poemas vida obra i

Poema Infancia de Felipe Benitez Reyes



El viento golpea la puerta
del cuarto siempre cerrado.

El viento llama a la puerta.

El viento quiere abrir
la puerta en que detiene su camino
ese caballo blanco con ojos de cristal.

El viento araña
la puerta con su garra de dragón errabundo.

Los sioux y comanches
van tensando sus arcos.

La paloma mecánica
mueve sus alas frías.

Pero el viento
derriba al fin la puerta.

Y deja ver
la habitación de sombra y amargura.



Poema Impetración de Federico Hernández Aguilar



Mujer de dimintuas compresiones:
Seas conmigo.

Dama inocente de huracanes perfectibles:
Seas conmigo.

Niña amapola de caricias sobornadas:
Seas conmigo.

Onza de acrobacia con desnudez aprendida:
Seas conmigo.

Mujer por siempre de esta noche:
No te vayas, no te vayas sin mí
al infinito.



Poema In Limine de Fabio Morábito



Por el perdón del mar
nacen todas las playas
sin razón y sin orden,
una cada cien mares.

Yo nací en una playa
de África, mis padres
me llevaron al norte,
a una ciudad febril,
hoy vivo en las montañas,

me acostumbré a la altura
y no escribo en mi lengua,
en ciertos días del año
me dan vértigos y mareos,
me vuelve la llanura,

parto hacia el mar que puedo,
llevo libros que no
leo, que nunca abrí,
los pájaros escriben
historias más sutiles.

Mi mar es este mar,
inerme, muy temprano,
cede a la tierra armas,
juguetes, sus manojos
de algas, sus veleidades,

emigra como un circo,
deja todo en barbecho:
la basura marina
que las mujeres aman
como una antigua hermana.

Por él que da la espalda
a todo, estoy de frente
a todo con mis ojos,
por él que pierde filo,
gano origen, terreno,

jadeo mi abecedario
variado y solitario
y encuentro al fin mi lengua
desértica de nómada,
mi suelo verdadero.



Poema Interrelación de Fa Claes



¿Ves tú la interrelación?
Para eso se necesita un corazón,
eso es el primero
y después un amplio, un grande,
un sanísimo sentido común,
algo creciendo desde bajo la tierra,
ortigas y cardos, la plena lozanía,

algo natural
como el sol, como el instante
al lo que sigue otro instante,
un trueno después del rayo
para quien sobra.

Eso no es tan difícil.
Es tan sencillo como el filósofo
sentado al sol en la terraza
tomándose un café.

Unos cosechaban los granos,
otros los transportaban, los tostaban,
hervían el agua.
Otros pronunciaban la palabra
y él la mordisquea
y mordisquea y habla y construye
y Babel crece sobre Babel
el inconcebiblemente alto
espejismo.

Espera hasta que vuelva el atardecer,
espera hasta la noche.
Alrededor de la estrella polar el cielo gira,
alrededor de su interrelación,
alrededor de Rijmenam.



Poema Inhumano de Fa Claes



¿Es inhumano lo que quiero?
La vida me muestra las frutas
y la sociedad dice: ¡déjalas!
Es inhumano lo que la vida
Y la sociedad me hacen.

Sólo cuando me refugio -se llama resignación eso,
eso es humano, dicen-
después de un rato ya no siento
cómo el cuchillo talla mi carne
y ellos roban -inhumanos- la libra entera.

Míralas: chicas de veinte;
son humanas en su piel lisa que yo
no puedo tocar, cada año;
tienen veinte años, y tiemblo.

En mi cuerpo, el anhelo;
en mi cabeza, la idea;
en mi corazón, un universo
y yo; todo eso junto en Rijmenam
-inhumano- un hombre que no sabe
qué hacer conmigo.



Poema Inestable de Fa Claes



Sé que en el fondo debo cantar,
debería vitorear: el avellano
está brotando, el cerezo florece,
y el melocotonero y el ciruelo; la primavera
llega, temprana e impetuosa, todo florece a un tiempo.
Todo florece y brilla el sol.

Alarmado lo veo. Tanto esfuerzo
gatea por mis pensamientos y
mi esperanza. Bajo el esfuerzo
se refugia la tristeza. De pronto somos
la vieja generación, setenta y más.
No me abandona la idea de que hayan pasado ya.

¿Han pasado? Por excepcional que sea,
la duda que de otra suerte te mina
viene a consolarte. Todavía no ha
pasado. Aún el sol brilla, veo
el avellano con hojas, el cerezo en flor.
¿Pasado? Todavía no, vivo aún con tristeza.

¿Piensas? Vivo bastante a menudo con gusto.
Lo que es una lástima, me canso rápidamente y puedo
soportar más sol en mi frío cuerpo.
Arrugas y espaldas encorvadas de los otros
no son consuelo. Y dime ahora, ¿de dónde
saco mi gozo entonces?

La verdadera alegría se encuentra en la estructuración
del pensamiento. Eres estructura
de células hechas de miles
de millones de partículas, las mismas que el avellano,
y el cerezo y el sol. Así son las cosas.
Lo demás es cantar. Lo demás es luz.



Poema Idioma Castellano de Evaristo Ribera Chevremont



Verbo macizo y señorial, lenguaje
de recia y transparente arquitectura.
Voz extrañada de la tierra pura,
la tierra paridora del linaje.

Horadas la centurias de tu mensaje,
urdido de vigor y de finura,
de grande consistencia en su textura:
oro, marfil, piedra preciosa, encaje.

La rancidez de tu riqueza brilla
en los viejos infolios de Castilla,
que prestigiase el imperial sigilo.

Suma de eternidades, tus legados
ofrecen, por las gracias enhebrados,
los más nocbles decires en su estilo..



Poema Invitación de Evaristo Carriego



Amada, estoy alegre: ya no siento
la angustiosa opresión de la tristeza:
el pájaro fatal del desaliento
graznando se alejó de mi cabeza.

Amada, amada: ya, de nuevo, el canto
vuelve a vibrar en mí, como otras veces;
¡y el canto es hombre, porque puede tanto,
que hasta sabe domar las altiveces!

Ven a oír: abandona la ventana…
Deja al mendigo en paz. ¡Son tus ternuras
para el dolor, como las de una hermana,
y sólo para mí suelen ser duras!

¡Manos de siempre compasiva y buena,
yo tengo todo un sol para que alumbres
ese olímpico rostro de azucena
hecho de palidez y pesadumbres!

Hoy soy así. Soy un poeta loco
que ve su dicha de tus tedios presa …
¡Ven y siéntate al piano: bebe un poco
de champaña en la música francesa!

No quiero verte triste. De tu cara
borra ese esguince de pesar cansino…
¡Hoy yo quiero vivir!… ¡Qué cosa rara,
hoy tengo el corazón lleno de vino!



Poema Ileana: La Galaxia De Andrómeda… de Ernesto Cardenal



Ileana: la Galaxia de Andrómeda,
a 700.000 años luz,
que se puede mirar a simple vista en una noche clara,
está más cerca que tú.
Otros ojos solitarios estarán mirándome desde Andrómeda
en la noche de ellos. Yo a ti no te veo.
Ileana: la distancia es tiempo, y el tiempo vuela.
A 200 millones de millas por hora el universo
se está expandiendo hacia la Nada.
Y tú estás lejos de mí como a millones de años.



Poema Infanterías de Enrique Viloria Vera



Después de tanto decantar
de tanto cernir
vivencias sitios
lugares amigos
los exámenes del colegio la salle
el farol que alumbraba optimista
los estudios realizados al aire libre
en silla de extensión
cuando se comentaba
con amigos que no están
un beso sin saliva
el primer roce de una mano femenina
Puedo sumar también
la ausencia de un padre legendario
que no alcanzó a ser mi héroe
un abuelo siempre amigo
una abuela que nunca
saldrá de mi corazón
De mi madre
es poco y mucho lo que queda
cualquier recuerdo suyo
tiene un toque de infelicidad
un tono de desesperanza
de amores que no pudieron ser

Van quedando
la inagotable chaqueta
la camisa manga larga
la pulcritud el horario
y sobre todo
este maldito sentido de responsabilidad
que me lleva
a levantarme todos los días
para hacer lo que tengo que hacer
como si fuera
el último minuto de mi vida



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