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Poema Intima de Delia Quiñónez



No te diré
de qué fibra está formado
el corazón que me sostiene:
me será más dulce decir
que lo tengo hecho de Ti,
de tu sonrisa,
y de las penas inmensas
que me llegan contigo…



Poema Dulcenombre de Delia Quiñónez



No supe que mi padre
tenía hojas en las manos,
hasta que verde vi
la plenitud lunar
de sus dedos
que troncharon, cotidianos,
la estrella -pan que nos alumbra
la boca y la garganta.

No supe de sus yemas jardineras,
hasta que florecí como llama angustiada,
anunciación, agua o frío,
como maíz o como miel tan sólo.

No supe que mi padre
tenía clorofilas
en sus diez uñas vegetales y firmes,
hasta que descubrí la igualdad
del rocío y el torrente,
el temblor de la rosa y sus espinas;
hasta que comprendí que nardo y pena
son un mismo binomio de ternura;
hasta que mordí,
con dentelladas de fulgor acaso,
el trabajo nutricio de las cosas,
los días o las horas.

Hoy,
cuando siento que sus manos
son más hoja, más árbol,
más flor que tiempo y carne,
pongo su semilla verde
en esta dura tierra
que me cubre las venas
por donde corre un insomne suspiro
de luz y llanto nuevo.



Poema Del Inédito Milagro de Delia Quiñónez



Yo pondré la esperanza, hermano.
Caerá en tu frente,
en tus axilas,
entre el músculo fuerte
y la coraza que te cubre las arterias.
Te nacerá entonces una rosa sobre el pecho
y volcará el horizonte su distancia
para juntar su infinitud silvestre con el cielo.

Y viviremos en tu rosa,
de su espina congelada y dura
que nos hará firmes como robles;
de su perfume,
alba pequeña,
predestinada esencia y transparente fuego;
de su rocío, cuando el agua falte
a nuestras heridas taciturnas,
cuando la sequedad de nuestras manos
clame por el vino de los racimos dadivosos.

Tu rosa
mi rosa,
escribirá llameantes taumaturgias,
cuando el cielo llueva luceros de miel
y titilen luciérnagas de harina.

Tu rosa estallará desde la aurora
y unirá su fuergo con mi fuego
con mi pupila que lloró
para sembrar la rosa de tu pecho renovado.



Poema Barro Pleno de Delia Quiñónez



Encinta de sol,
colmada de tu barro limpio y firme
vas trasmutando mi cuerpo
en viva flor que destila rocío tras tu ruta.

Vegetal,
el temblor de mis dedos
trenza cuencas azules
y transitan por tus ojos
leves hiervas de fiebre
y fértiles vagidos que me anuncian.

Matriz plena de sol, de Ti,
cuando gritas que mi cuerpo
es un cáliz de substancia amanecida;
de tus manos
cuando aullan tus dedos
y mi piel tan suave…

Matriz de cauce pleno:
…Ni siquiera una rosa colmaría tu abismo
si este sol que te llena se perdiera
en el azul de un ángelus tardío.



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