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Poema Yo Quería Ser Mariposa de Giovanna Pollarolo



los ensayos a las cinco, después de clase
un ballet con música de Strauss
que cerrará con broche de oro las fiestas del colegio
argumento y coreografía son de mi invención
cinco mariposas enamoradas de una flor
dijo la señorita Leontina
la flor es sólo un adorno, no necesita ensayar
y puede ser cualquiera.
Pero todas queríamos ser mariposas.
La danza es difícil, yo soy exigente
habilidad, gracia, flexibilidad, soltura
no admito errores ni considero a las caras bonitas
el talento se tiene o no se tiene
mejor renunciar antes
de pasar por el mal rato del fracaso.
Sus ojos helados recorren la fila
haremos una prueba, el tiempo es oro
primer paso: derecha, izquierda, media vuelta, derecha
hace sonar un pito estridente
y es mi primer paso al fracaso
me persigno con la derecha y mientras pienso
las cinco mariposas van en la media vuelta
ya estamos en un enredado tercer paso
y yo no aprendo todavía el primero
ahora lo haremos con música
ahora empieza la verdadera prueba
trazará la línea de las elegidas
se sienta ante el piano, se saca los anillos
me pellizco la mano derecha, me muerdo el pulgar derecho
y en el lío de la música y los gritos acompasados
derecha, arriba, media vuelta, abajo, derecha
olvido el dolor del lado que no aprendo
me quedo plantada como una gallina ante su huevo
al medio de un círculo en donde no debería estar
¡Pollarolo! interrumpe la música
(el tiempo es oro)
dicta la sentencia que desde el principio supe
serás flor, gritó.
Desde el pedestal en el que oficio de adorno
aún sigo esperando que llegue a su fin
el mal rato anunciado.



Poema Yo Soy Tu Indómita Gacela de Gioconda Belli



Yo soy tu indómita gacela,
el trueno que rompe la luz sobre tu pecho
Yo soy el viento desatado en la montaña
y el fulgor concentrado del fuego del ocote.
Yo caliento tus noches,
encendiendo volcanes en mis manos,
mojándote los ojos con el humo de mis cráteres.
Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo,
riendo la risa inmutable de los años.
Yo soy el inexplorado camino,
la claridad que rompe la tiniebla.
Yo pongo estrellas entre tu piel y la mía
y te recorro entero,
sendero tras sendero,
descalzando mi amor,
desnudando mi miedo.
Yo soy un nombre que canta y te enamora
desde el otro lado de la luna,
soy la prolongación de tu sonrisa y tu cuerpo.
Yo soy algo que crece,
algo que ríe y llora.
Yo,
la que te quiere.



Poema Y de Gioconda Belli



Y va naciendo
el pretexto para decir tu nombre
en la noche remojada,
tierna y húmeda
como la flor de grandes ojos abiertos
y pétalos palpitantes
en la que me envolví
en lo más profundo del sueño,
para dibujar tu nombre
en todos los rincones
donde he vivido y viviré
hasta que me lleve el viento,
como semilla,
a dar flor a tierras desconocidas
y me encarne quizás en la niña
que oirá historias
en las tardes iguales de Nicaragua
con el olor a tierra naciendo,
urdiendo en sus entrañas
la vida verde del trópico lujurioso
como yo, como vos,
como las hojas en que nos envolvimos
cuando nos arrojaron del paraíso.



Poema Yo, La Que Te Quiere de Gioconda Belli



Yo soy tu indómita gacela,
el trueno que rompe la luz sobre tu pecho
Yo soy el viento desatado en la montaña
y el fulgor concentrado del fuego del ocote.
Yo caliento tus noches,
encendiendo volcanes en mis manos,
mojándote los ojos con el humo de mis cráteres.
Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo,
riendo la risa inmutable de los años.
Yo soy el inexplorado camino,
la claridad que rompe la tiniebla.
Yo pongo estrellas entre tu piel y la mía
y te recorro entero,
sendero tras sendero,
descalzando mi amor,
desnudando mi miedo.
Yo soy un nombre que canta y te enamora
desde el otro lado de la luna,
soy la prolongación de tu sonrisa y tu cuerpo.
Yo soy algo que crece,
algo que ríe y llora.
Yo,
la que te quiere.



Poema Y Dios Me Hizo Mujer de Gioconda Belli



Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.



Poema Y Tu Poética de Gilberto Owen



Primero está la noche con su caos de lecturas y de sueños.
Yo subo por los pianos que se dejan encendidos hasta el alba;
arriba el día me amenaza con el frío ensangrentado de su aurora
y no sabré el final de ese nocturno que empezaba a dibujarme,
ni las estrellas me dirán cuál fue, cabal, mi nombre. Ni mi rostro.

Si no es amor, ¿qué es esto que me agobia de ternura?
Mañana inútil: pájaros y flores sin testigos.
La esposa está dormida y a su puerta imploro en vano;
querrá decir mi nombre con los labios incoloros entreabiertos,
los párpados pesados de buscarme por el cielo de la muerte.

Más no estaré en sus ojos para verme renacer al despertarse
y cuando me abra, al fin, preguntará sin voz: ¿quién eres?
El luto de la casa ?todo es humo ya y lo mismo? que jamás habitaremos;
el campo abierto y árido que lleva a todas partes y a ninguna.
¿A dónde, a qué otra noche, irá el viudo por la tarde borrascosa?



Poema Yo Sé Que La Esperanza Está Viva de Francisco Villaespesa



Yo sé que la esperanza está viva, y que dentro
del corazón su lámpara dulcemente ilumina;
¡mas ya sin entusiasmos y sin fuerzas me encuentro
para arrancarle nuevos tesoros a la mina!…

En el jardín, a veces, de mis recuerdos entro
y encanezco de angustia mirando tanta ruina…
¡Cipreses y naranjos marchitos, y en el centro
una fuente que nunca de Sollozar termina!…

Yo sé que Lindaraja con sus besos pudiera
dar a mi otoño un nuevo frescor de primavera…
Pero está tan remota, ¡y es tan largo el sendero!…

¡Y me encuentro tan pobre, tan triste y tan rendido,
que a buscarla de nuevo por la vida, prefiero
soñar eternamente que jamás ha existido!…



Poema Y La Vida de Francisco Pino



Y la vida, la vida es un instante
mas cual millones de mayos perdura,
cae pronto y se levanta
pronto. No es un olvido.

Quien ve amanecer ve lo bastante;
una luz, el rocío,
ese Dios que ahora calla
dentro. No es un olvido.

Un instante lo es todo si oscurece.
Quien ve oscurecer contempla como
la muerte de una rosa que no muere
nunca. No es un olvido,

es un rostro que ciego ve una flor.

De «Cuaderno salvaje» 1983



Poema Yo He Usurpado Su Lugar… de Francisco Nájera



Yo he usurpado su lugar y he conocido el secreto.
Lo he entendido sin, sin embargo, llegarlo a revelar.
Ha sido solamente nuestro. Esta inmovilidad
que nos lanza contra las rocas y la soledad,
como las aguas en la tempestad, como las arenas
en la tormenta.
Yo he usurpado el secreto. Lo he arrebatado ignorándolo,
abriendole mi corazón sobre el puño de las manos.
He descubierto esta soledad que nos impulsa a ir y a ir
contra las aguas, entre esta oscuridad que las palabras
quisieran repudiar, hacer retroceder, pero a nosotros
no nos ha sido concedido tal gozo, tan pequeña felicidad.

Yo he conocido su secreto. Y he llegado a usurpar ese puesto.
Lo he recibido sin conocerlo. Lo he revelado sin hacerlo mío.
Ha sido solamente esta inmovilidad que nos impulsa a ir más
y más allá. Ha sido unicamente este silencio.



Poema Y Lo Real Es Lo Que Aún No Ha Sido de Fina García Marruz



Y lo real es lo que aún no ha sido!
Toda apariencia es una misteriosa
aparición. En la rama de otoño
no acaba el fruto sino en la velada
promesa de ser siempre que su intacta
forma ofreció un momento a nuestra dicha.
Pues toda plenitud es la promesa
espléndida de la muerte, y la visitación
del ángel en el rostro del más joven
que todos sabíamos que se iría antes
pues escogía el Deseo su sonrisa nocturna.



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