poemas vida obra s

Poema Sátira Hecha Por Mateo Rosas De Oquendo A Las Cosas Que Pasan En Perú, Año De 1598 de Mateo Rosas De Oquendo



Sepan cuantos esta carta
de declaraciones graves
y descargos de consiencia
vienen, como el otorgante
Mateo Rosas de Oquendo,
que otro tiempo fue Juan Sanches,
vecino de Tucumán
donde oí un curso de artes
y aprendí nigromancia
para alcanzar cosas grandes,
puesto ya el pie en el estribo
para salir destas partes
a tomar casa en el mundo
dejando los arrabales,
en lugar de despedida
determino confesarme
y descargar este pecho
antes que vaya a embarcarme,
porque si en la mar reviento
al tiempo del marearme,
para salir de sus ondas
será pequeña la nave.
Dejen todos sus ofisios
y vengan luego a escucharme;
los casados, sus mujeres,
las mueres sus ajuares,
los poets sus consejos,
los músicos sus compases,
los indios sus sementeras,
los libros los colegiales,
las damas sus ejersisios,
sus paseos los galanes,
sus sillenas los comunes
y sus estrados los graves;
dejen el gato las negras
los negros sus atabales,
los pulperos sus medidas,
las pulperas sus dedales
la justicia sus corchetes,
los corchetes sus maldades
los alguasiles su ronda
y la ronda sus disfraces.
Venga todo el pueblo junto
no deje de oirme nadie,
que no habrá, uno entre todos
a quien no le alcance parte
y los que su propio honor
por el interés trocaren,
dando en sus casas lugar
para que otros las reparen,
vengan a oir mis sermones
y sabrán, si no lo saben
que el más amigo se ríe
de su proseder infame.
Oiganme con atensión,
ninguno tosa ni parle,
que en cada rasón que pierden
pierden un amigo grande.



Poema Ser O No Ser Igual de Marta Zabaleta



Para la Dra Myriam Garbulsky

Ser agua
para ahogarme en tu boca
igual
que una sombra en la brizna

No serlo
comiéndome tus nieves
observando las nubes
mordiendo tus engaños.

Sentir
que tu mano se posa
en tu otra mano
y que se miran
tus manos
y que se escuchan
y se sorprenden
y se separan
para mirarme
tus manos

mientras mis manos
sedientas y asombradas
se detienen
te bordean
te destilan
te siembran
se deslizan
te encuentran
te desatan
y te aman.



Poema Saludo Austral de Marta Zabaleta



Dedicado a mi ex-alumno desaparecido Cesar Negrete

Duerme la aurora en su parrón de viento suave
la impenetrable danza de centenarias olas
entre vaivenes de cajón y nicho grave

Tejidos con tomillo y hierba buena, sus huesos
corren,
corre, corre, agoniza suave,
estrella que amordaza
y se levantan
los brazos arropados en la piedra
y con un puño crispado en la garganta
grito.

A los lejos las islas regurgitan
portentosos los cánticos de otrora
y sobre la muerte de las victimas
revueltos
el pulso el corazón al alba
se entibian
los dolores de msi alumnos fusilados

Riego su tumba sin nombre y sin estrellas
bordo su rostro de sangre y esperanza.

Tan de noble es la memoria
que no guarda
en sus recuerdos
nada mas que sus sombras
y en ese resucitar de cada flor marchita
busco un eco que recobre nuestras horas de victoria y vida nueva
y nos guarde
prendidos a su gloria.

Al pie de la tumba a las victimas de la dictadura del 11 de septiembre
de 1973, enterradas aquí en cuerpo o en ausencia.
Cementerio de Tome – 23-9-2004 – Chile



Poema Schöneberg de Marta Pessarrodona



Como siempre, fue un affaire casual:
amistades de amistades, aquí, allá,
en el Norte, en el Sur…

Al principio no me gustas.
Quizá reconozca en ti mis defectos
(¡difícil encuentro entre escorpiones!)
y siempre quiero espejos
de la imagen más perfecta.

Prosigue la noche y el vino blanco,
de una región alemana
que me resulta totalmente extraña.
De repente (mientras «actúas»)
nos encontramos y nos sentimos.

«Treu» es un adjetivo
que acababa de aprender,
y me resulta muy útil para esta velada.

El vino y la noche prosiguen y nos separan.
Queda, sin embargo, mi fidelidad,
temporal y absoluta, a tu cuerpo,
a mi tacto.



Poema Serranilla V de Marques De Santillana



[I]

Moça tan fermosa
non vi en la frontera,
como una vaquera
de la Finojosa.

[II]

Faziendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vençido del sueño,
por tierra fragosa
perdí la carrera,
do vi la vaquera
de la Finojosa.

[III]

En un verde prado
de rosas e flores,
guardando ganado
con otros pastores,
la vi tan graciosa,
que apenas creyera
que fuese vaquera
de la Finojosa.

[IV]

Non creo las rosas
de la primavera
sean tan fermosas
nin de tal manera,
fablando sin glosa,
si antes supiera
de aquella vaquera
de la Finojosa.

[V]

Non tanto mirara
su mucha beldad,
porque me dexara
en mi libertad.
Mas dixe: «Donosa
(por saber quién era),
¿aquella vaquera
de la Finojosa?…»

[VI]

Bien como riendo,
dixo: «Bien vengades,
que ya bien entiendo
lo que demandades:
non es desseosa
de amar, nin lo espera,
aquessa vaquera
de la Finojosa».



Poema Siempre Salgo de Marosa Di Giorgio



Nos encontramos en el manzano. Era una noche cerrada, oscura. Me dijo: ¿Paseas?
Contesté: Siempre salgo.
El dijo: Yo, también, siempre salgo.
Pero, en ese momento, irrumpió la luna. Con todos sus tules. Y una llaga, como si hubiese sido violada dentro del traje de novia.
? ¿Qué tiene la luna?
? No sé.
A la enorme luz, se vio que yo estaba absolutamente desnuda; sólo con las trenzas múltiples, larguísimas.
El traje de él era augusto y deslumbrante.
Como el de un guerrero.
Como el de un clavel.

Publicado en la Revista Insomnia, 19/5/2000



Poema Suburbios De Metal de Marlon Meza Teni



Qué haré con los árboles
asediados por el fierro

La ciudad tiene venas de albañal
y luces de sol sin cielo

Qué haré con mi tiempo azul
y el olor de un poema
con los sueños sin arrugas
y el amor de las sábanas sin lavar

La ciuad tiene venas
y sangre de aguarrás

Qué haré
del paisaje de tu cuerpo
de las sombras blancas de la noche
de las tristezas de mi piano
de los árboles que invento

Ciudad reflejos de metal
entrañas cavernas cloacas

Qué haré con el mar del próximo verano
Qué haré con los pájaros de mi tintero
Qué haré del aguanieve
Que haré del aguamiel

Que haré con el ángel encerrado
y de los verdes que no encuentran lugar.



Poema Séquito de Marlon Meza Teni



Somos un recipiente de comparsa
comitiva, venenos, inseguridades,
posesiones, recorridos, tradiciones,
traiciones y todos tenemos:

Un carnicero que nos tijeretea
el largo ombligo que nos une al
egoismo de la vida

Un olor a tabaco al que llamamos padre

Una maestra que dicen nos adiestra

Un perro que nos ladra y se nos presta

Un oficial que nos apunta de por vida
y un ángel guardian que lo disuade

Un político que agranda nuestras ignorancias
y un espejo empachado de arrogancias

Un negro, un indio a quien odiar
y un gringo que nos menosprecia igual

tenemos
un niño para ver en el reflejo de sus ojos a nuestra vejez
y un viejo para lamentar que el tiempo no vuela al revés

dioses funcionarios que archivan nuestras oraciones
admirando con el tiempo nuestras destrucciones
tenemos
a un pobre que nos vuelve ricos
y a un rico que no suelta un perico

un comerciante que madruga sus recados
y una iglesia que nos compra y vende los pecados

un idiota que aplaude nuestras excentricidades
mientras que un espejo nos ahorra las desigualdades

tenemos
a un desamparado que ve en nosotros a un profeta
sin las suciedades de consumo que nos comprometan

un reflejo póstumo en algún lago
y un mar al que ensuciamos con nuestra mirada

Un ciego que nos hace ver el mundo
y otro que nos lleva de la mano

tenemos
muchos seres para enterrar
y pocos hombros para ser llevados

muchos seres para odiar
y pocos para ser amados

tenemos viceversas
y siempre vamos para un mismo lado

médicos para morirnos cada hueso un día más
y media humanidad soñando con la paz

animales indefensos para exorcisar las cobardías
traficantes de egoismos inaugurando cofradías
un loro que nos remeda
un hijo que nos iguala
un cura que nos absuelve
un amante que nos ignora

panaderos sudando sobre nuestro pan
y justas religiones para odiar a un musulmán

herreros para soldarnos cárceles
desamparados para llenar hoteles

una vaca para pasarla a tabla
aunque mamando hayamos aprendido de ella el habla

una televisión con ideas cancerígenas
una radio depresiva

un tocadiscos donde se parqueó la moda
y algunas revistas viejas con raíces

Un jefe que nos ordeña

Un estado que nos ofende

Un ministro de descaros
y semáforos sin colores

dentistas para asesinar el habla
y mecánicos para enfermarnos el andar

asaltantes que nos roban con modales
y otros que nos pegan sin robar

un artista que adivina en nosotros a una obra de arte
y un pariente que quisiera que estuvieramos en marte

Abogados vaqueros buscando errores
para disculpar delitos en el nombre de la ley

Jueces con sotana
que condenan si les dá la gana

casualmente
una mujer nos sonríe ahí en la esquina
y la mano de una niña se nos tiende
herida en un supermercado de morfina

pero no dejamos de tener también:

un auto para demostrar nuestro valor social
y gobiernos para proteger al criminal

democracias agarradas por el cuello
que sin gracia han regalado hasta el resuello

Gentes que protestan sin criterios
heroes que dan prestigio a un cementerio

Tenemos un enmascarado de moda que comercia con sus dueños
y a veces muchos sueños que seguido alguien nos poda

dictadores de mala muerte
sudando salud, oprobio y hasta demasiada suerte

Militares que quisieran sindicatos
para cobrar la causa de los malos tratos

Tenemos la esperanza de fortunas
extraviadas en algún lugar

el instinto del Tener
y la cobardía del no Ser

tenemos
una mujer a la que ofendemos
y una mujer que nos adora

una mujer que nos espera
y otra que nos ignora

existe una mujer
a la que no conoceremos
porque de seguro
no querría ni que la soñemos

Tenemos
un reloj
y una brújula
llena de viajes

todo un planeta para vivir
soñando que iremos a la luna
y sin embargo solo tenemos de cuna
un par de metros
para morir.



Poema Soy Un Caballo de Marita Troiano



Soy un caballo
Indómito impenitente
Un caballo cierto inverosímil
Haciendo mía una carrera delirante
Insolentando cábalas
Estrechando mis crines con tormentas
Rompiéndome los cascos entre piedras
Perdido el norte
Por una memoria roja y asombrada
Surcando praderas con huellas de patas empolvadas
y mi estiércol
signado por la hierba
con ríos de sudor sin cauces
Regando espigas muertas

Soy un caballo
Con sensación de brasas en el cuerpo
Que degüella al viento con el cuello
Vibrando a cada paso
Con un furor extraño
Con ese olor a lejanías
Con aquel lujo inútil de tener la sangre hirviendo

Y vivo un vértigo perpetuo
Derrocho violentamente adrenalina
Amo el sol
Y soy amante ciego de aguaceros
Del relámpago y la brisa
Me muevo ardiendo bajo este vientre azul
tan cóncavo y perfecto

Soy un caballo
Una rara suerte de huracán cayendo por el suelo
y levántandome
Bordeando abismos
Ventilando ironías
Un caballo que ama con estrépito
Sin adormecer instintos
Un caballo que espera finalmente
Una metamorfosis dura hacia la nada
Y un galope sereno hacia el silencio

Voy hiriendo mis ancas
Sin sangre ni anestesias
Lamiendo mis heridas
Con escrupulosa exactitud
Sufriendo una agonía casi humana
Mientras que en instintivo gesto
Mastico yerbas secas
Mecidas de este a oeste
Y voy errante y voy errando
Altivo en mi locura
Sudando gastándome
Pasando apresurado por orillas siempre eternas
Sumiéndome gigante en el misterio

Sin frenos ni riendas ni destino
Mi andar se torna recio
Las espinas del camino son espuelas
Sin par me vuelvo eléctrico
E indecisas mis orejas no escuchan mas al trueno
mis ojos condolidos agravan su mirada
Sin medir riesgos en los desfiladeros

Y se hace piel el pelo
Cuando comprendo que
Soy apenas un cuadrúpedo en silencio
Alucinando una confusa majestad
de mi sombra sin un reino

Y están presentes
curvadas flautas de bambú
en circulo perfecto

Mi rumbo está perdido
Mi norte yace muerto
Atravieso a ciegas una alfombra trajinada
por los otros Y mis marcas que son nada
se quedan prisioneras de un desierto
Vadeo un río y
Y nada mas parece que yo estuviera huyendo
De mi sombra de mis vicios
Y de pronto un relincho quebrando este silencio
Bajo el manto que hice mío y que me abriga
A mi tan grande tan blanco tan mojado
Y a la mañana no soy mas que evocación de
un frívolo placer
Un zoológico secreto de alquimistas
El sustento de alguna tarde de buitres
con anemia
O el objeto del deseo de potrancas
confundidas en corrales con su celo

Soy un caballo triste
Mezclado con sigilo
con extrañas variedades de huesos
de animales muertos de hace tiempo
Mimetizando un cuerpo largo y tenso
Con infinitas carreteras
con los frutales colores de un semáforo
O con la estúpida altivez de rascacielos

Hay ironía en mi pellejo
Hay dolor en mis temblores
Hay orgullo y junto a mi hay ángeles y espectros

Soy un caballo solo
Tal vez triunfante tal vez vencido
Con los músculos de piedra esqueleto de hierro
y el corazón de carne
Sin un corral
Sin amos
Corriendo desbocado una sorda carrera
Porque una noche hace ya un tiempo
Bebí de un manantial sagrado
Y comprendí que esa carrera loca
Era una forma venerable de morir.



Poema Solicitud Online de Marita Troiano



llora new york por mí como antes hice haciendo mía tu gran herida abierta
llora tonigth por mí que así consuelas
aquella pena azul que me atraviesa
de norte a sur de cara o sello
dolor de rostro vigilante del west al east
pena de indulgencia negada
diezmándome en primicias agrandando la llaga
llora por mí new york ahora que traigo cuencas que se ahogaron
en la lluvia fatal de mi cielo hecho jirones
mira mis pupilas mira mis manos
el desalojo cruel de la ternura
la infamia cometida contra el hueso
el cansancio otoñal de la vejiga
acaso debas ver el infeliz recuerdo de aquel beso
con vocación de error o de maldad

llora pues city llora con ganas
como lo supe hacer por ti en su momento
llora que soy tu amada hija en el exilio
que soy mujer comprometida con tantos compromisos
perdido el rastro de mi nombre ganando sombras en el rostro
buscando en cada paso la presentida soledad
llora new york entre la copa de tus antiguos árboles
humedece la hojas festonadas de tu verano de papel
derrama el necesario llanto ahora
cuando conmuevo esta deshecha piel con la caricia en sueños
cuando refresco esta sedienta boca con una lengua amarga
cuando me pierdo en oscuros rincones de mi maleza grave
que no me dice más quién soy
llora por mi pues ya no tengo lágrimas
y traigo el corazón envuelto en laberintos
llora en un blues quizás
por todo aquello
y por esta inocente desnudez que no me va
…que no me va

nyc/25 agosto/02



« Página anterior | Página siguiente »


Políticas de Privacidad