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Poema Son Cuatro Inviernos… de Roberto Armijo



Son cuatro inviernos de agonía hermana.
De amanecer el corazón abierto.
Quisiera ser, pero el futuro incierto
me ensombrece la senda del mañana.

Cuatro años de penumbra cotidiana.
De presentir vivir, viviendo muerto.
De abrir el corazón, sentirlo yerto,
sin escuchar su musical campana.

El dolor es espina en mi sonrisa.
Aunque nací para cantar, presiento
ser un gorrión fugaz hacia la brisa.

Esta acerba dolencia me acongoja.
Soy un árbol que lento se deshoja
y voy de paso con mi hermano el viento.

(1957)



Poema Es Lento Mi Sangrar Por Lo Que Hiciste de Roberto Armijo



Es lento mi sangrar, ¿Por lo que Hiciste?
Por qué las piedras de tus hondas dieron
en los flacos del alma y conmovieron
mi corazón, ¿Que en soledad Heriste?

Por qué a mis sueños sin querer viniste
en inefables olas que cubrieron
mi ansiedad de esperanzas que se fueron
en la pura amistad, ¿Que me Ofreciste?

Que gima y que me halle en el segundo
más hondo de éste agonizar profundo
donde mi corazón abandonaste.

Quiero encontrarte siempre en el encuentro
de mi sueño y tu ausencia, eterno centro
del lascerante amor que me dejaste.



Poema Embriaguez de Roberto Armijo



Sólo son los ángeles
del vino que estrujan sus esponjas
y nos llevan a instantáneos laberintos
donde arden las lumbradas del vómito.
Sólo es el vacío,
lo inasible que nos besa los ojos
siluetas de ceniza que nos beben por instantes la tristeza.

Sólo es la sorpresa,
el júbilo;
después la soledad,
el horror que nos besa la piel,
que es latido en los cabellos,
que se nos mete en los trajes,
en la cartera,
en los zapatos.
Nieblas que nos invaden el alba
y nos vuelven tristes,
con una sensación que llega y no se sabe
si es tristeza…



Poema El Poeta Extranjero de Roberto Armijo



El poeta extranjero camina en la ciudad extranjera
Mira el río las barcas los pájaros saltando en la nieve
En el vago espectáculo se sienta a ver la tarde
los vehículos que pasan las palomas que pasan
y fumando su cigarro se hunde en el invierno
-puñado de frío excitación de la piel tos necesaria
El poeta extranjero se levanta se cala el sombrero
tose otra vez
y se pierde en la noche extranjera.



Poema Ejercicio En Forma De Lira de Roberto Armijo



Hondo desasosiego
en mi quimera es tu querer. El mundo
en tu piel es de fuego
y en tus ojos, profundo
por tí he sido y seré meditabundo.

Silencioso buscaba
tus pasos en el polvo, el agua, el viento;
y en el sueño te hallaba,
solamente. Sediento
perseguí la estela de tu aliento.

Amandote sedienta
en su tristeza en flor la llama viva
crecía turbulenta;
mi frente pensativa
te sentía en el tiempo, fugitiva.

Eres volcán, tu lava
en llamaradas trémulas me hería;
y mi ansiedad esclava
de la melancolía
en su amargura dilatada ardía.

Soñaba tu cintura,
su delgadez de orquídea perfumante,
la dulce linea pura
de tu cuerpo albeante
y tu mirada limpia, penetrante.

En mis sueños veía
tu silueta lejana inenarrable;
el mar reverdecía
tus ojos de inefable
dulcedumbre. Eras flor inabordable.

Desesperadamente
llegué a tu sombra, para mi lejana,
mi corazón ardiente
que manantiales mana
te lo abrí, y fue una aurora mi mañana.

Hoy mi boca, desnuda
deja sobre tu piel su dulce llama.
Jubilosa se escuda
en tu amor, y se derrama
alucinada el ansia que la inflama.

Hoy que vivo escuchando
el mundo en tu desnuda cabellera,
que vivo palpando
como una enredadera
bajo el milagro de tu primavera.

No quiero que al instante,
ni el mañana te aleje de mi sombra.
Serás la eterna amante
que a mi quimera asombra
y que temblante mi palabra nombra.

Y otros vendran, sus besos
sepultarán los míos, el olvido
atroz sobre mis huesos,
apagaran el latido
del corazón que se quedó dormido…



Poema Desolada Canción de Roberto Armijo



Ven, mis ojos ansian tu silueta:
tus manantiales buscan mis venados
cómo a los vientos ávidas y veleta.

Mis latidos se vierten desolados.
Soy un acongojado peregrino
que se perdió buscando tus vallados.

Camino taciturno en mi camino.
Sediento bebo el agua y no la bebo,
la hallé muy tarde…..lo deseó el destino.

Aunque beberla con ternura debo
porque mi corazón la necesita,
desesperadamente no me atrevo.

En mi sangre la angustia precipita
un torbellino atroz que me enajena
el corazón que enloquecido grita,

cuándo tu piel de cálida azucena
el pulso de mis labios atormenta,
porque despierta la pensante pena,

de que jamás mi mano macilenta
echará en tus mantillos la semilla
de éste amor que en tus besos se sustenta.



Poema Antonio Machado de Roberto Armijo



Vi
un ramito de violetas
brotó el llanto

Pensé en Darío agonizando en su Nicaragua natal
Pensé en todos los herederos de Cervantes
que no fueron laureados
ni amados

Lloré por Góngora loco
por Vallejo enfermo
por Gavidia anciano

Maestro
tu prosa
tu verso
me alivian

Nabucodonosor no fue perdurable
El fariseo de Carter lo será menos



Poema Ángelus de Roberto Armijo



Incógnitos ángeles
trizaban el agua insomne del miedo
en mis lentos ojos de niño
y trémulo buscaba la cabellera de mi madre
en el ángelus
cuando las sombras hinchaban el sonido de los árboles
y resbaladas luces muertas caían en la estancia
donde mi abuelo auscultaba el corazón antiguo de la Biblia
La tarde era en mis ojos un inmenso silencio
con pequeños elfos que temblaban en los vidrios
mirándome con desolada tristeza
El temor a la noche me invadía
y solitario buscaba el corazón en los ojos de mi madre
porque yo desde que fui un soplo
tuve miedo al misterio iluminado de la noche
y en mi cuarto temblaba al escuchar el viento en los ramajes
y hundía en la almohada la cabeza en congoja
porque creía que una mano
que unos ojos en las tinieblas me buscaban
y que un roce helante me besaba los labios
y me dejaba la piel húmeda de tristeza.





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