poemas vida obra miguel antonio jimenez

Poema Noche de Miguel Antonio Jiménez



?La noche exacta que precede a la última?.
Aime Cesaire

?Pues hoy derrama noche el sentimiento?.
Quevedo

El mar está en los ojos de la noche
rumor disuelto de la nada en música
subiendo en la canción al fondo de los sueños
la mirada te moja tu íntima dulzura
en el agua escribe tu origen el crepúsculo
transparente sonido de una forma la luna
instante de eternidad luz de los días
se desparrama en su desmesura
y un pájaro invisible pica el placer de Dios
inmenso seno de las revelaciones
hondo rincón donde el hueso germina
de nubes el vacío abre los labios
luz de carne atada a los rayos del alma
toda alma es un lamento un fin un gozo
el arte está en la melancolía de la noche
pausa donde la novela crea la magia
resbalándose como imagen de hielo
donde imaginas y sueñas y perdonas
el dibujo que te hago en el pecho
para borrarlo consumiéndote hasta el alba
y te elevas rosada como piel de harina
desmoronándote en el goce
donde sube la noche sus niveles de sal
y el deseo te nace como piedra bronceada
noche de mil y una en el trigo que nace de tu noche
punto donde el espíritu y la piel la guerra hacen
entre tu sed y el cuerpo transcurre una agua curva
que vibra extinguiéndose
en el ojo del tigre donde el amor se raya
y se miran pintando los labios que posees
torbellino enroscado en el azar
ladridos de sombra transmiten el sonido
de la vida en un tenso cordón de claridades
y recorriéndole como esperanza nómada
un animal en fuga que estudia la sombra
como suerte crecida que viaja en el río
simple como la culpa y el presagio
lentamente en el fondo peces negros sueñan
relinchos destilados de sus mitos
tan larga la noche que el diamante estalla y se borra
creciendo con la noche de si mismo
noche ciega nacida a flor del alba
donde escuchan los siglos el tacto de la nada
sentimos la palabra perderse en nosotros
y trascender con la noche en el poema
devorada perla que circula en la sangre
una noche podada de otra noche
una sed vencida en otra sed
de lo eterno el punto cero imagina
un verano de Shakespeare una línea de Borges
porque los acaricias con sus llamas la noche
un ave que se quema es la luz inflamada
y en lengua nuestra canta el viento tu forma
al hollarme sigo siendo oscuridad
porque la noche no es alta sino hondo
tierra en que la rosa arde
oyendo en tu temblor de aves
un mundo alterado en tu desnudo
triste luz donde el sexo te muerde la palabra
como un breve disparo que se llena de alas
hiriendo de vuelo los minutos vacíos
limite del gemido parecido a mi boca
donde ondulan del ansia los sonidos
prudencia que diluye círculos de formas
un murmullo tenso y tibio donde la sed se hilvana
la noche lunar donde hormigueo el beso
donde el libro aletea capítulos de agua
hondísimo el pez en el contacto fluye
hélice revelada en que giras tú
verbo donde arde tu desnudo impetuoso
vibrando como raíz mineral o gusto líquido
mi fuego incinera la noche amándola hasta el polvo
universo pensado que se cae de sus bordes
hondura en viaje donde la magia se suicida
en azabaches
como lo estampó Byron para amar se hizo la noche
lienzo en el tiempo de un resplandor de nada
hacia adentro teje la araña los ojos de la noche
que en la ausencia nos miran
hueco frío que sueña en su lecho de voces
en tu mirada cómplice desde esos lagos negros
sueño de muerte donde la luz se funde con tus besos
la chispa crea la llama hace la hoguera
fuego trágico fértil decisivo
en el cráneo del tiempo donde danza la vida
en el deseo que imanta la pasión de la huida
pulmón asimilado por el vuelo
agujero de hojas como voces izadas
liquen de noche en el color de los jardines
hueca la rama imanta el vacío
y a sí misma la noche se sucede
paralela como todas las noches
ésta obedece al clima de tu aire
como una ficción que nos integra al cosmos
inédita en su negro la noche nada en su estilo
toda alma es un lamento un fin un gozo
nos va incluyendo en el portal de ser
la humilde abreviatura del amor
y alzas la vista y escudriñas y lees
la jornada imaginaria que termina en mis labios
la noche nivel donde la luz se alía a la forma
suma donde te vivo y te maduro como tierra que sube
y tus colinas ondulan la música del aire
girando en tus pezones como soplo de noche
esos panales tiernos que saboreo en efusión de vida
donde el cuerpo goza del alma
y en su sustancia espesa uvas negras germinan
encendida en la sobra que la noche resume
sólo tu madrugada ha visto sueños de colores no vistos
el fantasma de fiebre de tu cuerpo llovido
con esa lentitud de las horas quemadas
donde gotea la noche en su íntimo rocío
imantando la piel como época lejana
la emoción mata la noche en la frialdad del ruido
puntualiza el olvido las formas del recuerdo
el silencio se mece en el salto del agua
y una sola es la noche del deleite
y uno solo y eterno es el poema.



Poema Muchacha Campesina de Miguel Antonio Jiménez



?Cuando tus senos alcen
apenas la camisa
te harán madre aunque sigas
siendo niña en el fondo
?.
A. Zitarrosa

Muchacha en el arroyo de los malos presagios
muchacha con el amor dormido en una hamaca
sacando de los sueños tu alegría
tu epidermis de sueño
tu mundial nacimiento
tu piel con el jabón de olor de un día de Reyes
llevas una provincia de gestos en tu estampa
en tu asombro goteado de dramas y canciones
donde juegan desnudas las caricias del viento
y el monte citadino que se amplía con tu blusa
y esa canela que regalas cada vez que miras
y esa infancia rosada bajándote las medias
donde las plantas del deseo bordan tu aire
la gracia de los niños jugando con la hierba
y esa batalla de pinchos reposando en tu pelo
donde buscándote se vuelve la migaja del mundo
todo el hechizo que ignoran tus miradas

¿Sabes?

Me preocupa tu silencio virgen
y el comercio que llevan tus pisadas
y este cielo nublado sangrando contrabando
y el campo con la sequedad de un golpe de tambor
hurgando en la aridez que profana tu llanto
exilada en el número que distrae tu bondad
envuelta en aire desde la leche que te niega la vida
la tierra poseída como despojo o burla
los domingos que nunca recitaron
los sudores de todos los domingos
y el raso que en tu ambiente
los galones lo ascienden al delirio
y el hambre como un gotero marcando el meridiano
en fin me preocupa
todo lo que de tráfico llevan tus traficantes
y ese verano ingenuo que nutre tus ojitos,
trato de convencerte para que no te traten
que el alcohol no marchite tu universal sonrisa
ese rojo de bija que pones cuando ríes
ese ruido surcando madrugadas
un jengibre tu voz como un aplauso
como el lenguaje que llevan en las manos
bastante gratitud para no defenderte
niña/ casi muchacha
niña/ casi cosecha de robos con machetes
niña/ preocupación como las de tus ojos
la que espero pintar para otra primavera.



Poema Meciéndose En El Agua de Miguel Antonio Jiménez



A mi madre Juanita Alcántara

Meciéndose en agua su mirada
roba una estrella carne de su luz
y el corazón desnudo en la palabra
al imán de la forma define su pureza
cuajando en la raíz del mediodía
su llama de costumbre en los demás
curva el sol sobre el tiempo sus labores
circula en el olvido la memoria del alma
toda la sombra es mundo y el mundo su mirada
y una forma sin mundo es la inocencia
derramado en latidos el viento de tu agua
derritiéndose en vida se desvanece el aire
en el pulso de luz de tu ternura.



Poema León Felipe de Miguel Antonio Jiménez



Este hueco
iba cavando en mí
como con manos
cava el tiempo el lenguaje
escuchándose sin voz
nadando en el eco
de una idea que fluye
palmo bajando
gimiente palabra
del origen.



Poema Fábula Rosa de Miguel Antonio Jiménez



Húmedo el movimiento de la rosa que silba
goteando desde el alba su vacío.



Poema Epitafio de Miguel Antonio Jiménez



Nuestro vivir sentido da a la muerte
y en el aire quemado me desgasto
interroga el crear desde su sino
viviendo estoy muriendo de vivir
fugándose mi voz con el deseo
muriendo estoy viviendo de afrodisia
provisional desgarradora oscura
para subir sin alas
la muerte que me vive
es sólo un sueño.



Poema El Arte de Miguel Antonio Jiménez



?Y todo el Nilo en la palabra Nilo?.
Jorge Luis Borges

Sin palabras sin pausas sin silencio
el mar en el azul es un Picasso
dentro del fuego de agua que lamina su forma
un astro tembloroso inventando nostalgias
el gris el blanco el negro en su grito
va latiendo en romance va en angustia
a través del ángel y la espada y los enigmas
un caracol de noche un oído de sombras
un lamido de virgen unos labios de miel
una respiración de párpados y nubes
un anónimo un deseo una letra en el ojo
un niño aleonado en su piel de leopardo
un quiero una amapola muriendo de amarillo
una rotunda flor de transparencia
al agua un hongo dulce
un tiempo levantando la música del tacto
una voz un árbol un pleonasmo ambiguo
un esqueleto de aire fundiéndose en la brisa
una savia de alas que elabora la altura
un inmenso mugido una ola en ansias
una tabla llameante que cabecea el presente
un animal desnudo persiguiendo el destino
un salto de potro en soledad
un mundo germinando de carnes y de hierbas
una jauría de cuerpos un hueso aullando
un hilo de sangre girando los sentidos
una melodía que circula en sílabas
un temblor de sienes y un sentir
una furia de cielo y carne niña
un crujido de seda un remolino
una lentitud de mar que gratifica el goce
inmaterialidad de la palabra que anula distancias
un nacimiento continuo un comienzo sin fin
un boceto de lluvia una ciudad
sin palabras sin pausas sin silencio
una mujer desparramada al fuego
un color inédito vibrando en la mirada
un cómo es posible que nadie
un horizonte de voces un laberinto
una fiebre de muslos un acento de noche
una palabra que fluye sin sueño
un nocturno que muere de afrodisia
una noche dilatada en la seducción de su mito
una fábula insomne dilatando la muerte
una violencia muda un combate interior
una ternura que agujerea el instante
un yo quedando en los declives
una ironía que rechina en los dos
un sexo perdido una avaricia amada
un rumor creciendo en lo invisible
un equilibrio de miedo una luna descalza
unos senos donde expira el viento
una mordida un delirio un menudo de danza
un lenguaje de ser en movimiento del alma
un lenguaje una esencia infinita
una plumilla que retoza el lenguaje
un símbolo de voz donde canta el poeta
sin palabras sin pausas sin silencio
una estatua de luz una esfinge de lava
un pensamiento como escena visible y verdadera
una mitología que cede a la vida
y es mito y es vida y es amor
un arte de tu noche y un Picasso.



Poema El Amor de Miguel Antonio Jiménez



Como ave parte y en señal de fuego llega
de su hueco brotan flores creciendo en brasas
en llama una paloma forma el aire
del sueño mi lengua incendia un astro.

En la flama su raíz conoce el mundo
girando sobre si la llama insiste
en esa música que canción de aire se vuelve.



Poema Duarte de Miguel Antonio Jiménez



Si pudiera crecer en el ángel de tu ira
como una lengua muda que se le escapa al sueño
la ausencia lograría al borde de tu herida
el argumento de lo no creado
si pudiera verte por dentro desnudo de palabras
una luz granizada imantaría distancias
y grabaría la página que se alza en tus latidos
como un número espeso que circula en la sed.



Poema Desolación de Miguel Antonio Jiménez



A Frank Martínez
en la plenitud del grito.

Abatida hasta el polvo está mi alma
Salmos 119….25

Y agotado y rendido y casi muerto
abandonado en la sal de mi ser
tomo esta letra viva
tomo este verso así
como el hielo de vidrio que simula la sangre
cortando como el frío semejanzas del odio
como una queja lenta que hace metal la forma
y roto y tendido y abollado
en las rancias colinas del insomnio
como una sombra colgado de la noche
repito la plegaria que me conversa Dios
por la silueta fértil que hace piedad la llama
por la máquina misma que se queda en los sueños
y trabaja en detalles la posible quimera
en la agónica página que tala voluntades
como un gotero eterno que suspende su canto
para oír el delirio de un poeta que late
en esta orilla sorda
donde rueda mi grito
en un oscuro tiempo
en una llaga oída que la nada escudriña
en esta noche muerta que se clava en mi ánimo
como una repetida soledad de universo
cuando tú te derrumbas en el resto del tiempo.



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