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Poema Qué Me Importa La Muerte de Gonzalo Osses A Vilches



¡Qué me importa la muerte!

Ráfaga veloz que rasante te besa.
Canción de torrente con veneno en la sangre.
Trueno desierto con arenas que dan tu tiempo.
Vino traicionero, por incapaz.

¿Qué me importa la muerte?
Si total no es mía.
Y si lo fuese, da lo mismo, no me quedo con ella.

Querella prehistórica de buitres trajeados.
Respuesta de pétalo frágil, etéreo, inexistente.
Risotadas turbias de aquellos nogales caídos.
Vértice de verdad que se escapa.
Absurdo infinito de la nada concreta.
Locura atroz al engendrar, una duda que sangra.
Inocencia de argucias falaces, en aquel libro de magia negra.

¿Qué más podría suceder?
¿Acaso alguien preguntaría por la palabra libre?

Pongo condiciones a la butaca sorda y muda,
al lector desconocido,
pero lo ignorado comienza a desligarse.
Así quedo, en un justo medio, sin referentes.

No se olvidará de mí, me lo asegura
no por amor, sí por voraz y voluptuosa.
Será pronto, para un tiempo sideral hecho masa.
El ansiado anonimato verterá su pócima,
entonces sí, todo será normal, real y eterno.



Poema Propuesta de Gonzalo Osses A Vilches



Te propongo algo…
te propongo que imagines que llego a tu casa una mañana,
una mañana de invierno, una mañana con lluvia.
Imagíname de traje, con ese traje azul que te gustaba; con abrigo y con corbata.
Imagínate que soy un vendedor, tu me escuchas, tu me atiendes,
tu me sigues con las manos, con las voz, con la mirada.

Soy un vendedor,
pero vengo a dejar un producto que no encontrarás en el mercado ni en ningún otro lugar,
te vengo a señalar las ofertas, no vengo a vender, sino a regalar.

Entro en tu casa,
tu estás huraño, porque no te gusta el invierno, porque no te gusta la lluvia,
sabemos en la agencia que prefieres el verano.

Yo te extiendo un catálogo de colores, un compendio con ventajas y ganancias.
Te muestro las razones y motivos por los que tendrías que volver a estar conmigo.

Es un producto de probada calidad,
trabajo de chilenos, cien por ciento fabricación nacional.
Viene con muda de ropa y manual de instrucciones en idioma desconocido,
incluimos una lista de clientes satisfechos y un libro entero con poemas que te he hecho.

Un producto de alta fidelidad,
programado para amarlo, adiestrado para nunca más defraudarlo…
y creado especialmente para usted, porque conoce sus carencias, porque vive de sus sueños.

Hará el amor en el día y en la noche, gritará su nombre entre gemidos, pedirá perdón, vibrará con sus latidos y le dirá ?Te quiero?, de la noche a la mañana y de lunes a domingo.

Damos seis meses de prueba, para su uso exclusivo, sin ningún tipo de compromisos.
si al cabo de ese tiempo usted se muestra descontento, lo aceptamos de regreso y devolvemos su dinero.

Si le interesa, no acepte imitaciones y recuerde que éste bien es perecible.
Analice costo y beneficio, verá que no pierde nada con probar,
siempre hay tiempo para volver a empezar, sólo hace falta una segunda oportunidad,
una chance de volver a estar contigo.

¡Vamos, anímese!
Dése cuenta que no hay nada que perder y mucho que ganar,
Además, no es tanto lo que pido,
sólo que me de una esperanza, una clave, una señal, algo que me indique,
sin posibilidad de interpretar,
que usted quiere volver a estar conmigo.

Si lo quisiera hacer, le llevamos el producto a domicilio, con 99% de descuento,
y de regalo estas líneas, o si prefiere este poema,
que más bien parece un cuento.



Poema Voces de Gonzalo Osses A Vilches



Escribe pobre engendro Nerudiano,
pero esta noche no escribas los versos más tristes,
escribe de una vez las rimas más alegres,
pero escríbelas tú ¡No se las copies a Bécquer!

Escribe, maldito amante despreciado,
escribe algo puro, que no se refleje tu alma,
cántale a tu sombra que es lo único que amas
y entierra ese pasado horrible, tan lleno de pecados.

Escribe, peón marchito y trastornado

Escribe hasta que sangres por las manos
y cántate a ti mismo, como lo hizo el gringo loco,
escribe, aunque el sol esté saliendo, no lo mires cierra las ventanas,
no lo sientas, baja las cortinas y persianas…

¡Escribe! ¡Escribe! ¡Escribe!

Para que cuando tú mueras, pueda yo seguir viviendo.



Poema Último Deseo de Gonzalo Osses A Vilches



Ha muerto el hombre que yo fui, te lo prometo,
incluso siento pena por él;
tan falso, tan cruel, tan bohemio,
tan absurdo en su vivir, tan grotesco.

Ha muerto hoy, pero es para mejor.
Rescatemos de él lo poco que era verdadero;
el amor por su trabajo, su falta de dinero,
la pasión con la que de ti me hablaba a cada momento.

Murió, pero se fue contento.
En sus labios tenía tu nombre, junto al sabor de la culpa,
en sus ojos, el paisaje más sereno y en su boca un último deseo:
darte al volver un abrazo sincero.

Y yo, que soy quien escuchaba su añoranza por tus besos,
debo esperar tu regreso, tras ocho meses de silencio,
darte el abrazo que te debo y dejar atrás al que ha muerto.

No lloraré, ya habré llorado todas las lágrimas que le debía a la vida.
No dudaré, las dudas no existirán si veo en ti una mínima sonrisa.
No soñaré, pues mi más grande sueño se estará cumpliendo.
Y renaceré, para reinventar el amor que había inventado para ti.

Sí, porque a partir de hoy, te amaré por los dos,
pues te confieso que yo, cuando él me hablaba de ti,
también… ¡también te amaba en silencio!



Poema Tú de Gonzalo Osses A Vilches



Surgiste de su propia nada
a mi presente.
En un revuelo de otoños a medio caer.
De la flor misma de mi árbol preferido.
Del grito que nunca di.
Del sueño que siempre tuve y jamás conté.

Y tuviste la piel del niño.
El canto de una vieja melodía …

Canción de cuna que extraño
cuando por las noches descubro que me asusto
con mi propio silencio
y comienzo a canturrearla
como si otra vez estuviera creciendo



Poema Tu Castigo de Gonzalo Osses A Vilches



Tu castigo será
saber que yo he sufrido

Tu castigo será
verme sufrir

Serás quién,
desde la otra orilla,
me extienda su mano
sobre el abismo

Para que yo la rechace
y la vuelva a implorar,
cuando ya te hayas ido.



Poema Tres Tiempos de Gonzalo Osses A Vilches



Ahora,
atado al mástil de la indecencia,
ahogado entre mi semen y mi sangre…
Desespero.

Después,
contando posibilidades imposibles,
inventando odiosidades venideras…
Agonizo

Mañana,
sacudiéndome el polvo del camino,
arrimándome a la sombra que sofoca,
a la línea que se rompe, a la puerta que se abre…
Muero.



Poema Toque De Queda de Gonzalo Osses A Vilches



Quédate,
me dijo,
y lo toqué.



Poema Si Te Dijera de Gonzalo Osses A Vilches



Si te dijera,
Que ha llovido un niño,
Que una flor se ha hecho hombre,
Que los pájaros son una mancha azul,
Que las mañanas crecen de raíz a la sombra de los ríos.

Si te dijera:
Que la angustia dura más de doce meses,
Que todos mis días son martes y trece,
Que el tiempo irremediablemente se está muriendo de viejo.

Si te dijera que soy:
La palabra antigua que brote de tus labios.
Te taparías la boca para que no escape,
Y quizás pensarías en mí… que estoy vivo.

Si te dijera que he vuelto,
Notarías mi falta, porque nunca he partido.
Y a la hora que el mar se vuelca en las veredas
Habrá una voz que te llame y pensarás en mí,
Creerás que estoy vivo.



Poema Revelación de Gonzalo Osses A Vilches



Sólo un gesto audaz
bastó para revelarme
el significado de todo cuanto allí existía.

Supe entonces,
que una flor bien podía ser todo el jardín.
Que la palabra, todas las palabras.
Que una mirada, todos los ojos.
El universo, una masa oscura.

Me brotaron Arrau y Huidobro,
Me nació Gabriela y Alfonsina,
Me invadió Dalí, Van Gogh
Y toda la belleza.

Casi sin aliento pronuncié tu nombre,
Y su grato timbre desnudó el silencio.

Ahora,
Cuando la distancia invade los valores,
Sólo rescato la sospecha de haber vivido tanto,
La lejana presencia de otras horas,
Algún resto de pasión,
Quizás algún encanto.



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