Poema Partiendo De La Luz, Donde Solía de Francisco De Figueroa
Partiendo de la luz, donde solía
venir su luz, mis ojos me han cegado;
perdió también el corazón cuitado
el precioso manjar de que vivía.
		El alma desechó la      compañía
del cuerpo, y fuese tras el rostro amado;
así en mi triste ausencia he siempre estado
ciego y con hambre y sin el alma mía.
		Agora que al lugar,      que el pensamiento
nunca dejó, mis pasos presurosos
después de mil trabajos me han traído,
		cobraron luz mis      ojos tenebrosos
y su pastura el corazón hambriento,
pero no tornará el alma a su nido.