poemas vida obra luis hernandez

Poema El Elefante Asado de Luis Hernández



Consérvame en la frialdad
De las cosas abruptas
Y sin Sol
Y de las agujas grises
Ezra Pound

1
Esta es la historia
De Mowli
El niño oveja

2
Adiós amor
Te he visto
Muchas veces
Reluciente
Beber el agua
Y también
Beber el vino
Y jamás
Me he dolido
En tu presencia
Adiós amor
Muchas veces
Y jamás

3
Tengo el sueño vago
De haberte visto;
Y también entreabrirse
El aire
A tus pasos amor mío.
Y entre vidrios,
Bajo, en el horizonte:
El día.



Poema Dicen Que Soy de Luis Hernández



Dicen que soy
Un soñador que sueña
Y otros dirán de mí

Adiós: me iré
A algún otro lugar

Y si la Melancolía
Me alcanza
Y si la Melancolía
Me alcanza

Me cubriré del agua
De la mar y ya no he
Más de morir

Y ya no he más



Poema Coleridge, S.t. de Luis Hernández



Te regalo las adormideras/ que crecieron/ Junto al Támesis/
Para Samuel Taylor/ Samuel Taylor Coleridge…

Rodeado de fantasmas
Samuel Taylor Coleridge:
Por qué hiciste tonterías
Algo más esperé de ti:
No esperar más.
Pero fuiste un milagro
De rara belleza
In Xanadú.



Poema Chopin, Federico de Luis Hernández



«Federico Chopin» de la sección «Los muertos»,
Las constelaciones T:28

Se sintió primero
Con la tristeza
De un niño solitario
Y luego
Con la grandeza
De un niño solitario

Y escribió
Aquella Música
De su alma
Que es lo único
Que pudo
Bajo un sol
Que no era el suyo
Dar su Amor
(«Chopin», M: 87)

1
¿Recuerdas tú
El bosque de Watteau
Y un claro de luna
Que sí ha de volver
Que sí volverá?
¿Recuerdas tú?

22
Y si recuerdas
El bosque
Y si recuerdas
El bosque
Dónde habré
De hallarte
Recordando

(«Prelude», A Federico Chopin, M: 170-171 )

* *

En las estrellas
Del cielo de Varsovia
Hay una fuente

De cristal y límpida
El agua fluye

Tras los alambres de púas
La fúlgida

Herrumbrada selva
De las latas luces
Y un horizonte azul
Más allá de Varsovia

Con el corazón
En París

Y luego
Tu cuerpo torturado
Pobre poeta de Polonia

En el cielo azul
De Varsovia

Hay
una
fuente

Cracovia, febrero de 1975



Poema Canto Tercero de Luis Hernández



Astronauta,
A mil millas del mundo que los hombres crearan
Para nunca conducir,
Algo conoces de esta tierra
Y algo olvidas,
Algo conoces de las aguas,
Y relatas solitario a tus espacios:
En Atlántida, cuando se hunde océano
Brillan oxidadas las máscaras de los esclavos.
Piensa ahora que te anudas a las tardes
Con el limo en los ojos.
Piensa, con un niño en el pómulo celeste:
A la vuelta está el viento,
El paisaje deleznable de las nieves.
No temas nunca el mar
Que también tiembla.
No juzgues la carrera del Sol
Coronado por los zorros.
Suelta tus manos en los vuelos ajados del alambre:
En la última esquina del tiempo,
Mendigando en retorno, condenado,
Hallarás las mil fases de lo eterno.

De «Cantos de Pisac»



Poema Canto Segundo de Luis Hernández



¡Un río. Melodía, dios, un río!
El espacio en el cauce de lo alado,
Sordo monstruo tallado por Estío
Entre un triste frescor
Oh, ignorado,
Tan eterno tu Otoño en la caída!
Como garra rapaz: sí enredadera,
Flama amada del tiempo, desvaída
Por la turbia carcancha, tan certera.

Dios oculto en un vientre de roca:
Destrozado, muda espina lanzada
Por la noche fugaz sobre los cantos.

Agotada en sí misma es honda roca
Cegadora de grutas arrancadas
Por las fieras llameantes de amarantos.



Poema Canto Primero de Luis Hernández



Digamos que eres un muchacho,
Acaso el que tallara
La sortija del durazno,
Pensemos que ella fue creciendo en tu dedo
Hasta hacerse lejana como un astro.

Digamos que eres un muchacho
Que juega en una nave de piedra
Al abordaje.
Pensemos que atrapaste tu vejez
Con unos garfios,
Inútilmente.

Inútilmente dibujaste sobre tu cuerpo
Al vagabundo cruel
De las islas aladas:
Sin deseo, sin prisa, sin belleza,
Eres solo en la noche del espacio.



Poema Byron, Lord de Luis Hernández



«A Jorge Noel Gordon Lord Byron»

Qué te diré; sinvergüenza
Compañero, yo también
Oculté mi tristeza
Y qué, sabemos
Cómo te plagio, Lord,
Como no sea quizá
Que hemos nacido
Para el morir
Eso que llaman muerte
¿La venceremos, Byron?
Yo creo que mejor
Bebemos por la Poesía.



Poema Browning, Robert de Luis Hernández



Dime Robert
Qué es más propio;
La grama
El césped
El grass
La extensa pradera
De hierba
Sordello; un loco señor
Me habló de Sordello;
Ezra Pound

Y otro de tus jardines;
Jiménez de Moguer
(«Roberto Browning», M: 380)



Poema Abel de Luis Hernández



Abel, Abel, qué hiciste de tu hermano,
Di, qué hiciste,
Con el tallo de tu cuerpo siempre pito
Las sandalias lustradas y tus veintes.

No mirabas las ubres de las vacas
Ni el coloquio escondido de tus perros,
Sólo el humo de tu ofrenda que ascendía
Como ascienden las moscas hacia el cielo.

Sin embargo
Yo he visto a tu hermano y lo conozco
Persiguiendo la cólera entre vainas
Entre campos de trigo
Con los sucios vapores de su llanto
Reposando en la tierra

Como pronos cadáveres sin deudos
Dime entonces qué hiciste
Hoy que yace tu hermano tan al este.
Tú que nunca pensaste que para otro
Era duro de roer el Paraíso

De «Vox horrísona»



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