Poema Un Tigre de Mercedes Escolano
Pienso en un tigre. Bajará a la ciudad
   a la hora en que abren los bares
   y se expande un intenso perfume
   humano.  Anochece. Sediento
   se acodará en la barra y beberá
   unas copas con los ojos prendados
   del brillo siniestro y metálico,
   dúctil su lengua, aromado el local
   con un vaivén continuo de clientes.
   De  fondo un blues elástico y el rugir
   endiablado de las máquinas tragaperras.
   Observa  en silencio y remoja sus fauces.
Le delata la garra que esconde su camisa.
Nadie diría ?por su aspecto?
que es un cruel asesino de la selva,
sino un hombre sin prisas, indolente,
incapaz de inventarse otra rutina.
Cada viernes, tierno y solitario,
cometerá un crimen sin más rastro
que un poema  olvidado sobre la barra.