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Poema Retorno de Cecilia Bustamante



Patria mía ?
en tus muros
vive la sombra
de aluviones antiguos.
Morada
bajo el golpe discreto
de la brisa.

A orillas del Pacífico
las neblinas debilitan.
Mohos grises, el salitre
socavando tus ciudades
en la corriente
leve de la sangre.

Después ?
sólo miedo y descontento
incurables.
Y en la piel del aire
viaja un frío
como los recuerdos.

II

Mi infancia se pierde
por las calles de Lima,
palabra
sobre paisajes virreinales
rematados por el hambre.
Idioma
rebotando, desangrándose
en el fértil dominio
del pasado.

III

Dura España
Madre
España.
En mis viejos cuadernos
reverbera
el veneno mayor.
Y en las montañas
los animales ciegos,
los metales
que te colmaron de esplendor.

Mi país
el de pulcros erales,
el de parcelas limpísimas
en sus flancos
sólo sangre
y en al aire
sólo una espada
una espada en el aire.

IV

Metal contra metal
vibran el poder y la muerte
y mi país
desenvaina
una espada en el aire.

En el aire
una espada.



Poema Respuesta de Catalina De Zúñiga



El diligente deseo
podría se de placer
por el dulce devaneo;
mas la fineza dél, creo
que está puesta en padecer,
porque aunque poder cumplille
en servidio del amado
es el bien más estimado,
lo que cuesta el diferille
hace el mérito doblado

Mayor deudo con lo feo
no sabiendo el negro color,
sin saber si es lo mejor
yo diría a ley de creo
que de azul el resplandor.
Subir un hombre vencido
podrá, cuando la vitoria
guste de echar en olvido
al que ayer favorecido
hoy borre de la memoria.

Mas pensar que ser amado
con el que ama tiene igual,
eso estáse averiguado
por ser caso reservado
para gente de caudal.
Para amado, ¿quién no basta?
Para amar, ¿hay bueno alguno?
A no llamarme inoportuno
jurara que desta casta
no ha quedado ya ninguno.



Poema Retorno de Carmen Saval Prados



He conocido las voces
que me llamaban antes de nacer,
por el sobresalto que he sentido
pienso que ya es la hora.

Éste es mi primer viaje
y me ha parecido tan breve.
Guardián de esta miserable estancia
acércate y observa,
árboles, madrugadas y vasijas
todo está en su sitio.

Pero ya el arcángel inalterable
anuncia la partida.

He reconocido las voces
antiquísima letanía que quise olvidar
mientras defendía el territorio
de mis sueños, patrimonio
herencia que no he solicitado.

Envejecieron los amigos
y cada cual se fue con su equipaje
y su sombra.

Ahora comprendo la paciencia,
los gestos, las costumbres.
Enhebrando pasiones, oráculos,
espera y muerte
se nos iba la vida.
Nada era suficiente,
nunca llegaba el definitivo momento
todo era un mientras tanto proyectado.

Y de súbito, tan pronto, el retorno.

Me parece imposible,
me asomo buscando algo
para retener la partida, pero mis cosas no tienen sentido
y ya mi tiempo
es un deshabitado calendario.

El barco del retorno ha llegado.

El mascarón de proa es una figura conocida
y su rostro se parece a mi rostro.



Poema Retrato Gongorino de Carmen Jodra



…Al hilo dignifica la hermosura,
dulcemente inmadura,
del rendido durmiente,
porque en dieciséis años
no ha habido tiempo aún para los daños
de tiempo cruel o práctica natura,
que sacrifica el arte a la simiente;
en el cuerpo yacente
hay candor y abandono y hay tersura.
¡Qué vértigo provoca,
cómo provoca vértigo la boca!.
roja rosa entreabierta
de riquísimo aroma,
con las mórbidas formas de un poema,
que al más dormido instinto lo despierta.
Y los párpados lisos,
y de las cejas las espesas líneas,
que no han tocado nunca las Erinias
con sus crueles avisos,
la barbilla perfecta,
la nariz intachablemente recta
y la suave mejilla ruborosa;
la cara más hermosa,
en fin, y el cuerpo más hermoso y noble
que engendrara jamás mujer alguna,
y no quiso el azar hacerlo doble
porque tanta belleza fuera una,…

Se yergue, y su hermosura al cielo embriaga
y al barro que su planta pisa halaga,
y el águila recuerda
sus misiones de antaño
y lamenta que hoy, para su daño,
sea la divinidad siempre tan cuerda.
Con leve pie el muchacho sale y deja,
más cuanto más se aleja,
arrebatada y anhelosa el alma
y vacía de calma.



Poema Roce De Límites de Carmen Conde Abellan



Esto que se termina soy yo. No puedo pasar de mí.
He llegado hasta mis propios bordes;
rebosaría, derramándome, si quisiera
a la Puerta de Dios llamar.

Una mirada en sí; unos sentidos todos
dentro de ellos mismos… Soy ahora
el límite total de la criatura.

Voy a afirmarme ante el No, a gritar que vine
henchida de un latido inexpresable;
y que espero me sostengan unas manos
sin pulpa de la tierra.

Todo llegó conmigo;
fabulosas miserias traje absorta
y un delgadísimo ramaje de venturas
que soñaba bosque de amor en el mundo.

De aquí no espero brotar.
Nadie me llama.
¿Voy a persistir cual una sombra
delante de tu voz jamás oída?
Atiéndeme, misterio; no te alcanzo.
¿Eres la quietud, eres violencia
de quietud…?
¿Eres yo misma?



Poema Rito Menor de Ramiro Fonte



Incendiar los orígenes como se queman labios
Y rechazar la máscara que el día nos prepara,
He ahí la forma secreta de pasar por otoño
Sin perder la ebriedad de los culpados jardines.

Que nunca aquellos ojos a los que dimos
El reposo de las aves solitarias,
La lejanía clara de los ponientes
Se claven en los espejos de la tarde.

Como fuegos perdidos
Que buscasen al hombre,
Su cuerpo sin lluvias atravesando abril
Viven en los libros rotos de las fronteras.

Quién destejió banderas en el hastío
De las playas siendo agosto
Y contempló el mar sin escuchar el canto
Del marino apresado por las lunas del sur,
Maldito sea!,
Y en la hora futura de las amapolas,
En el alto mástil de las noches en nuestros corazones,
Sea maldito,
Y toda esa estación a la que pueda darse,
Y todos sus puertos.

De Designium, 1984



Poema Respiro Y Descanso de Carlota Caulfield



Encontrado entre los papeles inéditos de George Sand.
Se cree que esta carta fue escrita en Mallorca
en medio de su pasión por Federico

Respiro y descanso
al mirarte desnudo.
Este acompañarnos y saber callar
por los caminos de nuestro dolor:
mi escritura se teje
sobre las paredes
del incomparable acorde de tus manos.



Poema Recetas Dulces (tinglado De Sueños) de Carlota Caulfield



Cuando venga mi amado,
le daré leche azucarada
con un testículo
de macho cabrío bien hervido.

Mi manual de etiqueta
es el Kama-Sutra,
y mi maestro es el sabio Vatsyayana.

Cuando venga mi amado,
le daré huevecillos de gorrión,
con mantequilla y miel,
cocidos a fuego muy suave.

Mi manual erótico
es el Ananga Ranga,
y mi maestra la curiosidad.

Grande es tu mundo,
pequeña mi entrada:
viajemos al chinti
y guardemos las recetas
de nuestro libro sagrado.



Poema Ritual Amatorio de Carlos Oramas



Sucede al vivir que en las noches
las manos abren caminos, escriben ríos.
Piel y piel tan solo y nada importa
sino el rumor del corazón enloquecido
somo el mar bajo el furor de las tormentas.



Poema Resurrecciones de Julio Florez



Algo se muere en mi todos los días;
la hora que se aleja me arrebata,
del tiempo en insonora catarata,
salud, amor, ensueños y alegrías.

Al evocar las ilusiones mías, Pienso:
«¡yo, no soy yo!» ¿por qué, insensata,
la misma vida con su soplo mata
mi antiguo ser, tras lentas agonías?

Soy un extraño ante mis propios ojos,
un nuevo soñador, un peregrino
que ayer pisaba flores y hoy… abrojos.

Y en todo instante, es tal mi desconcierto,
que, ante mi muerte próxima, imagino
que muchas veces en la vida… he muerto.



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