Poema Pausa de Ricardo Dávila Díaz Flores



Llegamos ahora a la palabra más sabia y ambigua, el nombre inglés de la pesadilla: the nightmare… que significa para nosotros ?la yegua de la noche?
JORGE LUIS BORGES

El reloj cree que son las cuatro de la mañana.
Lo escuchó sin mirarle.
Mis ojos miran la pared de enfrente
como si la pared de enfrente me mirara:
y entre las miradas
un puente lleno de advertencias.

Hay un viento que no existe,
hay libros de otra casa,
hay una puerta que se abre y se cierra de golpe
igual que el párpado asustado.

Algo viene
algo suena,
algo se acerca hasta mi cama;
abro mis ojos pero están cerrados,
muevo mis manos pero no se mueves.

Otra vez el golpe de la puerta;
abro mis ojos que ya estaban abiertos,
se cierran otros ojos dentro de mí
¡Pum!
Todavía son las cuatro de la mañana.



Poema El Llamamiento de Julio Iraheta Santos



Me está llamando el ángel pendenciero
y debo encender en la consola
de mi corazón solitario
la lámpara de noche
que me acompaña en las vigilias
que compara el canto de los gallos
con un embudo roto
en el pubis de la madrugada
Me está provocando el insolente bribón
y él sabe que si no extiendo mis manteles
y grabo en ellos mis jeroglíficos
no he de continuar a gusto
por los túneles del sueño
y mañana cuando camine
por el tablero de la ciudad
he de ser una pieza incontrolable
y he de echar a perder la siesta de la multitud
porque sin duda me agarrará de pelear con él
hasta que le quiebre las alas
le despenique las plumas
y sólo quede en las baldosas de las plazas
como una mancha bochinchera
su compulsiva antipoesía

1992



Poema Undécima Poesía Vertical (iv-28) de Roberto Juarroz



28

No existen paraísos perdidos.
El paraíso es algo que se pierde todos los días,
como se pierden todos los días la vida,
la eternidad y el amor.

Así también se nos pierde la edad,
que parecía crecer
y sin embargo disminuye cada día
porque la cuenta es al revés.
O así se pierde el color de cuanto existe,
descendiendo como un animal amaestrado
escalón por escalón,
hasta que nos quedamos sin color.

Y ya que sabemos además
que tampoco existen paraísos futuros,
no hay más remedio, entonces,
que ser el paraíso.



Poema De La Propensión A La Puntualidad de Consuelo Tomas



No es que haya nacido en otra parte.
Mucho menos, que me preocupe el tiempo
en su belleza de abstracta redondez lunática.

Es que los minutos me muerden los talones
hormigas enfurecidas urgiéndome a hacer
a no detenerme en función de los finales.

Es muy cierto
la prisa es un agujero en la calma del insomne
una muralla en la planicie de los sueños
un abrevadero de ilusiones que a menudo fallan

No es que me avasalle el miedo a la tardanza
pero la magia se me acaba
he perdido las fórmulas los jeroglíficos las pócimas
la clave de los secretos que guardaba
las cosas que el sabio Fritz confió a mis huesos

Lo confieso
cada vez soy menos yo
y más lo que he vivido.

Por eso es que me apuro
para no llegarle tarde
a la que realmente he sido
cuando todo se acabe.



Poema Meditaciones Religiosas de Samuel Taylor Coleridge



Poema sin orden, escrito en la Navidad de 1794

Este es el tiempo en que la voz de la adoración,
que es divina para el oído, me levanta
como con la trompeta de un ángel; y accediendo
y mezclándome con el coro, casi creo ver
la muchedumbre celestial que cantó el himno
de la paz sobre los campos de Belén.
Pero tú eres más luminoso que el resplandor de los ángeles
que anunciaron tu nacimiento; tú, varón de dolores,
¡despreciado Galileo! Porque lo Grande
e invisible (que sólo percibimos por símbolos)
con extraña e insuperable luz
brilla desde el rostro del justo y oprimido
cuando, sin cuidar de sí, el santo flagelado
compadece al opresor. ¡Hermosa la miel
del viernes, el bosque, el mar, el sol, las estrellas,
huellas de su Señor Creador! (…)

Versión de Gabriel Insuasti



Poema Debería Permitirme Un Descanso… de Carmen Rosa Orozco



Debería permitirme un descanso
Destruí ese monólogo
tan sutil e hilarante
Otra vez:
estos tiempos
en los que provoca ser cruel
y comprender una estructura que no es metálica
De repente,
ver tantos pobres que pululan
y conflictos
y la manera en que se debe ganar el dinero
No sé, pero quisiera ser simple antinatural
seguir y no devolverme
aprender a sostener la marcha
Has vuelto Adrián, y te aborrezco.



Poema Los Cuervos de Ricardo Jaimes Freyre



Sobre el himno del combate
y el clamor de los guerreros,
pasa un lento batir de alas;
se oye un lúgubre graznido,
y penetran los dos Cuervos,
los divinos, tenebrosos mensajeros,
y se posan en los hombros del Dios
y hablan a su oído.



Poema Ya Después de Poemas Autores Varios



¿Por qué lloramos dos veces
por dolor, rocío y agua?
¡Agua y rocío de auroras
que nunca se terminaban!
Las nubes son de la virgen
y de las frescas mañanas,
como el halcón de tus besos
es de la noche callada.

Se ahoga mi voz de nardo
entre lagos de palabras,
mientras la tuya, en la cera
de blancos cirios resbala.
En el pastizal hoy duermen
ángeles de blancas alas,
el tiempo sueña que nace
borracho de amor y canta.

Estoy cansado, ¡lo sabes!
no eres la fresca mañana
que despuntó en el ayer
sobre mis ratos de calma.
Eres fruta malherida
por los aires en borrasca,
y por fantasmas y luces
que tiemblan de amor y pasan.

El ave con sencillez
bate sus frágiles alas
y se remonta a los cielos
donde libremente vaga.
Mi corazón, en la bruma
que brota de tus palabras,
se queda inmovilizado
temblando de amor, y calla.

Como niño pordiosero
tiritando en la mañana,
busco tu cálido abrigo
y aquella paz que me dabas.
Tendida sobre la arena
miro tu imagen de plata,
y al percibirte distante
mi voz en dolor se inflama.

No me busques esta noche,
porque tú, estás emplazada,
los faunos de caras tristes
tienen contratada tu alma.
Ellos no quieren que vengas
a ver mi noche estrellada,
y tú no quieres venir
a mis mares de palabras.

Volverás fortuitamente
como vuelve en la baraja;
ansiada reina de sotas
cuando ya no da ventaja.
Y te diré que no pases,
pero al cerrar la ventana,
tu cara muerta de frío
temblará dentro de mi alma.

¡Te perdonaré de nuevo
como antes te perdonaba!
porque amo tu voz tranquila
de inocencias y de dramas.
Porque tú y yo somos notas
en escalas separadas
ya que tu vida comienza
donde la mía se apaga.

Cuando esté por fin tranquilo
en la calidez más santa,
en la calidez que sólo
el sepulcro nos depara.
En mi rima transparente
el embrujo de tu magia
como un barco de papel
flotará con risa amarga.

Humberto Garza (México)



Poema En Un Trozo De Papel de Poemas Infantiles



En un trozo de papel
con un simple lapicero
yo tracé una escalerita,
tachonada de luceros.
Hermosas estrellas de oro.
De plata no había ninguna.
Yo quería una escalera
para subir a la Luna.
Para a subir a la Luna
y secarle sus ojitos,
no me valen los luceros,
como humildes peldañitos.
¿Será porque son dorados
en un cielo azul añil?
Sólo sé que no me sirven
para llegar hasta allí.
Estrellitas y luceros,
pintados con mucho amor,
¡quiero subir a la Luna
y llenarla de color!



Poema Serenata de Federico García Lorca



Por las orillas del río
se está la noche mojando
y en los pechos de Lolita
se mueren de amor los ramos.
Se mueren de amor los ramos.
La noche canta desnuda
sobre los puentes de marzo.
Lolita lava su cuerpo
con agua salobre y nardos.
Se mueren de amor los ramos.
La noche de anís y plata
relumbra por los tejados.
Plata de arroyos y espejos.
Anís de tus muslos blancos.
Se mueren de amor los ramos.



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