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Poema Quinta Luna de José Pedroni



Con ojos que te sieguen huidiza,
soy el azor de tus benditos senos:
palomas que arrullando inflan el buche,
vasos que crecen a un divino fuego.

Y en verdad que tu vientre primerizo,
ni blanco ni moreno,
calladamente se deforma en cantaro
a la presion continua del misterio.

Ah, si me fuera dado referirte
lo inexplicable que en el alma siento,
y hacer de modo que tu angustia santa
se te vuelva alegria todo el tiempo!

Mujer, en el secreto de tu carne
es mi destino el que se esta cumpliendo;
y por eso sonrio a tu sonrisa
y sufro sin querer tu sufrimiento.

Y soy como un pastor ante su tierra
-que mi tierra es tu cuerpo-;
pastor que canta o que en la plaga llora
con los brazos abiertos!

Ah, poco a poco, como un niño triste,
de extraño mal me morire en silencio,
si lo que llevas, que es mi propia viña,
te lo destruye el viento.



Poema ¡quiero Vivir! de Jose Maria Gabriel Y Galan



¡Quiero vivir! A Dios voy
y a Dios se va muriendo,
se va al Oriente subiendo
por la breve noche de hoy.

De luz y de sombras soy
y quiero darme a los dos.

¡Quiero dejar de mí en pos
robusta y santa semilla
de esto que tengo de arcilla,
de esto que tengo de Dios!



Poema ¿que Tendrá? de Jose Maria Gabriel Y Galan



¿Qué tendrá la hija del sepulturero,
que con asco la miran los mozos,
que las mozas la miran con miedo?

Cuando llega el domingo a la plaza
y está el bailoteo
como el sol de alegre,
vivo como el fuego,
no parece sino que una nube
se. atraviesa delante del cielo:

no parece sino que se anuncia,
que se acerca, que pasa un entierro…

Una ola de opacos rumores
substituye al febril charloteo,
se cambian miradas
que expresan recelos,
el ritmo del baile
se torna más lento,
y hasta los repiques
alegres y secos
de las castañuelas
callan un momento…

Un momento no más dura todo:
más, ¿Qué será aquello,
que hasta da falsas notas la gaita,
por hacer un gesto
con sus gruesos labios
el tamborilero?

No hay memorias de amores manchados,
porque nunca, a pesar de ser bellos,
“buenos ojos tienes»
le ha dicho un mancebo.

Y ella sigue desdenes rumiando,
y ella sigue rumiando desprecios,
pero siempre acercándose a todos,
siempre sonriendo,
presentándose en fiestas y bailes
y estrenando más ricos pañuelos…

¿Qué tendrá la hija
del sepulturero ?

Me lo dijo un mozo,
-¿ Ve usted esos pañuelos?
pues, se cuenta que son de otras mozas.. .,
¡ de otras mozas que están ya pudriendo!. . .
Y es verdád que parece que huelen
que huelen a muerto.



Poema Quién Sabe… de José Antonio Cedrón



Quién sabe cuál sería la solución buscada
o si fue algún atajo una salida huyendo
de los perros del tiempo
que no entienden dialectos
ni gestos de esos hombres
que un buen día llegaron en un barco
o encallaron de tercos
perdieron el sombrero en esta costa blanda
cielo limpio agua dulce tierra para sembrar
la semilla no dio como esperaban
el arado y la furia no estaban
en sus cartas de navegación
sólo encontraron paz cabeceando entre sueños
al filo de la mesa
no se reconocieron en la virgen
criaron el ganado atrás del muro
bautizaron por miedo desearon y desearon
no preguntaron nada o casi nada.
Apenas si alcanzamos a saber quiénes somos.



Poema Quedar de Jose Angel Valente



Singbarer rest
PAUL CELAN

QUEDAR
en lo que queda
después del fuego,
residuo, sola
raíz de lo cantable.

(Fénix)



Poema Qué Horrible Es El Olvido de Jorge Robledo Ortiz



¡Qué horrible es el olvido!
Ver la mujer amada
Y no sentir que el alma
Se curva de dolor.
Cuando cerca a su nombre
No nos punza la espina,
Ya no vale la pena
Nuestra estéril canción.

¡Qué horrible es el olvido!
Saber que la quisimos
Y que sigue en la sangre
Sin producir dolor.
Cuando nos resignamos
A vivir con su ausencia,
Es porque ha envejecido
Por dentro el corazón.

Y entonces, ya la vida
No vale una canción.



Poema Quiero de Jorge Gaitán Durán



Quiero vivir los nombres
Que el incendio del mundo ha dado
Al cuerpo que los mortales se disputan:
Roca, joya del ser, memoria, fasto.
Quiero tocar las palabras
Con que en vano intenté hurtarte
Al duelo de cada día,
Estela donde habitaban los dioses,
Hoy lisa, espacio para el gesto imposible
Que en el mármol fije el alma que nos falta.
No quiero morir sin antes
Haberte impuesto como una ciudad entre los hombres,
Quiero que seas ante la muerte
El único poema que se escriba en la tierra.



Poema ¡qué Duro Estar Prensado Sin Remedio! de Jorge Debravo



Qué duro estar prensado sin remedio
entre los muebles tristes de la pena!
Sacar de todas partes tedio y tedio
como un innumerable mar de arena…

Qué duro ir por la vida haciendo sueños
y encontrárselos todos en el suelo,
andrajosos, sin alma, pedigüeños,
como un largo telón de desconsuelo…

Y qué duro caer sobre una cama
donde nadie nos mira ni nos ama,
donde sólo la sábana se mueve!

Y qué duro pensar que no hay remedio,
que aquí y allá no brota siempre el tedio
como una nube gris que llueve y llueve!



Poema Qué Puede Ser, Señora… de Jorge De Montemayor



¿Qué puede ser, señora, antes que os viese,
pues viéndoos cobré el ser que no tenía?
¿Qué pudo ver sin vos el alma mía,
o que sería de mí si así no fuese?

Según ahora me siento, aunque viviese,
no era el alma, no, por quien vivía,
que un natural instinto me regía,
hasta que vuestro rostro ver puediese.

Y viendo el resplandor y hermosura
del rostro transparente y delicado
do tanta perfición pintó natura.

de vos recebí un ser tan extremado,
que no pudiendo haber en mí mal cura
lo sufro y me sustento en mi cuidado.



Poema Qué Haré Con Mi Vida de Johanna Godoy



¿Qué haré con mi vida?

¿Qué haré con mi vida?

La disolveré
y cada hoja de colores
se la pegaré
en el corazón
a ése que amé
y hoy me es lejano

le pondré
dos o tres soplos
para que alcance
el cielo
sin que extrañas manos
la manipulen

¿Qué haré con mi vida?

me preguntas
cuando me miras
sumida en mi frasco de cristal
bajo formol frío
destiñendo
color a color
cada uno
de los sueños



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