Al molino del amor
alegre la niña va
a moler sus esperanzas;
quiera Dios que vuelva en paz;
en la rueda de los celos
el amor muele su pan,
que desmenuzan la harina,
y la sacan candeal.
Río con sus pensamientos,
que unos vienen y otros van,
y apenas llego a la orilla,
cuando ansí escucho cantar:
		Borbollicos hacen      las aguas
cuando ven a mi bien pasar;
cantan, brinca, bullen, corren
entre conchas de coral;
y los pájaros dejan sus nidos,
y en las ramas del arrayán
vuelan, cruzan, saltan, pican
toronjil, murta y azahar.
		Los bueyes de las      sospechas
el río agotando van;
que donde ellas se confirman,
pocas esperanzas hay;
y viendo que a falta de agua
parado el molino está,
desta suerte le pregunta
la niña que empieza a amar:
		-Molinico, ¿por      qué no mueles?
-Porque me beben el agua los bueyes.
		Vió el amor lleno      de harina
moliendo la libertad
de las almas que atormenta,
y ansí le cantó al llegar:
		-Molinero sois,      amor,
y sois moledor.
-Sí lo soy, apártense,
que le enharinaré.