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Poema La Pietà De Miguel Angel de Fina García Marruz



A Dinorah

Ay, es como una luna,
esos delgados miembros sostenidos
por la madre, ahora poderosa,
más allá del dolor.

La mano sosteniéndolo la arruga
levemente la piel bajo los hombros.
La otra, de reina, parece que mendiga.

No llora ya: ofrece al Hijo
que quisiera mecer,
a su pequeño inmenso
que quiso lo inaudito.

Ay, es como la fina
luna menguante.



Poema Italia de Fina García Marruz



En Roma,
la Madona.

En Florencia,
la Doncella.

La Pasión,
en Venecia.

Amica mea.



Poema Huésped Me Fue Palabra Misteriosa de Fina García Marruz



¿No sentías que ardía tu corazón
cuando nos hablaba de las Escrituras?
Los peregrinos de Enmaús

Huésped me fue palabra misteriosa.
Huésped es el que viene de muy lejos,
de algún pueblo que nunca habremos visto.
Huésped es el que viene por la noche,
toca la aldaba de la puerta y todo
el umbral resplandece como nieve.
Huésped es quien se sienta a nuestra mesa
sólo por una noche, y no se acierta
sino ya a oír lo que su boca dijo.
Huésped es el que alegra con su rostro,
y alumbra con sus manos nuestro pan,
y no logramos recordar su nombre.
Huésped es el que ha de partir, al alba.



Poema El Que Solía Visitarnos de Fina García Marruz



El que solía visitarnos, el que era
de todos más amado, suave vuelve
a la sala sencilla, cada día
más real y más leve, ya de humo.
¿Cuándo tocó la puerta? No podemos
recordarlo. Estaba allí, estaba!
Y no se irá jamás ni puede irse.
No nos trae la memoria las palabras
del adiós. Sólo podrá volverse
por la puerta de un ruido, de un llamado
de ese mundo que borra, ignora y vence.



Poema Del Tiempo Largo de Fina García Marruz



A veces, en raros
instantes, se abre, talud
real y enorme, el tiempo
transcurrido.
Y no es entonces
breve el tiempo. Como el pájaro
al elevarse abarca con sus alas
un diminuto pueblo o costerío,
la inmensidad de lo vivido arrecia,
y se mira remoto el ayer próximo,
en que el pico ávido bajaba
en busca de alimento.
¡Qué eternidad
de soles ya vividos! ¡Y qué completa
ausencia de nostalgia! Para crecer
se vive. Para nacer de nuevo
y rehacer la mala copia original.
Para crecer, se sufre. No se quiere
volver atrás, ni tan siquiera al tiempo
rumoreante de la juventud.
Que no para que el rostro
luzca lozano y terso se ha vivido.
No para atraer por siempre con el fuego
de la mirada, no con el alma en vilo,
por siempre se ha de estar.
De cierto modo
la juventud es también como una cierta
decrepitud: un ser informe,
larva, debatíase, qué peligrosamente
amenazado. Se vivió. se salió,
quién sabe cómo, del hueco,
de la trampa:
valió el otro
del bosque de la vida, el pleno encanto
de los claros del sol entre lo umbrío
para pagar su precio: lo tanto
costó poco; poco el sufrir inmenso
para esta dádiva: al rostro
orne la arruga como el pecho la cinta coloreada
de un guerrero
o como al niño la medalla premia
por la humilde labor.
Como el avaro
el peso de un tesoro, encorva
la espalda anciana el peso
del vivir.
Mas ya, arriba,
a la salida, ya, se mira
hacia atrás sonriendo, renacido,
como agrietada cáscara el polluelo,
ya se van desligando las amarras,
del extraño navío, y como novio trémulo
locamente lo incierto hace señales.

costó dolor, muerte costó, la vida.
Y al tiempo, breve o largo, siempre corto,
como el relámpago del amor, se le mira
ya sin recelo ni amargura
como a las heridas de la mano, en el arduo
aprender de su oficio,
contempla el aprendiz.

Bella es toda partida.



Poema Cruz De Palomas de Fina García Marruz



Para Isabel, que me enseñó la basílica de San Clemente
(Mosaico del ábside, s. XII)

Creíamos que la cruz
era sólo de amargura
y ahora vemos las palomas
poblando sus travesaños.
(Verdad que es en San Clemente
y en el siglo de María.)
La cruz echa las raíces
de donde, en círculos magos,
nace la vida; los ciervos
beben el agua brotada
del Dolor; bajo su fronda
los hombres y las mujeres
se afanan en sus oficios,
y por las tablas nocturnas,
blanquísima, las palomas
caminan. Es su jardín.



Poema Como Un Romano de Fina García Marruz



Quién sirve
como un romano
-ese monarca
natural- una cena?

A quién no merma
jamás su oficio
sino alegría?

Rey, Guerrero,
Oficiante,
y Padre siempre.

Quién
-como si mandase-
sirve una copa?



Poema Cómo Ha Cambiado El Tiempo de Fina García Marruz



Amigo, el que yo más amaba,
venid a la luz del alba

Cómo ha cambiado el tiempo aquella fija
mirada inteligente que una extraña
ternura, como un sol, desdibujaba!
La música de lo posible rodeaba tu rostro,
como un ladrón el tiempo llevó sólo el despojo,
en nuestra fiel ternura te cumplías
como en lo ardido el fuego, y no en la lívida
ceniza, acaba. Y donde ven los otros
la arruga del escarnio, te tocamos
el traje adolescente, casi nieve
infantil a la mano, pues que sólo
nuestro fue el privilegio de mirarte
con el rostro de tu resurrección.



Poema Ama La Superficie Casta Y Triste de Fina García Marruz



«Sé el que eres»
Píndaro

Ama la superficie casta y triste.
Lo profundo es lo que se manifiesta.
La playa lila, el traje aquel, la fiesta
pobre y dichosa de lo que ahora existe

Sé el que eres, que es ser el que tú eras,
al ayer, no al mañana, el tiempo insiste,
sé sabiendo que cuando nada seas
de ti se ha de quedar lo que quisiste.

No mira Dios al que tú sabes que eres
-la luz es ilusión, también locura-
sino la imagen tuya que prefieres,

que lo que amas torna valedera,
y puesto que es así, sólo procura
que tu máscara sea verdadera.



Poema Al Despertar de Fina García Marruz



Al despertar
uno se vuelve
al que era
al que tiene
el nombre con que nos llaman,
al despertar
uno se vuelve
seguro,
sin pérdida,
al uno mismo
al uno solo
recordando
lo que olvidan
el tigre
la paloma
en su dulce despertar.



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