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Poema Visita De Amor de Cristobal De Castillejo



Unas coplas muy cansadas,
con muchos pies arrastrando,
a lo toscado imitadas,
entró un amador cantando,
enojosas y pesadas.
Cada pie con dos corcovas,
y de peso doce arrobas,
trovadas al tiempo viejo.
Dios perdone a Castillejo,
que bien habló de esas trovas.
dijo Amor: ¿Dónde se aprende
ese metro tan prolijo,
que a las orejas ofende?
Algarabía de allende:
el sujeto frío y duro,
y el estilo, tan oscuro
que la dama en quien se emplea
duda, por sabia que sea,
si es requiebro o es conjuro».
«Ved si la invención os basta,
pues Garcilaso y Boscán,
las plumas puestas por asta
cada uno es un Roldán,
y, con todo, no le basta;
yo no alcanzo cuál engaño
te hizo para tu daño,
con locura y desvarío,
meter en mi señorío
moneda de reino extraño.»
«Con dueñas y con doncellas
(dijo Venus), ¿qué pretende
quien las dices sus querellas
en lenguaje que no entiende
él, ni yo, ni vos, ni ellas?
Sentencio al que tal hiciere
que la dama por quien muere
lo tenga por cascabel,
y que haga burla dél
y de cuanto le escribiere».



Poema Villancico de Cristobal De Castillejo



No pueden dormir mis ojos,
no pueden dormir.

Pero, ¿cómo dormirán
cercados en derredor
de soldados de dolor,
que siempre en armas están?
Los combates que les dan,
no los pudieron sufrir,
no pueden dormir.

Alguna vez, de cansados
del angustia y del tormento,
se duermen que no lo siento,
que los hallo transportados;
pero los sueños pesados
no les quieren consentir
que puedan dormir.

Mas ya que duermen un poco,
están tan desvanecidos,
que ellos quedan aturdidos,
yo poco menos de loco;
y si los muevo y provoco
con cerrar y con abrir,
no pueden dormir.



Poema Soneto Iv de Cristobal De Castillejo



Si las penas que dais son verdaderas,
como lo sabe bien el alma mía,
¿por qué no me acaban? y sería
sin ellas el morir muy más de veras;

y si por dicha son tan lisonjeras,
y quieren retoçar con mi alegría,
decid, ¿por qué me matan cada día
de muerte de dolor de mil maneras?

Mostradme este secreto ya, señora,
sepa yo por vos, pues por vos muero,
si lo que padezco es muerte o vida;

porque, siendo vos la matadora,
mayor gloria de pena ya no quiero
que poder alegar tal homicida.



Poema Soneto Ii de Cristobal De Castillejo



Garcilaso y Boscán siendo llegados
al lugar donde están los trovadores
que en esta nuestra lengua y sus primores
fueron en este siglo señalados,

los unos a los otros alterados
se miran, demudadas las colores,
temiéndose que fuesen corredores
o espías o enemigos desmandados;

y juzgando primero por el traje,
pareciéronles ser, como debía,
gentiles españoles caballeros;

y oyéndoles hablar nuevo lenguaje,
mezclado de extranjera poesía,
con ojos los miraban de extranjeros.



Poema ¿quién No Llora Lo Pasado? de Cristobal De Castillejo



¿Quién no llora lo pasado
viendo cual va lo presente?,
¿Quién es aquel que no siente
lo que ventura ha quitado?

Yo me vi ser bien amado,
mi deseo en alta cima;
contemplar en lo pasado
La memoria me lastima.

Y pues todo me es ausente
no sé cual remedio escoja;
bien y mal todo me enoja,
¡cuitado de quien lo siente!

Tiempo fue y horas ufanas
las que mi vida gozaron,
donde tristes se sembraron
los simientes de mis canas.

Y pues si tiene por bueno,
bien puedo decir así.



Poema Musas Italianas Y Latinas de Cristobal De Castillejo



Musas italianas y latinas,
gentes en estas partes tan extraña,
¿cómo habéis venido a nuestra España
tan nuevas y hermosas clavellinas?

O ¿quién os ha traído a ser vecinas
del Tajo, de sus montes y campaña?
O ¿quién es el que os guía y acompaña
de tierras tan ajenas peregrinas?-

-Don Diego de Mendoça y Garcilaso
nos truxeron, Boscán y Luis de Raro
por orden y favor del dios Apolo.

Los dos llevó la muerte paso a paso,
Solimán el uno y por amparo
nos queda don Diego, y basta solo.



Poema Dame, Amor, Besos Sin Cuento de Cristobal De Castillejo



Dame, Amor, besos sin cuento,
asida de mis cabellos,
y mil y ciento tras ellos
y tras ellos mil y ciento,
y después
de muchos millares, tres;
y porque nadie lo sienta,
desbaratemos la cuenta
y contemos al revés.



Poema Canción Ii de Cristobal De Castillejo



Aquel caballero, madre,
como a mí le quiero yo,
y remedio no le dó.

Él me quiere más que a sí,
yo le mato de crüel;
mas en serlo contra él
también lo soy contra mí.

De verle penar así
muy penada vivo yo,
y remedio no le dó.



Poema Canción de Cristobal De Castillejo



Aquí no hay
sino ver y desear;
aquí no veo
sino morir con deseo.

Madre, un caballero
que está en este corro
a cada vuelta
hacíame del ojo.
Yo, como era bonica,
teníaselo en poco.

Madre, un escudero
que estaba en esta baila
a cada vuelta
asíame de la manga.
Yo, como soy bonica,
teníaselo en nada.



Poema Garcilaso Y Boscán de Cristobal De Castillejo



Garcilaso y Boscán, siendo llegados
al lugar donde están los trovadores
que en esta nuestra lengua y sus primores
fueron en este siglo señalados,

los unos a los otros alterados
se miran, con mudanza de colores,
temiéndose que fuesen corredores
espías o enemigos desmandados;

y juzgando primero por el traje,
pareciéronles ser, como debía,
gentiles españoles caballeros;

y oyéndoles hablar nuevo lenguaje
mezclado de extranjera poesía,
con los ojos los miraban de extranjeros.





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