poemas vida obra i

Poema Inocencia de Juan Sánchez Peláez



Cuando pongo la mejilla en esa melodía, recupero un instante
la ciudad perdida.

Vivo sin leño ni lumbre, señuelo en pos de ti.

Por encontramos en el mundo, nos cubre la llama que da pavor. Soy de pies a cabeza la gran vacilación del hombre. Mustio, trago a cántaros el olvido y la tiniebla.

De «Rasgos comunes» 1975



Poema Invocación de Juan Ramón Mansilla



Queden estas palabras que no sé
si resistirán íntegras al tiempo.
Y con ellas, una visión del mundo
donde el recuerdo, si quiere, descifre
los antiguos mensajes ofrecidos
día a día por la vida.

Palabras que hablan con voces diversas,
como si al vaivén de cada momento
personajes distintos concitaran
sueños tornados realidad concreta,
quedamente ofrecida por la vida.

Para que cuando sientas esos cantos
de sirenas, sigas libre y consciente,
común a la flor y al pájaro,
del humano sueño en que nos buscamos.
Y halles el quid de lo que somos,
la verdad ofrecida por la vida.



Poema Iba Tocando Mi Flauta de Juan Ramon Jimenez



Iba tocando mi flauta
a lo largo de la orilla;
y la orilla era un reguero
de amarillas margaritas.

El campo cristaleaba
tras el temblor de la brisa;
para escucharme mejor
el agua se detenía.

Notas van y notas vienen,
la tarde fragante y lírica
iba, a compás de mi música,
dorando sus fantasías,
y a mi alrededor volaba,
en el agua y en la brisa,
un enjambre doble de
mariposas amarillas.

La ladera era de miel,
de oro encendido la viña,
de oro vago el raso leve
del jaral de flores níveas;
allá donde el claro arroyo
da en el río, se entreabría
un ocaso de esplendores
sobre el agua vespertina…

Mi flauta con sol lloraba
a lo largo de la orilla;
atrás quedaba un reguero
de amarillas margaritas…



Poema Ida De Otoño de Juan Ramon Jimenez



Por un camino de oro van los mirlos… ¿Adónde?
Por un camino de oro van las rosas… ¿Adónde?
Por un camino de oro voy…
¿Adónde,
otoño? ¿Adónde, pájaros y flores?



Poema Interrogaciones de Juan Pablo Riveros



¿Que el universo no sería infinito?
¿Termina el infinito?
¿Y la gravedad de todas las masas
también es infinita ?

¿El cielo ardería en infinita luz ?

Pero,
¿Es mar allá ?
¿Un acuario de peces,
de ballenas, y medusas ángeles ?

¿Todo lo engendra la discordia, Heráclito?

Esto,
¿sólo vibraciones de lo originario?
¿un paso,
una angostura para retornar acá ?

¿Sólo al Gran Vacío
es este viaje?
¿una distorsión del continuo espaciotiempo,
un gran círculo cósmico
de 200 mil millones de años luz?

¿Un fuego,
un hielo de Dios ?

¿Cambiando descansa el fuego, Heráclito?

¿Al cabo de cuántos finales de mundo
conversaremos ?



Poema Instantánea de Juan Liscano



?Lo que pasa volando permanece.
?Porque se oculta.
?Y se vuelve a pasar, volando.

En la habitación vacía,
descuidada,
cruzó la ráfaga de alguien.

En el cuarto abandonado
de la casa ruinosa
la luz encarnó en alguien que pasa.

Eternidad del instante ahondado,
escena fijada y sin tiempo.

?Pasa sin pisar, sin cuerpo cierto.
?Sale del vacío, vuelve a él.
?Y en el tránsito, la luz lo asume.

Aparición de lo impreciso:
ser, relámpago, ficción, reflejo,
emanaciones de lo invisible.

Nada y todo, movimiento efímero
de la vida.

El sol alumbró de pronto
de lo que se desvanece,
lo que ya no es.



Poema Invocación de Juan De Mena



III

Tú, Calïope, me sey favorable,
dándome alas de don virtuoso,
y por que discurra por donde non oso,
conbida mi lengua con algo que fable.
Levante la Fama su boz inefable,
por que los fechos que son al presente
vayan de gente sabidos en gente;
olvido non prive lo que es memorable.



Poema Intimas de Josefa Murillo



Yo valgo más que tú, yo pulo el verso
y sé cantar en la florida aurora
y en la noche callada la sonora
palabra de verdad, el universo.

Me fue la vida cual puñal perverso
que se clavó en mi carne gemidora,
me fue la joven ilusión traidora
y amé tu nada. Y en el espejo terso

del lago del ensueño al resquebrarse
cortó en mi pecho la profunda veta
de la razón, que tarda ya en cerrarse.

¡Oh, vida! Deja que descanse quieta,
que la mujer por la que va a extenuarse
no es digna de los sueños de un poeta.



Poema Intestino de José Watanabe



(homenaje a J.E. Eielson)

Qué hace ese intestino
Dormido en una cama
Recogido
Como un animal rosado

Sueña que sale del cuarto
Después de la lluvia
Por la ventana dorada

Se estira y curva
En el horizonte
Como un arco iris
Multicolor por supuesto

En los lejanos extremos
Ollas de barro
Repletas de monedas de oro
Oro del que amanece solo
Y con borborigmos
Oro de pobre
Mierda.



Poema Indio de José Pedroni



Quien ordenó la carga del arado
ordenaba tu muerte el mismo día.
Ella tuvo lugar junto al Salado
con paloma y calandria, a mano fría.

No te valió tu entrega de venado
frente al duro invasor que te temía.
No te valió tu miel de despojado.
Sólo la dulce espiga te quera.

Descendiente de gringo y su pecado,
por cementerio de tu alfarería,
a lo largo del río voy callado.

La culpa de tu muerte es culpa mía.
Indio, dime que soy tu perdonado
por el trigo inocente que nacía.



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