta!
Oírte, ¡oh, delicada mujer! , pues tu voz guarda
todas las melodías y goces melancólicos
de la Naturaleza: de pájaros y de árboles,
del quejumbroso mar en las cavernas verdes,
y música y murmullo de donde tiembla, rígida,
al súbito airecillo, la hierba en los brezales.

Versión de Màrie Montand



Poema Romance Heróico En Que, Sirviendo De Literales Símbolos Todas Las Dicciones, Comienzan Con La Letra A, Con Que Empieza El Excelso Apellido De Su Excelencia de Pedro Peralta Barnuevo



Alto Armendaris, afectuoso alabas
austal Alcides al amado Atlante,
armoniosos acentos, animado,
ardiente anhelas, apacible aplaudes.
Antes, arduas acciones azañoso
acababas, armado, ahora admirable,
al austro, agusto adoras abrazado
el alma, ardores aumentando amante.
Aquiles, aterrabas animoso,
antes avasallando, armadas aces;
ahora anuncias auspicios, alegrías,
atractivo anfión, Apolo amable.
Antes acometiendo, aleves armas
al abismo, atrevidas, arrojaste
almas, afectos, alentando aplicas
ahora aplausos armónicos al aire.
Antes, astutos Anglos asustabas,
abatías atroces alemanes;
armada, animabas, afamado,
abrías, acertado, amplios ataques.
Arrojadas azañas aspirando
afrentaste Alejandros, Anibales;
advertido arrogante, aun asombraras
Adrastos, Alcibíades, Ayaxes.
Al águila activa, aunque ambiciosa
avergonzada, atónita, ahuyentaste,
al advrsario allá aun atravesado
apretaste, amenaza agonizante.
Acá auxilias a Astrea, acá a afligidos,
amparas, apiadado, ablas afable;
agudo, atento, atropellando agravios,
austero asombras, amoroso atraes.
Aterrorizas ánimos avaros
aunque ajenas arpías amenazan,
armada aprestas, aunque adversos ados
afectuosos alientos ahora atrasen.
Al año aclamas al augusto amado
al alto Adonis, as alzado altares
áureos adornos, apiñados astros,
añades a Acroamas, agradables.
Afecta acción al arte acomodados,
airosas arias, ajustados aires,
absortas atenciones atraído,
admiraron activos arrogantes.
Al árbol apolíneo autorizando
a Agamoé acreditas, ahora alabe,
ahora anime academias, ahora aplausos,
anegue amena al ánimo anhelado.
Aglaya, Amor, acompañados ambos
arrojen azucenas, azahares;
arpones, agotando arcos, aljabas,
agradados afectos ahora abrasen.
Al Ártico, Antártico asistiendo
acabas, afamado, arduos afanes,
alígeros acentos avivando,
archivos amplifica, alumbra anales.
Alabanzas admite aprisionadas,
así al asunto aspiren admirable,
admite atrevimiento acorbadado,
ardiente afecto, adoración amante.
Ama, anhela, adora.



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