A Roberto Cea y compañía.
De nuevo vienen los patriarcas
Con sus pantuflas de polvo
Y su diarrea falaz
Vienen temerosos
Su aldea es asaltada por mujeres
Vienen sorprendidos
Rabiosos Temblando
Vienen a sellarme con su desprecio
A convidarme la hostia de su mordaza
Me colocan por frente
Estúpidas preseas
De contiendas mediocres
En el charco nacional
De la polifacética Ars Poética
Los observo correr
Con su sinrazón obesa
De elefantes
Maldiciendo mi canto
Porque son aves
Pero rapaces
Vienen a pedirme
Que me vuelva
Que figure en las antiguas poses
Que luzco mejor en la sombra
Que de rodillas
Que tan callada
Yo río
Y para su desgracia
Mi risa es más fotogénica
Que sus llantos
Yo armo en silencio un discurso
Clavo su ignorancia
En la arena de mis versos
Salgo del túnel de su espejo
Pero no entienden mi belleza
Entonces inclemente
Lluevo sobre sus hojas
Cada vez más muertas
Grito y taconeo
Abro los ojos y los asusto
Los ignoro pasándome la calle
Rauda en sus complejos
Exploro un poema febril
Para su angustia
Y Eréndida huyo en mis metáforas
Inalcanzables para la estatura de sus ojos
Pobrecitos los ?patriarcas?
Se les olvida
No entienden
Que mi poema jamás
Andará por la acera
de sus exactos…