poemas vida obra s

Poema Sueño Morir Cada Hora de Ricardo Peña



SUEÑO morir cada hora
frente al rumor de su frente.
Sueño que muere en mis labios
la luz de aquello que siente.

Mil lenguas cubren de oro
la soledad de su cuerpo.
Niños con alas de nieve
cubren su pecho por dentro.

Ángeles malvas recogen
su cabellera en mis labios.
Mi cuerpo, el suyo, asombrados
cual hilos de oro de un cántico.

Mi cuerpo, el suyo, enlazados
cual vivos troncos en llamas
que un viento azul agitaran,
caliente en mieles y nardos.



Poema Sustancia Erótica de Aldo Pellegrini



Paisaje de latidos
el viento azota tu mirada ardiente
ahí está agazapada la espera
un lejano murmullo anuncia los estremecimientos
de un salto intentas aniquilar la vida
y encender un crepúsculo de miradas frías
¿a quién buscas por ese camino palpitante?
¿qué fuga detienen tus manos tenaces?
corazón que galopa
hasta atravesar tu transitable desnudez
y hace estallar la vida
la vida
ahora llega la muchedumbre de horas indecisas
tu corazón galopa lejos de mí
tu mano cae
desde el instante sin tiempo
fracasada tu muerte
indiferente a todo próximo sueño.



Poema Sobre La Contradicción de Aldo Pellegrini



Si extiendo una mano encuentro una puerta
si abro la puerta hay una mujer
entonces afirmo que existe la realidad
en el fondo de la mujer habitan fantasmas monótonos
que ocupan el lugar de las contradicciones
más allá de la puerta existe la calle
y en la calle polvo, excrementos y cielo
y también ésa es la realidad
y en ésa realidad también existe el amor
buscar el amor es buscarse a sí mismo
buscarse a sí mismo es la más triste profesión
monotonía de las contradicciones
allí donde no alcanzan las leyes
en el corazón mismo de la contradicción
imperceptiblemente
extiendo la mano
y vivo.



Poema Sueño de Cesar Pavese



¿Aún ríe tu cuerpo con la intensa caricia
de la mano o del aire y en ocasiones reencuentra
en el aire otros cuerpos? Muchos de ellos retornan
con un temblor de la sangre, con una nada. También
el cuerpo
que se tendió a tu flanco te busca en esta nada.

Era un juego liviano pensar que un día
la caricia del alba emergería de nuevo
cual inesperado recuerdo en la nada. Tu cuerpo
despertaría una mañana, enamorado
de su propia tibieza, bajo el alba desierta.
Un intenso recuerdo te atravesaría
y una intensa sonrisa. ¿No regresa aquel alba?

Aquella fresca caricia se habría apretado a tu cuerpo
en el aire, en la íntima sangre,
y habrías sabido que el tibio instante
respondía en el alba a un temblor distinto,
un temblor de la nada. Lo habrías sabido
igual que, un día lejano, supiste que un cuerpo
se tendía a tu lado.
Dormías con ligereza
bajo un aire risueño de efímeros cuerpos,
enamorada de una nada. Y la intensa sonrisa
te atravesó abriéndote los ojos asombrados.
¿Nunca más regresó, de la nada, aquel alba?

Versión de Carles José i Solsora



Poema Soneto Diferente de Serafina Núñez



Verano para qué, si ya las sienes
altiva sombra ciñe fatigada
y el alma su soñar entregó en bienes
por el gran pordiosero reclamada.

Verano para qué, si sólo vienes
con tu fragua de oros y alborada
al holocausto que en mi pecho tienes
de rosa y hombre, lumbres y algarada…

No quiero el manantial, sino huidiza
agua que corre ahondando sus caudales;
criatura de espejos y fanales,

su cielo en mi paloma se eterniza.
Crece en mis ojos, gasta mi ternura.
Mi vida su alimento le procura.

febrero 14 de 1986



Poema Soneto de Serafina Núñez



Estoy sobre tu sol y tu sonrisa.
Para mi dalia busco luz y canto
en la guitarra tierna de tu brisa
desatada en el pecho con quebranto.

Funda a mi cielo bajo tu divisa
de playa abierta y mariposa, en tanto,
fluye el rumor caliente que agoniza
en mi frente, sus alas en espanto.

Deja tu flor fluyente y veladora
en la ribera dulce que te implora
mi pez soñando por tu madrugada.

A mis palomas dale norte y flecha,
ata mis pulsos, grábame tu fecha,
y siémbrame en tu tierra desvelada.



Poema Soneto Grisáceo de Aníbal Núñez



Te vistieron de gris con uniforme
te dieron una chapa y una porra
y saliste a la calle tan conforme
con permiso oficial de armar camorra

dispuesto a demostrar todo lo enorme
que es tu amor a la patria que en la gorra
viene representada aquiliforme
aunque en el fondo no es más que una zorra,

dejaste el azadón que hoy enmohecido
dormita en el corral que abandonaste
-se puede uno ganar bien el cocido
sin trabajar-: aquel maldito traste
áspero sucio feo retorcido
no es como la pistola: ¡qué contraste!

Noviembre, 1969



Poema Soneto Acróstico Con Figuras De Insistencia de Aníbal Núñez



HALLADO EN UNA BOTELLA DE MEZCAL EN
«EL FAROLITO» Y EN DONDE -AUNQUE ESTO SEA
LO MENOS IMPORTANTE- SE CORRIGE
UN ERROR LÉXICO DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Como de tu pupila la negrura,
Azul indescriptible tu iris, nunca
Tuve ocasión de ver: dulce espesura
Abierta a este habitante de espelunca.
Lago nocturno, superficie pura
Izó frente a su orilla la ya trunca
Nave desarbolada por la dura
Arribada otra vez a donde nunca
Mirabas tú llegar y nada había-
Antro mi herida [fue] no percibida-
Tibio a mis huesos y a mi voz perdida
Esperando escuchar, saber que oiría
Otro canto mi oído, derretida
Sirena y cera por tu voz de vida.

Enero, 1982



Poema Surgió Del Llanto Tu Presencia de Jesús Munárriz



Surgió del llanto tu presencia y trastrocó el pretil del sufrimiento sin ambages. Volaron desde entonces albos designios por la mañana de mi soledad. Amanecía a tu lado diariamente un gris más pálido que su predecesor y desde él levantábamos, acordes, escalones de pulso y de futuro. Lentos cimientos. Voluntad unánime, recelos desvelados.
Han echado raíces poderosas aquellas horas y mis células trenzan sólo mensajes que han de vivir las tuyas y de las tuyas recibo yo también
estas felices transmisiones que me nutren y animan. Soy carne de tu labio y beso de tu boca. Llevo la marca de tus dedos en mi pelo y mi costado añora tu nariz. Hasta el cerebro, a menudo pospuesto en estos trámites,
te anhela en mí sin freno. Has sabido, de un vacío agrietado y sin límites, convocar las más sutiles concreciones para con ellas ir hilando espacios habitables. Has recompuesto esta desmenuzada sábana laborable con una mano mágica. Has dado aire al pincel, que por él se enarbola, y lucro a las palabras, ya incontinentes por tu ausencia.
Nadie supo jamás horadar este bote, dar voz a esta hojalata como tú. Han recaído en tu esqueleto impaciencias de siglos. Has abierto un cancel oculto y por el patinillo a que da paso irrumpe, renovada, mi triple geografía.
He de viajarte ausente y renovarte misteriosa y diáfana. He de pisarte, uva madura, y destilarte, orujo, y aprovisionaré a mi descendencia de la bebida de tu cuerpo. Voy a engarzar mi historia en tu recuerdo para un proyecto alegre de renovadas simetrías. Voy a soñarte en cada vida. Voy a vivirte en cada sueño.

«De aquel amor me quedan estos versos» 1975



Poema Será Mejor Así de Jesús Munárriz



Será mejor así.
Tu rostro eternamente trenzará entre mi pecho
inéditos cordajes,
se mantendrán tus manos taumaturgas,
y en tu ritmo no habrá jamás monotonía.
El color de tus ojos siempre será distinto,
y el sabor de tu piel,
y el de tu boca.
Jamás será rutina desnudarte
ni ver cómo te ocultas.
Porque no te atreviste
a romper con tu mundo cotidiano,
no será nunca el nuestro cotidiano,
rutinario y monótono.
Cada cual vivirá a solas su jornada
y en vez de soportarnos mansamente,
yo haré literatura entre otras cosas,
y tú no sé qué harás, fuera de mi memoria.

«De aquel amor me quedan estos versos» 1975



« Página anterior | Página siguiente »


Políticas de Privacidad