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Poema Voy A Nombrar Las Cosas de Eliseo Diego



Voy a nombrar las cosas, los sonoros
altos que ven el festejar del viento,
los portales profundos, las mamparas
cerradas a la sombra y al silencio.

Y el interior sagrado, la penumbra
que surcan los oficios polvorientos,
la madera del hombre, la nocturna
madera de mi cuerpo cuando duermo.

Y la pobreza del lugar, y el polvo
en que testaron las huellas de mi padre,
sitios de piedra decidida y limpia,
despojados de sombra, siempre iguales.

Sin olvidar la compasión del fuego
en la intemperie del solar distante
ni el sacramento gozoso de la lluvia
en el humilde cáliz de mi parque.

Ni el estupendo muro, mediodía,
terso y añil e interminable.

Con la mirada inmóvil del verano
mi cariño sabrá de las veredas
por donde huyen los ávidos domingos
y regresan, ya lunes, cabizbajos.

Y nombraré las cosas, tan despacio
que cuando pierda el Paraíso de mi calle
y mis olvidos me la vuelvan sueño,
pueda llamarla de pronto con el alba.



Poema Venid Amigos, A La Fiesta Mía de Eliseo Diego



Venid, amigos, a la fiesta mía,
a donde el campo grava el sol de rojo,
campo mi sangre en que mi vida acojo,
árbol mi sangre en que se encarna el día.

Pues mi casa renace en alegría
y el diario pan su eterno sol ofrece,
criaturas de mi sueño que os merece,
venid, amigos, a la fiesta mía.

Veréis que entera os doy la antigua tarde,
el camino y el árbol, la palabra
querida que dijimos ya muy tarde.

Pues cuando el pecho mi vigilia abra,
vendréis donde mi pan, donde mi vino arde,
al abrigado amor de mi palabra.

Poema escrito a la edad de 17 años



Poema Viajes de Eliseo Diego



Un patio de la Víbora
donde la sombra crece hasta el silencio
en árboles y hierbas y amarguras
y llagas del adobe, tiene
también palmeras de otro mundo
grabadas en el aire quieto.
Salir al patio, entrar en el aroma
ruinoso de los años, es un poco
viajar al otro extremo de la vida
y estar como no estando,
en la penumbra
de donde todo viene, adonde
todo se va, por fin, a ser silencio.



Poema Versiones de Eliseo Diego



La muerte es esa pequeña jarra, con flores pintadas a mano, que hay en todas las casas y que uno jamás se detiene a ver.

La muerte es ese pequeño animal que ha cruzado el patio, y del que nos consuela la ilusión, sentida como un soplo, de que es sólo el gato de la casa, el gato de costumbre, el gato que ha cruzado y al que ya no volveremos a ver.

La muerte es ese amigo que aparece en las fotografías de la familia, discretamente a un lado, y al que nadie acertó nunca a reconocer.

La muerte, en fin, es esa mancha en el muro que una tarde hemos mirado, sin saberlo, con un poco de terror.



Poema Vigor Animal de Elías Nandino



Una gallina
con sus doce pollitos
pica y camina.

1989



Poema Voz De Mis Soledades (iii) de Elías Nandino



No sé cómo mirar para encontrarte,
horizonte de amor en que me excito,
distancia sin medida donde habito
para matar las ansias de tocarte.

No sé cómo gritar para llamarte
en medio de mis siglos de infinito
donde nace el silencio de mi grito
movido por la sangre de buscarte.

Mirar sin que te alcance la mirada;
sangrar sin la presencia de una herida;
llamarte sin oírme la llamada;

y, atado al corazón que no te olvida,
ser un muerto que tiene por morada
un cuerpo que no vive sin tu vida.



Poema Voz De Mis Soledades (ii) de Elías Nandino



al General Eduardo Hay

No sé quién soy en esta llama cruenta
de angustia, de dolor, de goce y llanto,
en que nace el misterio de un encanto
que destruye mi vida y la alimenta.

No sé quien soy en esta red que inventa
peces de espuma en vértigos de espanto
y un venero de siglos que levanto
para saciar la sed que me atormenta.

En un mundo de sombra y amargura
me interrogo con voz desconocida
que parece una voz ajena y dura.

Y queda mi razón desvanecida
porque todo el dolor de mi locura
me duele fuera de mi propia vida.



Poema Voz De Mis Soledades (i) de Elías Nandino



Estoy solo en el grito inesperado
que lanzo en mi sabor de oscuridades
para llenar de voz mis soledades
y revivir mi ser deshabitado.

Mi cuerpo se atormenta, desolado,
en una larga sombra de crueldades
y el pensamiento rueda en tempestades
de presencia de infierno exasperado.

Corre miedo de muerte por mis venas
y mi sangre dolida se adelgaza
en una pena que temblores llora.

Si muerto estoy entre las muertes llenas
de la inquietud de muerte que me abraza
¿con qué muerte podrá salvarme ahora?



Poema Vivo Y Me Desvivo de Elías Nandino



¡Longevidad maldita!
¿por qué si soy ceniza
mi cerebro está en brama
y mi lujuria cunde
hasta las marchitas zonas
de mi carne aniquilada?

¡Longevidad maldita!
llamarada helada,
tantálico averno
de concupiscencia rezagada.

Toda belleza humana
aún me despierta la esperanza
de gozarla
y vivo y me desvivo
eyaculando,
sólo orgasmos de lágrimas.



Poema Verdad Bronca de Elías Nandino



Entre tus piernas
y las mías
hay un axioma
que no admite teorías.



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