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Poema Solojos de Alfonso Orantes



De pronto, al mirarla a la cara
era ojos, solojos.
Sus dos ojos eran globos cristalinos
que al fundirse en uno
se hacían una sola esfera de cristal.
Que sol ni que luna,
ni que estrellas.
Ella era solojos.



Poema Sin Sombra de Juan Cobos Wilkins



Como tantas otras veces
pero ya nunca más
has de venir
de noche hasta mi cuarto
y mostrarme
el camino del cielo hacia la Isla.

Como tantas otras veces
no esperaré tu rostro tras el cristal
empañado de mi ventana
ni me sorprenderá tu sombra
revuelta entre mis calcetines, sombra
oculta bajo alguna camisa o en la raya
perfecta de un pantalón planchado.

Con el seguro azar indiferente,
hasta el próximo remordimiento, hasta la próxima
indefensión, nos despedimos.
Como tantas otras veces, pero ya nunca más.

De «Escritura o paraíso» 1998



Poema Sin Equipaje de Juan Cobos Wilkins



Te lo llevaste todo, Niño Perdido,
tras de ti. Los juegos
a inventarse palabras, el abrazo
azul del albornoz tan cálido, la ortografía
de regaliz en mi buzón, el tirachinas
descubierto en la colcha
de bodas de mis padres y aquellas
esperas insufribles
con un final –perdóname– de flores
asomando su tierno disimulo
de pétalos ocultos a la espalda.

Todo se fue
contigo a ese país
hacia el que tú vuelas ahora
y del que yo regreso.

De «Escritura o paraíso» 1998



Poema Soneto de Alfonso Canales



En el que el poeta toma prestadas las palabras
de John Donne para desabrigar infundados temores…

¿Qué haremos en invierno -me preguntas-,
sin un mal cobertor que nos defienda
del frío? ¿ Qué participada prenda
abrigará las desnudeces juntas ?

No te sé contestar. Y descoyuntas,
pura, abierta, entregada a la contienda
del amor, ese cuerpo, a suelta rienda.
y se me escapa el alma por las puntas.

Aún es verano, y la calor es tanta
que no comprendo la frialdad. Y sudo
cuanta humedad rehuye la garganta.

¿Pero existe el invierno? ¿Y es tan crudo
su rigor? Si es así, ¿qué mejor manta
para tu desnudez, que, yo, desnudo?



Poema Si Abandonar El Edén Es Escribirlo de Juan Cobos Wilkins



Si abandonar
el edén es escribirlo
sé incrédulo:
no debieran los jóvenes
iniciarse en poemas
mientras quedan vacías
las butacas manchadas de los cines.

si escribir, iniciarse,
es despedirse,
sé crédulo:
divididas las aguas
muestran sólo un camino
más recto hacia el adiós.

De «Escritura o paraíso» 1998



Poema Sueño De Unas Sombras de Alfonso Calderon



Tú…
en las estrellas.
Yo…
en el agua.

Y así para nosotros
la noche entró a los caminos
como un buey de sombra.

Se aquietaron las voces azules
de los astros lejanos,
y en un temblor de labios
presentí el silencio.

………. ……. ………

Al despertar
un jazmín de luz en tus palabras.
Nadie…
en las estrellas.
Nadie…
en el agua.



Poema Soledad En El Olvido de Alfonso Calderon



Sucede a tu silencio la tristeza;
el ciego lamentar de unos labios
en el rostro pertinaz y retenido
de tu cuerpo eclipsado por el tiempo.

Lejano está el resonar de dos alas
que infinitas nos dieron el amor;
el frágil suspiro adolescente
que súbito llega hasta el sollozo.

Todo pasa.
Ese aire que innominado te habitaba
hoy sucede a la sangre en tu latir;
y al beso una lágrima intacta
reemplaza rumorosa en la garganta,
tal la luz que un día acarició
inerme y pura un cielo indefinido
y en el reflejo de los ojos solos
denominó presencia de tu cuerpo
lo que hoy en el olvido es soledad.



Poema Señora, Flor De Azucena de Alfonso Alvarez De Villasandin



Señora, flor de azucena,
claro viso angelical,
vuestro amor me da gran pena.
Muchas en Extremadura
vos han gran envidia pura,
de cuantas han hermosura:
dubdo mucho si fue tal
en su tiempo Policena.

Fizo vos Dios delicada,
honesta, bien enseñada:
vuestra color matizada
más que rosa del rosal,
me tormenta e desordena.

Donaire, gracioso brío,
es todo vuestro atavío,
linda flor, deleite mío;
yo vos fui siempre leal
más que fue Paris a Elena.

Vuestra vista deleitosa
más que lirio nin que rosa
me conquista, pues non osa
mi corazón decir cuál
es quien así lo enajena.

Complida de noble aseo,
cuando vuestra imagen veo,
otro placer non desseo
sinon sofrir bien o mal,
andando en vuestra cadena.

Non me basta más mi seso,
pláceme ser vuestro preso;
señora, por ende beso
vuestras manos de cristal,
clara luna en mayo llena.



Poema Salmo Del Progenitor de Alfonso Alcalde



No es que me dé vergüenza recordarlo.

Ahí viene mi padre poniendo en orden

las herramientas antes de fabricarme.

Siempre tan exagerado para sus cosas:

asegurando a sus amigos que mascaría

el mar o desclavaría las estrellas

para hacer mellizos

en menos que canta un gallo.

El día que llegó dispuesto

a emprender la hazaña

le trajo un regalo a mi mamá.

Eran flores de papel y ella movía

sus grandes ojos donde nadaba libremente

el resto del mundo.

Entonces mi papá la tomó de la mano

y yo escuchando

tiritando a la intemperie

con mi cargamento alerta

de huesos y ojos alrededor.

Todo es posible. Escoger a ciegas

el destino de 100 años, pedir un capricho

mientras

se derrumban las galaxias,

borrar siempre un nombre en la arena,

sentir como el rocío

la primera tibieza de la vida

y golpear una puerta y ser recibido

como después de un largo viaje.

Luego escuché el disparo inicial.

Se pusieron a levantar mis cimientos.

Mi padre moviendo el barro como si fuera

el sencillo pan del Universo

y mi madre llorando y sufriendo

sabiendo de antemano todos los dolores

de cabeza que le iba a ocasionar

tan pronto como naciera.

Y tal como lo predijo, así no más fue.



Poema Sueño de Alejandra Pizarnik



Estallará la isla del recuerdo.
La vida será sólo un acto de candor.
Prisión
para los días sin retorno.
Mañana
los monstruos del buque destruirán la playa
sobre el viento del misterio.
Mañana
la carta desconocida encontrará las manos del alma.



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